Domingo 19 Mayo 2024

comomurio Por Jean Georges Almendras-25 de octubre de 2017

Cincuenta y seis profesionales, entre peritos y médicos forenses, y el Juez Gustavo Lleral, participaron el viernes 20 de octubre de todas las instancias de la autopsia del cadáver de Santiago Maldonado, en la Morgue Judicial de la calle Viamonte y Jujuy, de la ciudad de Buenos Aires. Y recién el lunes 23, el grueso de los técnicos que allí estuvieron, firmaron el protocolo de la autopsia, que consta de 67 páginas. Los restantes técnicos lo harán en las próximas horas. Y las primeras conclusiones apuntan a que el cuerpo del joven artesano y tatuador no presentaba signos visibles de lesiones algunas, restando determinarse otros aspectos considerados vitales y de suma importancia para la investigación. Concretamente, resta aún determinar: ¿cuándo se produjo el deceso? y ¿cuánto tiempo estuvo el cuerpo en el agua?. Y esto recién se sabrá en unas dos semanas, ya que restan aún realizarse una serie de estudios de laboratorio y complementarios, para que se esté en condiciones de redactarse las conclusiones finales, de una de las autopsias más mediáticas de la Argentina de hoy. No obstante, ya se presume, que su deceso habría sido por ahogamiento.

Luego de 13 horas de agotadora tarea médico-legal en la Morgue, los especialistas coincidieron en señalar que no se encontraron lesiones punzantes ni cortes ni contusiones, que puedan indicar una agresión de tipo externa. Ahora bien, los especialistas también definieron, en base a esa primera conclusión (de ausencia de lesiones) y el agua encontrada en distintos órganos (como la médula ósea y el pulmón) que como causa de muerte se presume el ahogamiento por inmersión, aunque recién esto será ratificado o no, tras los informes de los laboratorios y una muy exhaustiva mirada microscópica de los órganos.

En un excelente informe del diario Página 12 (que no está contaminado por el virus del periodismo que desde el 1ero de agosto no ha hecho otra cosa que informar mal y demonizar la lucha de las comunidades mapuches y lesionar la sensibilidad de la familia Maldonado y del mismo Santiago) se consigna que el informe primario de los especialistas enumera milimétricamente lo que se hizo y que los forenses (incluidos los veedores, designados por la familia Maldonado) pudieron acercarse y estar a escasos centímetros de la anatomía del fallecido y de todas las operaciones de autopsia.

Para desmentir a no pocos medios de prensa, empecinados en pregonar muy flechadas informaciones para distorsionar pútridamente la verdad y ensuciar la cancha (como forma de orejear a los gobernantes de turno) conviene que conozcamos (merced a una muy oportuna publicación de Página 12) algunos detalles del voluminoso informe: a) la apertura del féretro en el cual Santiago venía en una bolsa. El cuerpo estaba preservado por bolsas de hielo conocido como Rolito; b) En las radiografías que se hicieron primero, todavía en la bolsa, llamaron la atención algunos elementos metálicos. Hubo quienes pensaron en proyectiles. Finalmente se trató de aros que tenía puestos, dos aros que tenía en los tobillos, unas pocas monedas y una piedra de las que trabajaban los artesanos. Además se verificó la existencia de dos clips producto de una operación de vesícula. Como se sabe, en el pantalón tenía el DNI; c) El pesaje, vestido, dio 83 kilos (tal como lo anticipó Pagina 12). Es que Santiago tenía puesta una enorme cantidad de ropa: tres pullovers, una campera, tres pantalones, una bufanda, dos pares de medias y los borceguíes. En el bolsillo tenía una tolfa, o sea un pequeño bastón replegable. En la ropa estaban enganchadas algunas ramas. Cuando luego se lo pesó desnudo la balanza registró 52 kilos. O sea que la ropa mojada pesó unos 31 kilos, algo que actuó como un plomo en el agua. Se verificó que era un cuerpo bien alimentado pero de una persona delgada. Santiago era vegetariano; d) La identificación se hizo después de tratar las manos con alcohol debido a lo que llama manos de lavandera, que es el efecto de arrugamiento que se produce en el agua. Después de eso, con un guante y tinta, se tomaron las muestras para las huellas digitales. Hubo más de 12 puntos específicos en los cuales se pudo hacer la identificación, por lo que quedó acreditado que el cuerpo era de Santiago Maldonado: e) No se registraron lesiones óseas de ningún tipo, ni nuevas ni viejas. Santiago nunca tuvo ninguna lesión. Por ejemplo, se tomaron radiografías de la nariz porque algún forense tuvo dudas y se verificó que no tenía ni fractura ni golpe. Se revisaron con lupa los nudillos, para ver si había lesiones defensivas. Y en ninguna parte del cuerpo se observan ni contusiones ni heridas cortantes ni punzantes. Aunque esto no lo dice el texto, los forenses consultados por Página 12, señalaron que una autopsia no detecta si hubo algún forcejeo ni si lo empujaron al agua; f) Se sacaron muestras de debajo de las uñas por si se detecta ADN de otra persona; g) Los elementos que hablan de un ahogamiento por inmersión son la ausencia de lesiones y, especialmente, el líquido en la médula que está adentro del fémur, así como el líquido en otros órganos. Específicamente se mandó a estudiar el pulmón: los patólogos dirán, tras mirar el órgano en el microscopio, si las lesiones provienen de que Santiago cayó o fue empujado al río y respiró agua; h) Se tomaron muestras de los pies para que también los patólogos les apliquen en laboratorio una serie de colorantes que permiten establecer, aproximadamente, cuánto tiempo estuvo sometida la piel al agua. Es otro de los informes que estarán dentro de dos o tres semanas; i) De los líquidos extraídos del cuerpo se enviaron muestras a la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA para que los biólogos determinen si los microorganismos que están en el líquido se corresponden con los del río Chubut y también cuánto tiempo llevaba el cuerpo en el agua. Muestras de la ropa y de esos mismos líquidos también fueron enviados a los entomólogos de la Universidad de La Plata. Ellos estudian la presencia y la evolución de los insectos con el mismo objetivo, saber si se corresponde con el río Chubut y cuánto tiempo llevaba en el agua; j) Desde Chubut se esperan muestras no sólo del agua sino también informes de las temperaturas en la orilla y en el centro del río, así como en la superficie, a profundidad media y en el fondo. Son elementos que se toman en cuenta también para calcular el tiempo que estuvo el cuerpo en el agua.

