Para la comisaría los participantes son noventa mil. Lo absurdo de la cifra “en rebaja”, asume connotaciones aún más grotescas, de frente al “río” de personas que desde Plaza de la República se encamina a través de Calle de las Termas de Diocleciano, pasa por plaza Esquilino, calle Merulana, calle Emanuele Filiberto hasta confluir con el “mar” de Plaza San Giovanni.
El recorrido que lleva hasta Plaza San Giovanni está invadido literalmente, por una manifestación que parece no tener fin. Cuando la cabeza del cortejo llega a la plaza, que ya está llena de personas, el resto de esta gran serpiente humana, está de pie a lo largo de toda la calle. Es un sábado soleado, hombres, mujeres, familias enteras, chicos y chicas desfilan para pedir la dimisión de un Primer Ministro indigno de gobernar este país.
Miles de voces que se superponen en tantos coros espontáneos. “Dimisión” es el grito que se oye más, pero también “a la cárcel”, “¡fuera la mafia del Estado!”, hasta llegar a los coros bi-partidista, "D'Alema... Berlusconi: “¡fuera de las pelotas!”. A la cabeza del cortejo está también Gianfranco Mascia, líder del famoso comité: “Bo.Bi Boicottate il Biscione” (Boicoteen a la Serpiente), que en 1993 marcó el inicio de una forma de protesta contra el poder económico de Berlusconi, que unido a la posesión de las televisiones comerciales, ya estaba orientando a la política italiana hacia la deriva de todos los valores.
Centenares de agendas rojas que se levantan hacia el cielo, capitaneadas por Salvatore Borsellino, que junto a Sonia Alfano y Gioacchino Genchi desfila en medio del cortejo; el hermano del juez Borsellino está rodeado de ese pueblo que pretende la verdad sobre los atentados del 92’ y 93’.
Mientras tanto en la plaza no queda ni un rincón libre. Entre la gente están también Antonio Di Pietro, Luigi de Magistris y el Idv (Partido Italia de los Valores) por completo, algunos exponentes del Pd -Partido Democràtico- (en neta minoría), Comunistas Italianos, Rifondazione Comunista e Izquierda y libertad.
Sobre el palco Massimo Malerba, portavoz del No Berlusconi Day, presenta las intervenciones de los relatores. Una contribución en video llega de la astrofísica Margherita Hack, que invita “vivamente” a Berlusconi a hacerse procesar, a continuación el actor Ascanio Celestini es quien sube al palco, recitando “un empresario de mierda que produce y distribuye mierda”. La gente aplaude, pero también hay amargura y rabia al escuchar un monólogo que encierra la esencia de una sociedad aniquilada por el vacío que avanza. Domenico Gallo de Articolo21 recuerda que “la Constitución es nuestra Patria", esperando que esa gravísima fragmentación se re-compacte en las fuerzas vivas de la sociedad civil.
Y es el director Mario Monicelli que desde el palco pide a viva voz “igualdad, justicia y derecho al trabajo”, estimulando a “mantenerse firmes”. Después el testimonio de dos chicas florentinas, sobre su experiencia en los campos de trabajo de la asociación Libera, sobre los terrenos confiscados a la mafia, es el turno de la participación de Giorgio Bocca. “Veo una crisis del Estado en el Estado”, comienza el gran periodista y escritor, para luego subrayar el peligro por la libertad de información y sobre todo “por la libertad de palabra”. “Berlusconi es la antítesis de la democracia”, prosigue Bocca, explicando que Berlusconi tiene tanto consenso en nuestro país “porque una buena parte de Italia ha sido y es fascista”, resaltando que sería hora de que “el Pd hiciese la oposición”.
