LA LUCHA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS

Una muy tensa situación se venía viviendo desde la víspera y desde las primeras horas de la mañana de este jueves 22 (hasta el momento del cierre del presente artículo) en territorio de la Lof Lafken Wilkul Mapu de la zona de Villa Mascardi, a escasos kilómetros de la ciudad misma de Barilloche, al registrarse allí un verdadero cerco policial (con la presencia de numerosos contingentes de funcionarios de la Policía Federal, Gendarmería Nacional , Policía de Seguridad Aero Portuaria y Policía Provincial) que significaría –a juzgar por los hechos- la antesala de un operativo de allanamiento (desalojo) el que habría sido autorizado por las autoridades judiciales y la Fiscalía.

¿Un nuevo hostigamiento a las comunidades de la zona? ¿Una nueva intimidación en el mismo lugar donde se dio muerte, en noviembre del año 2017, a Rafael Nahuel?

Nuestro periodista de Antimafia especializado en pueblos originarios, José Guzmán (que además integra el Movimiento Our Voice) se hizo presente en el escenario mismo de los hechos constatando la numerosa presencia policial, con atuendos propios de personal dispuesto a un enfrentamiento de ribetes violentos. Un personal policial visiblemente tenso y estratégicamente instalado en los principales accesos al territorio, en ese momento ocupado por integrantes de la Lof Lafkwn Wilkul Mapu.

Integrantes de una comunidad mapuche sin armas de fuego. Únicamente munidos de sus hondas y de piedras que se encuentran en la naturaleza allí circundante. Únicamente fortalecidos por su desesperada lucha, que lleva años y años. La lucha por sobrevivir de la violencia causada por el hombre blanco, desde tiempos ancestrales. El hombre blanco que se acomoda y se regocija de sus leyes, para finalmente despojarlo de sus tierras y justificar arteramente el despojo, ignorando reclamos y derechos.

Una vez más en ese territorio, en el que con el mismo Guzmán y quien escribe, estuvimos en el año 2018 dialogando con la tía de Rafael Nahuel (en los días previos al juicio del Lonko Facundo Jones Huala) otra vez se cierne la sombra del autoritarismo del poder de turno (ese poder empecinado en perseguir al mapuche, por ser mapuche, sin respetarlo, y ni mucho menos admitirlo como integrante de la sociedad que se precia de “civilizada”). Del autoritarismo que se visibiliza descaradamente con la ostentación de personal uniformado y preparado con atuendos de guerra.

Ese autoritarismo (instigado por Patricia Bulrich, del macrismo, hoy vestido de ropajes de la nueva administración: la de Alberto Fernández) que el 25 de noviembre del pasado 2017, dio muerte a mansalva al joven mapuche Rafael Nahuel.

Nuestro colega Guzmán entrevistó allí en el cerro ocupado por las comunidades, a uno de sus integrantes. Con el rostro cubierto, no por ser un delincuente, sino porque procura preservar su identidad, por seguridad, habló descarnadamente y frontalmente sobre lo que allí venía ocurriendo. Sin frases retorcidas; sin hipocresías; sin formalidades. Habló sobre los sufrimientos de un pueblo. De un pueblo que por enésima vez se ve rodeado (cercado) (arrinconado) (menospreciado) por las fuerzas represivas de un sistema que no ha comprendido un comino la historia de estos pueblos, que en pleno siglo 21, sigue siendo considerado como un pueblo a pisotear, porque parecería que sus derechos son terreno que a raja tabla no debe ser nunca considerado.

José Guzmán recabó un valioso testimonio, en el lugar donde no hay otro camino que la autodefensa. Esa autodefensa que la gran prensa ha demonizado; que la gran prensa a atacado; esa autodefensa que la gran prensa se ha tomado el atrevimiento (antiético) de ignorar, para calificarla de terrorismo, como ocurrió en los días que se produjo la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado.

“Esta es nuestra familia, hay mujeres, hay gente mayor acá donde estamos. Corremos riesgos todos, junto a los niños, pero estamos convencidos de lo que hacemos. Estamos en nuestro espacio que nos han usurpado, en Parques Nacionales, fue negociado a diferentes burgueses y asociaciones. Y este pedacito de territorio es de la iglesia católica, de la iglesia de San Isidro”.

“Todos ellos siempre con su mentira, de que son buenos, pero de todo lo que vaya a pasar acá hacemos responsables a la Iglesia Católica, como cuando evangelizaron acá hace 150 años, con la biblia en la mano, matando a nuestros antepasados. Cualquier cosa que pase también responsabilizamos al gobierno de Río Negro, a los jueces y a los fiscales”.

El mapuche que accedió al diálogo con Guzmán precisó que en todo momento la Lof estaba siendo hostigada y toda la zona esta militarizada y que en el día de ayer se distribuyeron por el territorio con el uso de drones.

Dijo también que se está esperando una supuesta orden de desalojo y que esto podría ocurrir en cualquier momento: “Ellos no cumplen las leyes, porque cuando mataron a Rafael lo hicieron a las cuatro de la mañana. Así que pueden venir en cualquier momento, en plena oscuridad, disparando balas de goma, balas de plomo. Estamos dispuestos a resistir, defendernos con piedras, pero sin armas. Si tenemos que dejar nuestra vida en estos territorios, la dejaremos”.

A todo esto, adentrándose la noche en Villa Marcardi, Guzmán tomó conocimiento que las autoridades habrían imputado a miembros de la Lof Lafken Winkul Mapu , por usurpación.

La información precisa dada por fuentes fidedignas a Antimafia Dos Mil, sería que “la fiscal Betiana Cendón imputó esta tarde a cuatro mujeres integrantes de la Comunidad Lof Lafken Winkul Mapu por la usurpación a un predio perteneciente al Obispado de San Isidro en Villa Mascardi. El juez de Garantías Juan Martín Arroyo rechazó el pedido de rebeldía y captura de la querella para varias personas que no se presentaron a la audiencia virtual y autorizó la investigación por cuatro meses”.

¿En las próximas horas seguramente se dará cumplimiento a la medida de desalojo? ¿Qué efectos generará la misma? ¿La gran prensa estará presente e informará con la sensibilidad del periodismo que no está comprometido con el poder?

Antimafia Dos Mil como medio de prensa libre y Our Voice, como Movimiento de jóvenes que se empeña a favor de la justicia y en defensa de los derechos humanos, como activistas a través del arte, marcaron presencia una vez más en un episodio de esta naturaleza, promovido por el poder: el poder del autoritarismo winca (del hombre blanco).

Un episodio que debería avergonzarnos, indefectiblemente.

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*Fotos y video: material exclusivo de Antimafia Dos Mil; José Guzmán