Jueves 16 Mayo 2024

El sacerdote fue recibido por Giorgia Meloni:

"Le expliqué a la primera ministra que el Estado debe recuperar los territorios"

La tarde del 29 de agosto, don Antonio Coluccia, un valiente sacerdote antimafia comprometido desde hace 25 años en la lucha contra el crimen organizado, fue víctima de una emboscada en el barrio romano de Tor Bella Monaca, durante una marcha por la legalidad. La emboscada fue valorada por los magistrados como un intento de asesinato y confirma, aunque de forma dramática y preocupante, la determinación del sacerdote devoto de la orden de Don Giustino. El agresor, que intentó atropellar al sacerdote con su scooter, fue detenido. Se trataría de un joven de 28 años con antecedentes penales relacionados con el narcotráfico. Afortunadamente -informó el diario Il Fatto Quotidiano- un miembro de la escolta del sacerdote intervino rápidamente para protegerlo y, a pesar de haber sido alcanzado en la acción, reaccionó disparando e hiriendo el antebrazo del atacante. "La agresión no me detendrá", dijo el sacerdote que desde hace años implementa iniciativas destinadas a alejar a los jóvenes de las drogas y del crimen organizado. Durante una conversación telefónica con el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, y el jefe de policía, Vittorio Pisani, que lo llamó poco después de ser atacado, Don Coluccia reiteró con firmeza: "Continuaré la batalla que estoy librando contra el crimen que controla las plazas de narcomenudeo de San Basilio, Quarticciolo y Tor Bella Monaca". Mientras tanto, el intrépido sacerdote -informa la agencia AGI- fue recibido en el Palacio Chigi por la primera ministra Giorgia Meloni"Le hablé a la primera ministra sobre los problemas críticos de la delincuencia en la ciudad, al menos lo que mis ojos han visto y mis manos han tocado a nivel pastoral. Es decir -precisa Don Coluccia- le conté las cosas que viví en Tor Bella Monaca, Quarticciolo y también en San Basilio y Laurentino 38 -continúa diciendo- y le expliqué que existen turnos de trabajo reales y organizados. Se gana entre 100 y 150 euros al día. Hay una propuesta criminal en estos territorios, de la que también hay que reapropiarse en nombre de la Constitución. La primera ministra mostró sensibilidad y, siendo de Roma, ya conocía las situaciones. Ha tomado en serio todo lo que está sucediendo en estos territorios y tratará junto con su gobierno de aportar soluciones".

Respecto al ataque del 29 de agosto, don Coluccia explicó que no creía "que se volviera a repetir un acto similar". "Agradezco a mi ángel de la guarda por haberme salvado. Llevo mucho tiempo en peligro porque estoy tocando el dinero de las organizaciones criminales. Cada vez que superviso una plaza de narcotráfico -precisó- se pierden 10, 15 o 20 mil euros. Por eso quien pertenece a ese mundo no acepta mi acción pastoral, no acepta a la policía, a los carabineros ni a la Guardia de Finanzas. Pero los ciudadanos honestos de esos barrios, que son muchos, tienen derecho a conocer personas positivas que les puedan ayudar a tener esperanza". Por eso resulta tan molesto don Coluccia, que lleva años luchando contra el crimen organizado y la degradación de los suburbios romanos.

Foto: © Imagoeconomica