Viernes 19 Abril 2024

Lejos de lograr este objetivo, Evo Morales decidió responder victimizándose bajo una presunta operación yanqui puesta en marcha para llevar a cabo un golpe de Estado y, como lo haría un par suyo de extrema derecha, usó el recurso constitucional de Estado de Emergencia para sostenerse en el poder. Todo igual que Piñera en Chile, con el recrudecimiento de más violencia con el saldo de 3 muertes, 346 heridos y 220 detenidos. Una situación, que nos hace reflexionar en las supuestas diferencias entre las “izquierdas” y las derechas y que hace caer las máscaras una por una en la región. Señal de que el camino hacia un nuevo horizonte civilizatorio se está abriendo paso, sin respetar ninguna categoría de análisis tradicional de las que veníamos manejando.

Para conocer y profundizar la verdadera mirada aymara de lo que está ocurriendo, conversamos con Pachakuti Aqarapi Wanka, fundador de la Escuela de Pensamiento Pacha, quien sin titubear afirmó: “El 20 de octubre efectivamente hubo fraude porque Evo Morales quiere redituarse, reproducirse y entronizarse en el poder y para ello va a tener que recurrir a esto, que es un gigantesco fraude electoral. La gente se da cuenta y en particular los jóvenes que empezaron a salir en las calles con bloqueos y concentraciones. Pero finalmente esto ha sido, aunque no queramos, capitalizado por grupos del bloque opositor”.

El rol de Evo Morales a la distancia se puede interpretar, como el del personaje necesario para el establishment, que funcionó como dispositivo de distensión de la crisis institucional del 2001 al 2005. Aquel periodo pudo terminar con una verdadera revolución de ideas y propuestas emancipando al movimiento indígena en el poder. Pero de algún modo Evo Morales dilapidó ese capital simbólico y la posibilidad de una mirada nueva, reproduciendo exactamente una lógica pro capitalista narco-extractivista. Es más, terminó siendo un usurpador de las tradiciones y símbolos aymaras-quechuas, poniéndolas en función de la continuidad de las instituciones coloniales del Estado. En ese periodo de crisis, Bolivia tuvo cinco presidentes, Mesa fue uno de ellos y duró apenas un año y siete meses. Ahora, se presenta nuevamente como alternativa, pero lo que no está claro es ¿Alternativa a qué?

“A Carlos Mesa lo vieron como una especie de fusible en esta coyuntura y lo votaron porque no había otra opción. No es un competidor genuino que esté representando al pueblo descontento en desacuerdo con la gestión gubernamental de Evo Morales. Pero desde nuestra perspectiva queremos señalar lo siguiente: Mesa representa a otro polo dominante, aunque no es presentado como tal. Han recompuesto su figura y apostaron por él. Nosotros venimos trabajando desde hace mucho tiempo, diciendo que, en Bolivia, bajo esta nueva forma estatal a la que llaman Estado Plurinacional, no es más que la recomposición y el proceso de rearticulación del colonialismo. Y con más fuerza… Está claro que esa recomposición del colonialismo está en curso, no hubo tal proceso de despatriarcalización. El conjunto del discurso gubernamental y esa retórica que desde hace cuatro años nos vienen vendiendo, que muchos ingenuamente lo creyeron, es una mentira. El mito del proceso de cambio se ha terminado. Y esa utopía de la agenda patriótica 2025 que propone Evo Morales ha muerto, ya no tiene sentido ni es viable. Desde los aymaras, desde el mundo quechua-tupi-guaraní sostenemos que hay que profundizar, reactivar, reencaminar un horizonte político-histórico genuino que es la agenda Atawallpa 2032, que es la reivindicación de nuestro sistema, de nuestro horizonte civilizatorio que es el Tawantinsuyu, Collasuyu, el ayllu”, enfatizó Pachakuti, también politólogo y abogado de profesión.

A pesar de que la figura de Evo en Latinoamérica y en el resto del mundo está asociada a sus raíces aymaras, es desde estas comunidades donde salen las mayores críticas. Sobre todo, por la utilización a través de una retórica india puesta en función, de una política que no los representan. Con respecto a esto el vocero del pensamiento aymara señaló: “Evo Morales y el conjunto del socialismo no tienen nada de anticolonial o de antiimperialismo. Son más bien ellos los que se constituyen como cómplices, amigos de ese imperialismo ahora también chino en los últimos tiempos. En ese sentido, es simple y vanamente una retorica gubernamental. Tampoco puedo decir si Carlos Mesa tiene compromisos con el gobierno de EE.UU. pero lo que aquí se ha visto, es que ha obtenido un gran apoyo solo porque no lo quieren a Evo Morales. No quieren seguir con este proceso del MAS. La gente en las calles quiere sacar a Morales no porque ellos son de derecha, aunque hay algunos sectores que constituyen parte de ese bloque, sino porque la mayoría de la población está en contra de él, porque está reproduciendo la misma lógica e incluso peor, que los anteriores gobiernos”.

