Por Jean Georges Almendras-13 de octubre de 2017
Sobre el mediodía del jueves 12 de octubre, sorpresivamente, una jueza del Tribunal (Dra. Yanine Rios)designado para el juicio oral al ex intendente de Ypehjú Vilmar “Neneco” Acosta, anunció oficialmente que ahora el mismo se habrá de iniciar el día 23 de octubre, contrariando el anterior informe oficial (del día martes) de que esto ocurriría recién en el mes de marzo del año 2018. La resolución causó igual asombro al que se vivió cuando el Presidente del Tribunal, el juez Ramón Trinidad Zelaya, informó la postergación del juicio oral a Acosta, para el próximo año.
Sin descartar que quizás el próximo 23 de octubre, las “chicanas” de la defensa de Vilmar Acosta (u otras inesperadas sorpresas) puedan surgir una vez más, y se dilate el inicio del juicio, el anuncio de que ese día el ex intendente será ingresado esposado y con la cara de niño sonriente al Palacio de Justicia, no deja de ser una pequeña luz de esperanza para que finalmente se comiencen a correr los velos de la impunidad, y los crímenes de Pablo Medina y de su asistente Antonia Almada puedan ser juzgados debidamente, y que el único responsable hasta ahora a disposición del Tribunal, pueda ser sentenciado con una pena dura, en función de la gravedad del delito del que se le imputa: autor moral (intelectual) (ideológico) del doble crimen. En cuanto a los sicarios, uno está detenido en el Brasil aguardando ser extraditado y el otro continúa prófugo.
A como está planteado este tema, no hay mucho para decir. Lo único concreto es que ahora el Tribunal (integrado por los jueces Benito González, Yanine Rios y Ramón Trinidad Zelaya, como Presidente) deberá prepararse como corresponde para que el lunes 23 de octubre se den todas las condicionantes para que la impunidad en torno a este doble asesinato vaya perdiendo terreno y se haga justicia.
A pesar de todos estos cambios de fechas y de situaciones inesperadas, generaron un clima de indignación y de desconfianza en el sistema judicial, no hay duda que la realización del juicio oral a “Neneco” Acosta se hace en extremo necesaria, si al menos se pretende que la Justicia paraguaya recupere credibilidad.
Porque no hay que olvidar que el cambio de fecha, no fue una “chicana” aplicada por la defensa de Vilmar Acosta, sino que fue una insólita (y significativa) movida de pieza de ajedrez que partió nada más ni nada menos que del Tribunal legítimamente designado, cuyo Presidente explicó que la postergación (inicialmente para el año 2018) se debía a una “carga laboral” que impedía el inicio del juicio. Fue una resolución que nunca se había visto en Asunción.
¿Seguiremos siempre por el camino de las sorpresas? Esperemos que no. Esperemos que el 23 no acontezca nada y que nadie se venga con algo bajo la galera.
Esperemos. Entre tanto, Vilmar “Neneco” Acosta , este lunes 16, desde la cárcel de Tacumbú, no podrá evitar que se concreten los homenajes a Pablo y Antonia.
Ni tampoco podrá evitar que en las puertas del Palacio de Justicia, se vean pancartas reclamando justicia para sus víctimas y exigiendo que la impunidad no siga haciendo estragos en la sociedad paraguaya.
Foto de Portada: www.portaldecuruguaty.com