Después del despiadado análisis sobre cómo es visto nuestro país en el exterior, hecho por la periodista finlandesa Liisa Liimatainen, corresponsal desde hace más de 20 años en Italia, es el momento del actor Ulderico Pesce. El drama de la inmigración visto a la luz de las leyes Bossi-Fini y el neo-racismo reflorecido en Italia, son los primeros temas de su intervención. “Italia se ha vuelto racista” grita Pesce, que subraya el silencio-beneplácito en tal sentido de la iglesia “¿dónde carajo está el Papa?” y la oposición “¿dónde carajo está la izquierda?”, hasta el ataque final a Berlusconi “¡vete eres tú quien está detrás de los atentados, eres tú quien es un mafioso y que haces avergonzar a Italia de frente a todo el mundo!” Un estruendo se alza desde la multitud.
Las palabras de Enza Blundo, maestra de L’Aquila, que después del terremoto fundó el comité “Ciudadanos para los ciudadanos”, llama la atención hacia las mentiras de Berlusconi con respecto a las donaciones de las casas para quienes sufrieron el terremoto. Falsedades manifiestas, que resuenan con la realidad de los hechos “una guerra entre pobres” hechas para acapararse un harapo de casa, con una militarización del territorio que no tiene precedentes.
Sobre un muro resalta un cartel que lleva la foto del Boss Al Capone, con escrito “Arrestado en 1929 por evasión fiscal”, pero es la inscripción la que llama la atención: “Querido Silvio sé lo que significa ser perseguido por los jueces sediciosos”.
Massimo Malerba llama al palco a Salvatore Borsellino, mientras desde las primeras filas se alzan las agendas rojas, al grito de “fuera la mafia del Estado”. Comienza a hacer frío, Salvatore está concentrado en lo que tiene que decir. El hermano del juez Borsellino está “embriagado” por ese “fresco perfume de libertad” que percibe desde la plaza, cuenta como este año se ha logrado impedir a los políticos y a esos “buitres”, profanar con su presencia en Vía D’Amelio, el día del aniversario del atentado. "Renato Schifani no quiere aclarar las relaciones que tuvo con la mafia en su estudio profesional – grita Salvatore mientras toda la plaza silba con desaprobación – y dice que esto es el vilipendio de la Constitución. ¡Pero el verdadero vilipendio es que personas como Schifani y Berlusconi ocupen las instituciones!”
El pueblo del NoBDay lo aclama. “Yo quiero preguntarle a Berlusconi ¿por qué ha dicho de los jueces que investigan los atentados que estaban complotando en su contra? ¡Esto es admisión de culpa! “Hoy finalmente – continúa Borsellino – algunos colaboradores de justicia (mafiosos arrepentidos) cuentan la verdad sobre cómo Berlusconi ha llegado al poder, sobre cómo han sostenido a su partido. A mí no me importa nada de las Escort y del proceso Mills. Yo estoy aquí para que la mafia salga del Estado y de las instituciones y yo estoy aquí para defender el derecho de Berlusconi, para defender su derecho a ser procesado, así podrá disipar las dudas que le conciernen”.
La gente aplaude ininterrumpidamente. “¿Cómo podemos aceptar a un Presidente del Consejo que ha negociado con los criminales de la mafia organizada? ¿Cómo podemos aceptar a un Presidente del Consejo cuyo partido ha sido puesto en pie con capitales de la criminalidad organizada? ¿Cómo podemos aceptar a un Presidente del Consejo que es chantajeado por la criminalidad organizada? Nosotros no podemos permitir que esto suceda. No podemos permitir que sea la criminalidad organizada la que lo saque del puesto. Porque es esto lo que según algunos arrepentidos está sucediendo. ¡Tenemos que ser nosotros los que tenemos que echar a Berlusconi del puesto en el que se encuentra!” “Parece que la criminalidad organizada lo quiere sacar del puesto, porque no habría respetado los pactos – explica el hermano de Paolo Borsellino – está sucediendo lo que le sucedió a Lima. Quizás ahora la mafia, creyendo que no ha respetado los pactos lo quiere hacer caer. Pero yo digo: ¿qué tendría que haber hecho Berlusconi además de lo que ha hecho, si todas las leyes que han sido hechas, son los pagarés que han sido pagados a la criminalidad organizada?” “Gracias a este Presidente del Consejo ¿que ha sido de las leyes sobre los colaboradores de justicia?”.
