Una farsa que en algún momento tenía que caer. Caer estrepitosamente al piso, demostrándose así al mundo que nos rodea, que el poder había confabulado groseramente y criminalmente para destruir (para perseguir) a las comunidades mapuches. Una confabulación para destruir a un líder espiritual y político de esos pueblos conviviendo en territorios que les fueron arrebatados por la maquinaria de los intereses privados de la región y de la capital.

Patricia Bullrich fue la ideóloga de esa maligna injusticia que se descargó sobre el pueblo mapuche de esa Lof en resistencia. Una injusticia que sembró odios y sembró resistencias entre los perjudicados. Y esas resistencias tuvieron su costo: un costo de sufrimientos, de abusos y de muerte. Las muertes que nunca faltan cuando se hace ejercicio del poder desenfrenadamente y criminalmente, tal como lo hizo la administración Macri, que ahora que se la ha dado un puntapié legítimamente, no debería salir airosa de la Casa Rosada, especialmente después de tener responsabilidades en tanto atropello. Pero esperemos que algún día caiga todo el peso de la ley sobre ellos, sobre los desalmados y los farsantes, que hoy por hoy deben estar refunfuñando por las resoluciones de la justicia: las resoluciones de absolver a una autoridad política y espiritual mapuche, que fue vilmente acusada.

Y muchos tuvieron que ver con la justicia que se aplicó en esta dolorosa historia de persecución a las comunidades mapuches. La justicia que fue llegando gradualmente a las entrañas de esas comunidades.

Marzo de 2019: la jueza Estefanía de la ciudad de Esquel absolvió a los integrantes de la Pu Lof en Resistencia Cushamen. Me refiero a Andrea Millañanco, Sergio Ruiz Huenchupan, Matías Santana, Rodrigo Jaramillo y Nicolás Hernández Huala. A ellos se les imputó el delito de usurpación y abigeato. Una querella impulsada por la empresa Benetton y la provincia de Chubut. Oportunamente Facundo Jones Huala no fue beneficiado con esa absolución por su condición de condenado en Chile. Oportunamente el fiscal y los querellantes habían pedido reservar el expediente para ir directamente sobre el “Lonko”, una vea que se concretase su libertad en Chile. Oportunamente su abogada (Sonia Ivanoff) alegó que el Ministerio Público Fiscal ni siquiera había solicitado la extradición de Facundo Jones Huala con el cometido de ser enjuiciado en el país por el supuesto delito de usurpación, delito que además, no es excarcelable.

Y esa fue la punta de la hilacha que aprovechó la abogada del “Lonko”. Hace algunos meses solicitó su sobreseimiento a sabiendas que la causa estaba destinada a prescribir desde el mes de mayo. La respuesta sobrevino sin mucho trámite: el juez penal Ricardo Raúl Rolón estudió el expediente y dictó a conciencia el sobreseimiento del “Lonko” Facundo Jones Huala.

En ese contexto de vientos soplando a favor de las comunidades mapuches se ventilaron las criminalidades del Ministerio de Seguridad, desde donde incluso se apeló al concurso de agentes de inteligencia para dar apoyo a sus nada santos planes, ideados por la empresa Benetton y la Sociedad Rural de Esquel, de la mano de Patricia Bullrich y Nocetti, en aquel momento jefe del gabinete de Seguridad.

Sebastián Premici, cuyo libro que trata sobre el caso Santiago Maldonado y en el que además hace un muy valioso análisis de la lucha de las comunidades mapuches (lo que convierte a la publicación en un documento periodístico de alto valor testimonial, como acontece con el libro de Santiago Rey, sobre el caso Rafael Nahuel) , en tarea periodística para Cadena del Sur, dialogó con el fiscal Oscar Oro.

Y las palabras del Fiscal fueron reveladoras en grado máximo.

“Puede ser que el Estado haya aprovechado esa circunstancia como para engordar la situación en contra de lo que ellos entendían que era la RAM. El tema es que aparecían situaciones que le daban a uno la sospecha de que se trataba de la misma gente pero acá nunca aparecía nadie como responsable. No me apareció ningún documento de ninguna autoridad de inteligencia que relacione nombre y apellido con esa organización. Todo fue mucho de propaganda y mucho de ideología”

La propaganda y la ideología de criminales. La propaganda en las manos de los colegas no menos criminales que Patricia Bullrich y Nocetti. La ideología de la exclusión y del genocidio, en las manos de los que estaban sentados en las sillas del poder. Ese poder criminal actuando con total impunidad, porque el jefe de Estado, fue siempre el principal mentor.

La propaganda y la ideología que trajeron consigo muerte (de Santiago Maldonado, de Rafael Nahuel) dolor, represión, golpes, heridas, humillaciones, abusos, malos tratos y especialmente odios hacia las comunidades mapuches. Esos odios que se multiplican y proliferan porque los montajes y las farsas las dicen, las hablan y las desarrollan prolijamente desde filas estatales. Esos odios que se alimentan desde bocas de personas que uno cree que deben defender las instituciones, cuando en realidad las desvían, las prostituyen y las bastardean.

Y todo esto a la vista de todos. Todo esto bendecido por el poderoso Presidente de la Nación: Mauricio Macri, el padre y señor de esos odios y de esas ideologías racistas, antidemocráticas y colonizadoras.

Pero las mentiras y las farsas tienen patas cortas.

Mi amigo y compañero de coberturas periodísticas en tierras mapuches, José Guzmán (al igual que su esposa Mariana Trejo, activista incansable de la causa mapuche) me confidenció una reflexión a propósito de la absolución del “Lonko” Facundo Jones Huala. Porque con ella coincido y además es válida, la comparto con los lectores. Y porque además, es muy válida, para los tiempos que corren.

“La situación es así, ahora todos los que eran juzgaos por usurpación quedaron libres de los cargos, solo quedaba Facundo Jones Huala. La acusación era de Benetton y eso hace que la recuperación de territorio tome ahora mayor validez. Mientras tanto el “Lonko” sigue detenido en Chile, seguramente hasta que cambie el gobierno. Y en Argentina, con este fallo que lo involucra, las comunidades tienen que resistir, especialmente mucho más quienes están en el territorio, ya que seguramente Benetton los intentará sacar de nuevo, sea por la fuerza o de otra forma”

La última vez que encontré a Facundo Jones Huala fue en la cárcel de la ciudad de Temuco, en Chile en el mes de setiembre, oportunidad en que me acompañó Matías Guffanti, por el Movimiento Our Voice. La postura de la autoridad mapuche fue única: continuar la lucha por sus territorios, por su supervivencia.

La lucha que hoy (con la absolución de Facundo Jones Huala) conoció una batalla ganada, pero nada más, porque es inevitable que esa lucha debe continuar, y no se deben bajar los brazos.

Benetton seguramente buscará formas para mantener territorios. Las comunidades mapuches resistirán. Y la pulseada se mantendrá, en Argentina y en Chile.

Y los pueblos originarios de América Latina comprobarán una vez más, que no están en soledad, y que su lucha es nuestra lucha. La lucha del periodismo libre, para resistir juntos.

Como debe ser: en unión militante.

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*Foto de Portada: www.24horas.com.ar