De acuerdo a cómo hacer para que todo ese subsuelo de disconformidad que hoy emerge de manera espontánea, pero desorganizado, que hace que la gente se manifieste y esté presente en las calles, termine en una verdadera propuesta autónoma, que no pueda ser instrumentalizada por ningún partido político de los de siempre, aliados del poder, Pahakuti dijo: “A esta crisis hay que aprovecharlas porque Evo Morales no tiene forma de continuar, más allá del tiempo que le quede. El gran problema es ¿quién viene? En el presente no hay un líder que pueda cobrar un capital simbólico como para asumir representando a la gran mayoría de la gente. Puede ser que venga Carlos Mesa o cualquiera, pero va a ser una especie de puente. Un gobierno que sirva simplemente de transición. Porque Evo morales desorganizó a los movimientos sociales e indígenas y entonces hay que recomponer esas fuerzas, el espíritu de esos movimientos y eso puede tardar. Entonces, primero necesitamos recomponer las fuerzas con un discurso verdaderamente anticolonial y una vez recompuesto, retomar nuestro propio horizonte político aymara-quechua tupi-guaraní”.

evo morales un fraude 2

“Cuando hablamos de nuestra agenda política propia, Atawallpa 2032, algunos piensan que vamos a retroceder 500 años y eso es una visión anquilosada del pasado, una visión colonial impuesta desde el pueblo dominante. Porque para nosotros desde 1532 a esta parte el Tawantinsuyu (autogobierno indio) no ha terminado, incluso entre 1535 hasta 1572 hay un proceso de recomposición, hay una resistencia y reafirmación del gobierno Aymara-Quechua. Desde entonces el gobierno indio, así como lo afirman muchos intelectuales, se subterranizó e ingresó al subsuelo político. El gobierno del Tawantinsuyu se clandestinizó desde 1572 en adelante y en distintas épocas y momentos irrumpió a la superficie (con Tupac Amaru, Tupac Katari, Zarate Vilca… hasta incluso en el periodo 2000-2003) y continuó en sentido de la construcción de un camino alternativo post capitalismo, en un momento de inviabilidad propia de un sistema globalizado que presenta múltiples crisis interconectadas de tipo ambientales, bélicas, sociales, etc.- Ese gobierno Aymara-Quechua que está en el subsuelo político no lo vemos, no es perceptible, pero está ahí. El Tawantinsuyu sigue en curso y sigue recomponiéndose en cada época, subsume los productos culturales de la modernidad y los incorpora a su mundo y avanza. Pero esto no puede seguir siempre en ese subsuelo, tiene que haber un momento en el que esto tiene que salir, irrumpir y terminar definitivamente con el colonialismo. El gobierno Aymara-Quechua en el microsistema sigue funcionando, está vigente todavía en las comunidades, barrios, funciona el ayllu… ahí está el gobierno comunitario con sus autoridades políticas y espirituales. Pero lo que aquí falta es recomponer, restablecer o restaurar el sistema político económico Aymara-Quechua a un nivel macro. Porque también, una de las condiciones de elementos constitutivos del colonialismo es el descabezamiento político. Gracias a esto se desplegó la desorganización política del Tawantisuyu en un nivel macro y tuvo efecto el colonialismo. Entonces para extirpar al colonialismo de este territorio tenemos que recomponer el autogobierno extenderlo a un nivel macro. Y esto tiene que recomponerse antes del 5to centenario de la muerte de Atawallpa y Waskar. Es decir desde antes del 2032. Pero bajo esta condición actual no podemos desplegarnos libremente, política-económica-cultural, de acuerdo a nuestra realidad y a nuestro contexto, en el marco de esta modernidad”.

La Agenda Atawallpa 2032 es una respuesta de las comunidades a la agenda política de Evo Morales 2025. Una agenda que marca el tiempo de un cambio definitivo, necesario e inevitable y que se viene realizando puntualmente todos los años, principalmente por medio del congreso indio. Este encuentro que se realiza en Tiwanaku o en la ciudad de El Alto, se ha convertido en una especie de órgano colectivo intelectual, desde donde se forjan las perspectivas que van dando paso a este nuevo horizonte. Y que, debido a la coyuntura social actual, pareciese estar cada vez más cerca. “Desde el 2006 los movimientos sociales y las organizaciones afines al MAS y civiles han sido cooptadas por Evo morales, entonces desaparece la crítica al Estado mismo. Para nosotros es una responsabilidad histórica recomponer al Tawantisunyu, como deber. Y desde entonces nuestra agenda 2032, fue sobre todo una actitud que tuvimos de compromiso con nuestros antepasados”, agregó.

