Por Saverio Lodato-21 de septiembre del 2020

A los italianos les gusta el gobierno de Conte. A los italianos les gusta el jefe de Estado, Sergio Mattarella. Lo cual da poco en qué pensar -a diferencia de lo que Giorgia Meloni había desafiado a hacer, de manera bastante grosera- ante el resultado de esta competencia electoral regional.

Toscana y Puglia, elegidas por Matteo Salvini, Meloni y Silvio Berlusconi, para revertir los resultados de la derecha, enviaron a casa a los flautistas que iban a hacer sonar y que, en cambio, fueron sonados.

Los italianos, con el voto del referéndum, demuestran que aman y se preocupan por su Parlamento. Sin embargo, quieren que se reduzca en un tercio, por el bien del propio Parlamento.

Curiosamente, muchos comentaristas observan ahora que el gran mérito de la Liga y de los Hermanos de Italia ha sido hacer que la Toscana sea "disputable". Pero si miramos de cerca la brecha real entre los votos, la "disputabilidad" parece ser una película más periodística y televisiva que basada en datos reales.

Y los italianos, finalmente, le han dado una mano no indiferente al Partido Demócrata que se reconoce en Nicola Zingaretti, quien queda como el principal vencedor de esta competencia.

Salvini y Meloni no podrían haber imaginado un peor escenario.

Buenas noticias de Italia. Y para Italia.

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*Foto de Portada: © Paolo Bassani