Martes 16 Abril 2024

Sin propuestas claras y sin metas firmes, la Conferencia nos demostró nuevamente que la crisis climática no es prioridad para las corporaciones ni para los gobiernos poderosos que, evidentemente, no tienen la intención de perder un centavo. Un punto importante era rever el Acuerdo de París, particularmente el Artículo 6, para lograr la regulación de los mercados de carbono (cabe aclarar, criticado fuertemente por grupos ambientalistas por ser una medida ineficaz que solo sirve para fortalecer el poder empresarial).Pero ni siquiera eso pudo lograrse por los grandes desacuerdos al respecto y se terminó posponiendo para el 2020 (como si tuviéramos el tiempo para seguir posponiendo).

Promesas vacías, palabras que no llegaron a ningún fin: se habló de la importancia de los océanos, pero se dejaron para el año que viene. Se habló del uso del suelo, pero Brasil no quiso razonar sobre sus millones de hectáreas quemadas destinadas a cultivar soja porque las necesita para engordar a su ganado, así que se lo dejó para el año que viene. Se habló de la importancia de reducir las emisiones de carbono, pero quedó como un simple compromiso a presentar planes el año que viene. Y claro que Estados Unidos, China, India y Rusia quedaron fuera de este compromiso. El problema es que estos cuatro países juntos emiten el 55% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. Pero cuando tocan sus bolsillos, la posibilidad de llegar a algún consenso es nula.

COP25 2

Se habló y se repitieron palabras. Nada se dijo de la justicia social, nada de abordar los Derechos Humanos o de escuchar a las comunidades indígenas que incluso fueron echadas de la conferencia el miércoles 11 de diciembre junto con activistas y civiles presentes. El texto final presentado es sólo una invitación amistosa a que se presenten metas "más ambiciosas" para la COP26. Nada de escuchar a las y los científicos que constantemente nos advierten sobre la importancia de impedir que se eleve la temperatura más de 1.5 grados. Y que a este paso, en 2031 el planeta podría ser inhabitable. Nada de eso, porque para ellos, lo importante no son los millones de personas de los países más afectados que ya están sufriendo las consecuencias más graves, ni las comunidades originarias desplazadas de sus tierras, ni las niñas y los niños desnutridos, ni los migrantes, los pobres, los huérfanos, los jóvenes, ni el futuro de este planeta ya destrozado; esta COP25 nos deja en claro no sólo la inacción por parte de los gobiernos y sectores de poder, sino también la falta de interés por llevar a cabo medidas (necesarias y urgentes). Una COP25 que no escuchó y que silenció los reclamos de la sociedad, una COP25 donde no hubo espacio para que nuestras voces sean escuchadas. Esta conferencia nos demuestra que tenemos que seguir ocupando las calles para dar vuelta este sistema extractivista, porque como dijo Greta Thunberg frente a miles de manifestantes en Madrid: "la esperanza no está entre las paredes de la COP25, sino aquí. Ustedes son la esperanza".

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Foto de portada: www.cnnchile.com

Foto 2: www.razon.com.mx