“Cuando algunos dicen que Santiago estaba en el lugar equivocado con la gente equivocada yo les digo que no estoy de acuerdo, porque él estaba donde quería estar, con la gente que quería estar” así prosiguió Sergio argumentando que su hermano no llega ahí por casualidad sino que viene de una cadena de acciones coherentes que su hermano tenía en base a una vida de lucha contra el sistema.
De hecho su esposa Andrea resalta las cualidades de artista y de actor social que exhibía, cualidades que utilizaba como forma de protesta. “Él viene a la ciudad de la Plata a estudiar bellas artes y ahí junto a unos amigos les daban de comer y les leían cuentos a chicos, luego comienza a viajar y se encuentra con diferentes realidades, por ejemplo en Chiloé, ayudando a los pescadores chilenos en su lucha contra las grandes empresas pesqueras, en el sur de la Argentina se comprometió en la lucha contra la Mega minería, contra Monsanto y contra la industria nuclear. Cada vez que volvía a su pueblo 25 de mayo, hacía murales plasmando todas las luchas que a él le parecía que estaban bien. Además de pintar también le gustaba escribir y cantaba rap” expresó.
Sergio recordaba cada vez que llamaban “Hippie roñoso” a su hermano, que sus murales pintados en 25 de mayo hoy se presentan en galerías europeas dentro de la muestra del conocido pintor León Ferrari, gracias a su amistad con las nietas del pintor. Una suerte de homenaje en respuesta a la desmemoriada y desinformada “clase crítica argentina”.
”Mi hermano sufrió una desaparición forzada, no porque su vida valía más que la de otro, sino que es el primer desaparecido en manos de una fuerza federal y a su vez amparado por el poder político y sobre todo de la ministra Bullrich, donde sus dichos y sus afirmaciones se fueron cayendo con el tiempo” añadió Sergio.
Luego de la charla tuvimos la oportunidad de entrevistar a Sergio sobre este momento de transición que está viviendo la Argentina y América Latina en el marco de la represión sistemática que se está viviendo.
-¿Esperas que se pueda lavar la imagen de tu hermano con el tiempo?
“En las generaciones más grandes no espero nada, ya tienen una posición tomada, no tiene mucho sentido, se diga lo que se diga, no van a cambiar la postura. Los más jóvenes en cambio que comenzaron a militar en una época similar a la de Santiago están en la misma sintonía. Para algunos los jóvenes son el futuro, en realidad son el presente, para tratar de cambiar lo que pasa y no de volver a lo viejo”.
-¿Hablando del cambio de gobierno que se viene, qué expectativas tienen en cuanto a la actitud de la justicia frente al caso?
“La justicia no debería por qué estar condicionada a un gobierno, el gobierno de Mauricio Macri tiene una política más de derecha y el gobierno que va a venir tiene una política más orientada a los derechos humanos, de hecho Alberto Fernández en las elecciones cita a todos los organismos de derechos humanos a su bunker cuando gana las elecciones, por ese lado es un buen síntoma, pero no deberíamos estar pendientes de eso. Nosotros hicimos todos los pasos que teníamos que hacer en materia judicial, por ese lado estamos tranquilos”.
-¿Qué mirada tienen de lo que está pasando en América Latina en materia de vulneración de los derechos humanos?
“En febrero del año 2018 estaba en el Aeropuerto de Aeroparque en Buenos Aires y agarro el periódico “La Nación” y figuraba una noticia que contaba que había varios robos en cajeros automáticos en Uruguay y eso me hizo recordar que hace mucho empezó esa misma historia en Argentina y había un sector de políticos que estaban pidiendo que salieran las fuerzas de seguridad y los militares a las calles para controlar la inseguridad, y eso ya fue un alerta. Ahora se está dando todo eso, es algo cíclico, pasamos de un gobierno más popular a uno más de derecha, y cada vez que viene uno de derecha viene uno más sangriento. En el presente se escudan en la democracia pero son los mismos que en la dictadura. Lo de Bolivia me causa mucha impotencia y tristeza, y Chile tiene que replantear que el presidente Piñera dé un paso al costado porque no tiene mucho sustento lo que está haciendo. Esperemos que venga un cambio y que la pérdida de vidas que estamos viendo no sea en vano”.
Quedarán desde luego muchas aristas por resolver y muchas preguntas por responder con el correr del tiempo. No debemos volver a permitir que realidades como la de Santiago Maldonado se sigan perpetrando, que se divida la opinión pública, usando como base a la prensa masiva, que haya terceros peleando solos por nuestros derechos en el anonimato y que no nos otorguemos el beneficio de la duda ante lo que es correcto en esta América sembrada de desamor pero plena de esperanza. La justicia está iniciando su camino para recorrer juntos la revolución cultural que necesitamos crear para trascender juntos de la mano hacia la revolución de los pueblos libres.
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*Foto de portada: Valeria Vargas
*Fotos 1 y 2: Nicolás Pereiro