El Cairo, Roma y Londres deben responder por el fracaso en llegar a la verdad

Los padres de Giulio al gobierno:"Necesitamos una señal de dignidad” “No se puede ser amigo de un país que inflige tanto mal a un ciudadano"

Por Giorgio Bongiovanni y Karim El Sadi-2 de diciembre del 2020

Pasa el tiempo y la verdad sobre el caso Regeni se demora en llegar. A estas alturas sabemos que el joven investigador friulano probablemente fue secuestrado por hombres de los servicios de inteligencia de El Cairo, como afirmaron recientemente algunos testigos. Pero lo que todavía no sabemos es la razón por la que Giulio tuvo ese trágico final. Y ninguno de los gobiernos de los tres países involucrados en el misterio -Italia, de donde venía Giulio; Inglaterra, donde el joven había estudiado en la Universidad de Cambridge y Egipto, país en el cual Regeni estaba haciendo una investigación para la universidad y dónde fue secuestrado y asesinado- parecen interesados en el tema. Por parte del Palazzo Chigi en los últimos 5 años desde el asesinato -Giulio Regeni muere entre el 25 de enero y el 3 de febrero del 2016- se hicieron promesas corales a la familia de Giulio, que luego fueron ignoradas. Desde el gobierno de Renzi, en el cargo cuando el investigador fue secuestrado en Egipto, hasta el actual gobierno de Conte 1 y Conte 2, nunca existió, de hecho, voluntad política real de trabajar a favor de la búsqueda de la verdad, incluso a costa de adoptar todas las medidas necesarias para garantizar que el dictador Abdel Fattah Al Sisi fuera acorralado. Al contrario. Roma ha mantenido excelentes relaciones con El Cairo, que siempre ha sido reticente y negligente con los magistrados de Roma que son titulares de la investigación, hasta el punto de vender a la armada egipcia dos fragatas italianas, la Spartaco Schergat y la Emilio Bianchi, construidas para la Marina de Guerra italiana por un valor aproximado de 1.200 millones de euros. Algunos activistas que se opusieron al acuerdo la han llamado la "venta del siglo". "Una traición", fue como la describieron, con razón, la mamá y el papá de Regeni con mucha amargura. De poco sirven los "arranques" del presidente Giuseppe Conte, que la semana pasada telefoneó a Al Sisi (al parecer a espaldas de la Farnesina) para advertirle de que "Italia sabe y seguirá su propio camino" en la búsqueda de la verdad, con o sin la ayuda de Egipto. Es demasiado tarde para estos tonos y esta firmeza política. Giuseppe Conte, y Matteo Renzi antes que él, deberían haber suspendido hace mucho tiempo las relaciones diplomáticas con Egipto, retirado al embajador y aplicado un sistema sancionador de embargo económico y militar contra el régimen. Para demostrar a Egipto y a la comunidad internacional que Italia puede y sabe defender los derechos y la dignidad de sus ciudadanos en el extranjero como saben hacerlo – al menos esto hay que reconocerles– los norteamericanos. Italia hoy es incapaz de demostrar una intransigencia política de este tipo, especialmente cuando los crímenes contra italianos ocurren en países amigos de Estados Unidos, como el Egipto de Al Sisi.

La hipocresía de Londres

Sin embargo, Italia no es el único país que debería responder por negligencia política. Inglaterra también tuvo actitudes de timidez e hipocresía mezcladas con indiferencia al interesarse en el asunto. Sin embargo, Giulio Regeni venía de Londres cuando fue capturado y estaba investigando en El Cairo para su universidad, en Cambridge. Pero nadie, especialmente de Cambridge, se ha preocupado nunca por su desaparición, excepto algunos ex compañeros de estudio. Hay una profesora, por ejemplo, la que envió a Giulio Regeni a El Cairo para hacer una investigación sobre el estado de los sindicatos en la capital egipcia, que siempre respondió evasivamente a los magistrados cuando la interrogaron (dos años después de la desaparición del joven), sin colaborar activamente. ¿Estamos seguros de que las autoridades británicas han hecho todo lo posible para proporcionar a la fiscalía de Roma información útil para la investigación, incluso en el caso de la profesora de Giulio? Mientras tanto, sin embargo, mamá Paola y papá Claudio dicen que se sienten ultrajados desde hace demasiado tiempo.

Una cuestión de dignidad política

Ante la noticia del cierre de las investigaciones contra 5 agentes de la Agencia de Seguridad Nacional (los servicios secretos egipcios) por parte de la Fiscalía de Roma anunciada ayer, los padres del joven emitieron amargas declaraciones a la prensa. "Si por un lado apreciamos la determinación resuelta de nuestros fiscales que fueron capaces de concluir las investigaciones, sin verse debilitados ni confundidos por los numerosos intentos de desvío, por las interminables demoras y por la falta de respuestas egipcias, por otro lado solo podemos estigmatizar una vez más la constante y flagrante ausencia de colaboración por parte del régimen que sigue sin responder a la rogatoria del 29 de abril de 2019 y ni siquiera quiso facilitar la dirección del domicilio de los 5 funcionarios de Seguridad Nacional inscritos en el padrón de sospechosos hace dos años", dijeron en una nota. La fiscalía de El Cairo, agregaron, "se permitió juzgar el marco probatorio esbozado por nuestro fiscal, insistiendo en el viejo despiste sanguinario de los cinco ladrones que les costó la vida a personas inocentes a las que se hizo pasar por los asesinos de Giulio", continúa el comunicado. "Creemos que nuestro gobierno debe tomar nota de esta enésima bofetada en la cara e inmediatamente llamar al embajador. Necesitamos una señal de dignidad para que ningún país pueda infligir todo el mal del mundo a un ciudadano y quedar no solo impune sino también amigo", concluyeron el matrimonio Regeni y la abogada Ballerini. Una señal de dignidad del gobierno que, lamentablemente, sigue sin llegar a pesar de los pedidos de la familia de Giulio, que ahora se han convertido en gritos desesperados en el desierto. Es hora de que el gobierno del "no cambio" despierte. Hacer negocios con los gobiernos autoritarios y mafiosos, que matan a nuestros conciudadanos, equivale a ser como ellos. Autoritarios y mafiosos.

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*Foto de Portada: originales de © Imagoeconomica