Entonces, el panorama es claro. Si se confirma que Santiago se ahogó efectivamente, tras los informes que restan realizarse, las preguntas siguientes a responder se relacionan estrechamente a la circunstancias y a la forma en que se ahoga; y después a lo que ocurre después.

¿Ahogo accidental, cuando luchaba con sus captores los Gendarmes?¿Ahogo intencional (provocado) por sus captores los Gendarmes, cuando éstos –como es norma de los métodos de la represión- lo reducen violentamente sujetándole brazos y piernas, o colocándole una rodilla por encima de la espalda?

Ahogo accidental, o ahogo intencional, las responsabilidades corren por estricta cuenta de los funcionarios (de los Gendarmes) que están con él, en pleno ejercicio de una operación represiva, con el agravante de que la orden judicial de intervención policial no incluía entrar al predio de la Pu Lof de Cushamen, escupiendo plomo y violencia. El corte de ruta, que tampoco era tal, sugería únicamente el desalojo de la carretera y no avanzar (o cargar) sobre los mapuches, que no portaban ni cortes, ni armas de fuego.

Entonces, suponiendo (aclaremos bien, suponiendo) que Santiago se ahogó accidentalmente –que lo dudamos verdaderamente- igualmente la Gendarmería cometió un delito muy grave: llevarse a Santiago del lugar (se ignora si estaba vivo aún o ya fallecido) (se ignora si para darle asistencia, y eso no creemos que haya pasado), esconderlo (¿en una repartición estatal?¿en unas instalaciones cercanas de alguna empresa privada con infraestructura de congelados de enfriamiento casero o industrial?) , mantenerlo (o mantener su cuerpo) ilegítimamente fuera del alcance de su familia y de las autoridades (¿y bajo la tutela de quien o quienes?) y finalmente, plantarlo en las aguas del río Chubut, 78 días después, en el marco de una maniobra inexorablemente criminal, por donde se la mire.

¿Cómo murió? y ¿Cuánto tiempo estuvo el cuerpo en el agua? En pocos días sobrevendrán las respuestas científicas, que por otra parte, ya se van perfilando como un tsunami judicial y político en proceso, y de insospechadas derivaciones.

Entonces, si así ocurrieron los hechos (con el típico y sucio sello del terrorismo de Estado, en democracia) Gendarmería Nacional (es decir, el Estado argentino: el gobierno de Mauricio Macri, su Ministra Patricia Bullrich, Pablo Noccetti, y muchos más, y entre ellos el juez recusado Guido Otranto, y la misma Fiscal Silvina Ávila) deberán dar muchas explicaciones, primero a la Justicia y después a la sociedad argentina y mundial.

Y creemos que el Juez Gustavo Lleral sabe o intuye perfectamente la gravedad del delito cometido, y por quienes. ¿Investigará hasta el hueso o se dejará torcer?

*Foto de Portada: www.minutouno.com