Sábado 18 Mayo 2024

Después del encuentro organizado por el diario La Repubblica entre algunos jóvenes universitarios y de secundaria con el profesor Costantino Visconti, catedrático de derecho penal de la Universidad de Palermo, que aconseja mordazas y censura contra el histórico periodista Saverio Lodato y fiscal nacional antimafia adjunto Nino Di Matteo, para que no se los invite más a las escuelas, ayer la edición local de Palermo volvió a dar voz a los jóvenes.

En la entrevista de Alessia Candito a Jamil El Sadi se advierte que hay una clara diferencia entre las posiciones expresadas durante el encuentro.

"Para nosotros no basta con decir 'todos somos antimafia'. Hay maneras y medios de serlo. También creemos que el sistema mafioso actual no es el de masacres, pero si se niega que todavía hay una parte del Estado en connivencia con la mafia, no estamos de acuerdo. Quizás todos seamos antimafia, pero no del mismo lado".

Al responder a las preguntas del periodista, El Sadi destacó no sólo la importancia del cambio cultural, sino sobre todo el papel de un Estado que debe estar más presente en el territorio, promoviendo también "herramientas y leyes capaces de enfrentar un fenómeno complejo como es la criminalidad de tipo mafioso de hoy".

Lamentablemente, la lucha contra la mafia no ocupa un lugar destacado en la agenda política de gobiernos y partidos. "El gobierno actual, en continuidad con los anteriores, está llevando a cabo sólo políticas represivas en los territorios, mientras que hoy la lucha contra la mafia debe partir de reformas de inclusión social, con la garantía de servicios, de sanidad pública, de derechos sociales que permitan escapar de las dinámicas clientelistas".

Según El Sadi, un primer punto importante es interrogarnos y plantearnos preguntas incómodas sobre los demasiados misterios que marcan a nuestro país, como "la agenda roja de Borsellino, los disquetes de Falcone, el atentado fallido de Addaura, la masacre de Ustica o la de Bolonia". Una historia que lamentablemente, subrayó, "ni siquiera existe en los programas escolares" cuando sería importante aclararla "para comprender las connivencias y los encubrimientos políticos e institucionales que se han producido. Si un político ha tenido relaciones con una organización criminal o la ha financiado, el ciudadano debe saberlo, para poder actuar de manera informada y, de ser posible, votar en consecuencia".

Cuando se le preguntó si el ex presidente de la Región, Totò Cuffaro, que fuera condenado por delitos mafiosos (condena cumplida) podría volver a la política, la respuesta del joven estudiante fue clara: "La ley se lo permite, me parece aberrante que pueda hacerlo. Una persona condenada por crímenes mafiosos puede hacer lo que quiera, pero no volver a gestionar los asuntos públicos, es decir, la vida de todos nosotros. No entiendo a esa parte de la burguesía que todavía cree en una política clientelista y clasista. Es incomprensible un sistema que garantiza favores y beneficios, muchas veces en detrimento de aquella parte de la sociedad que apenas sobrevive por falta de bienes, servicios y derechos básicos. Quienes viven en situaciones de chantaje social, en cambio, no pueden ser juzgados".

Foto: Paolo Bassani

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