Y si bien para muchos puede parecer un proyecto utópico, parece ser muy concreto para las comunidades aymaras. Con una firmeza que señalaba un fuerte convencimiento aseguró: “Históricamente vivimos batallas anticoloniales y desde ese punto de vista no hemos sido vencidos, aun cuando algunos autores así lo han escrito. No hemos perdido la guerra. Planteamos desde la utopía tawantina que antes de los 500 años se tiene que recomponer este cuerpo descuartizado, este territorio fragmentado y desorganizado. En ese sentido, para el mundo Aymara-Quechua los 500 años tienen un significado fundamental y es el momento preciso de restablecer nuestro poder, nuestra soberanía. El Estado moderno es en esencia, anti comunitario, anti ayllu. Entonces tenemos que desorganizar y hasta destruir al Estado moderno. No es posible que pueda convivir con el tawantisusyu porque tiene otra lógica. Hace 10 años atrás con las asambleas constituyentes “intentaron”, “trataron”, de liquidar al Estado colonial, pero en el fondo, paradójicamente, lo que hicieron fue recomponer al Estado moderno, enemigo del sistema civilizatorio indio. Y lo que estamos haciendo desde la conferencia india, que llevamos adelante todos los años, es contribuir a su desorganización. Este es un momento particular donde no hay Estado: es un Estado sin Estado, y esto no significa que Bolivia desaparece definitivamente, como algunos piensan”.

Cuando hablamos de alternativas verdaderas, no hay duda que desde los Andes se desprende como un faro la opción de un nuevo horizonte civilizatorio. Una propuesta que se construye en el silencio eterno del valle de Tiwanaku como esperanza de un modo de vida que desde la lógica “Qara” o blanca, nunca se podrá alcanzar. Una propuesta continental que nos incluye a todos y que nos invita asumirnos como protagonista del cambio, desde el lugar en el que estemos en este Abya Yala. Un mañana donde la diversidad formará parte de un todo que viva en tolerancia con cada una de sus partes, y sin la posibilidad que la hegemonía de la violencia se imponga disfrazada de un discurso político aplicado bajo técnicas de marketing. No habrá entonces más lugar para falsas democracias, ni travestismos ideológicos, ni narco Estados, ni más Evos Morales.

“No estamos pensando en 2032 como algo que viene por arte de magia o un mesías, sino un trabajo desde el ayllu, desde la familia. Hay condiciones para este momento. Lo único que nos falta es re articular estas fuerzas micros a nivel regional, a nivel macro y luego confluir en este gran momento de reconstitución del Tawantinsuyu, el sistema del ayllu. El pensamiento Pacha no es una opción solo para ayamras quechuas, sino que es un horizonte civilizatorio en contraposición a la modernidad occidental. En eso estamos todos de acuerdo, porque pueden existir otras formas de ver el mundo, la realidad, al medio ambiente, seguro hay muchas. Pero lo que estamos proponiendo es suspender al espíritu capitalista y salvar a la Pachamama porque están acabando con todo, con árboles, ríos, animales... Nuestro proyecto desde la ciudad de El Alto no es solo para el mundo aymara quechua, sino para toda la región, todo el planeta y la población mundial. Si un europeo o un norteamericano adoptan el sistema del ayllu, bienvenido, sería una contribución del Tawantinsuyu, así como lo fue la papa que ha contribuido a salvar del hambre a todo el occidente entero u otros productos forjados aquí en los Andes. Esa es nuestra visión no solo local, sino regional y mundial”.

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(*)Pachakuti Aqarapi Wanka: Fundador de la Escuela de Pensamiento Pacha. Nació en Tiyawanaku – Causaya (Qollasuyu- Tawantinsuyu), un 15 de septiembre de 1980. Es Magíster en Estudios Críticos del Desarrollo por el CIDES-UMSA, actualmente cursa el doctorado Multidisciplinario "Política Sociedad y Cultura" en el CIDES-UMSA.Tiene Diplomado en Educación Superior e Interculturalidad en la UMSA y otros estudios en teoría crítica y Pensamiento Pacha. Es Pensador y político indio, politólogo y abogado de profesión, fundador y miembro del Centro Multidisciplinario Wiñaypacha (CEMUWI), fundador de la Escuela de Pensamiento Pacha y fundador del Partido PACHA.Desde el 21 de diciembre (Qhapaq Raymi) de 2014 es autoridad Mallku de Tiyawanaku, nombrado por la autoridad Inqa del Estado Real del Tawantinsuyu. En la actualidad es uno de los ideólogos e impulsores de la Conferencia Indio- Tiwanaku yde la Agenda Atawallpa 2032. Ha producido varios ensayos y artículos académicos.

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Foto: www.bbc.com