“El escudo fiscal – prosigue luego el hermano del juez asesinado en Vía D’Amelio, ¿qué es sino un lavado de dinero de Estado? Todas estas leyes son los pagarés que Berlusconi está pagando a quien lo puso en ese puesto”.
Salvatore Borsellino recuerda la gravedad de la ley sobre los bienes confiscados a la mafia, puestos en subasta y que serán comprados nuevamente a través de esos capitales mafiosos que reingresan a Italia gracias al escudo fiscal. “Ya no vivimos más en un país sostenido por la Constitución Democrática – subraya Salvatore con amargura – sino en un país en el cual los principios están regidos por el manifiesto de renacimiento democrático de la Logia P2. Hoy al poder están la masonería y la criminalidad organizada” Los aplausos de aprobación a veces sobrepasan su voz. “Berlusconi dice que las investigaciones en las cuales los jueces complotan en contra suya son historias viejas – grita con fuerza Borsellino – ¿pero son historias viejas que un juez mientras tocaba el timbre de la casa de su madre, fue hecho pedazos? ¿Son historias viejas los restos de Emanuela Loi que fueron mandados en un ataúd a Cagliari con una factura por transporte? Es el mismo Estado que paga los vuelos de las Escort y las prostitutas”. “¡Estos chicos son héroes, no Vittorio Mangano!”.
Luego, refiriéndose directamente al Primer Ministro exclama: “¡Esos son tus héroes! Nuestros héroes tienen otro nombre, se llaman: Agostino Catalano, Claudio Traina, Emanuela Loi, Vincenzo Li Muli, Walter Cosina. Son los chicos que le hacían de escolta a Paolo. Chicos que como tantos otros se habían puesto en fila detrás de su puerta para pedirle de ser su escolta. Eran servidores del Estado que se ponían en fila para ir a morir. ¡Iros donde vuestros héroes! Iros a la tumba de Vittorio Mangano y poned vuestras coronas. ¡Mis agendas rojas ya no les permitirán poner un pie en Vía D’Amelio! La plaza está literalmente capturada por las palabras de este hombre.
“Hoy – concluye Salvatore Borsellino – en medio a estas agendas rojas están miles de Emanuela Loi, miles de Walter Cusina…Y son éstos chicos con quienes nosotros haremos la escolta a aquellos jueces que finalmente están tratando de quitar el velo sobre estos atentados. Le haremos de escolta a Sergio Lari, le haremos de escolta a Antonio Ingroia, a Nino Di Matteo… ¡A estos jueces no los podrán asesinar! Porque a estas personas nosotros las honramos y tenemos confianza en ellos. Que Berlusconi se vaya de Italia. Queremos que en este país se vuelva a sentir el fresco perfume de libertad que hoy siento en esta plaza”. La emoción estalla en un aplauso, mientras Salvatore grita tres veces “¡Resistencia!”
El Premio Nobel, Darío Fo, junto a su mujer Franca Rame, representan justamente un pedazo de esta resistencia. “¡Aquí hoy ha sucedido algo que comprenderemos dentro de algunos años – comienza el gran dramaturgo – es algo histórico!”.”Nosotros no nos echamos atrás, continuaremos esperando a que lo lograremos. ¡A aquellos jóvenes que piensan en dejar el país, yo les digo que no! ¡No os vayais, quedaos aquí! ¡Llegará el momento de alegría también para nosotros!”
Un pedido al cual se une Moni Ovadia, actor y director de origen búlgaro, criado en Italia. “¡Este es un país vivo – comienza Ovadia – no es un país de siervos y súbditos!”. “Nos han expropiado nuestra lengua, han borrado conceptos tales como la igualdad, el anti fascismo, la dignidad, definiéndonos: consumidores usuarios. ¡Han transformado la política de la confrontación de ideas, en el salón de las agresiones!”. “Se les ha dejado hacer”. El dramaturgo subraya que “¡por parte de la oposición ha habido mucha sumisión!” “¡No podemos ser sumisos con respecto a quienes nos han quitado la dignidad y quienes nos han despojado de la democracia.” Para luego concluir con el augurio de que “¡esta manifestación sea un punto de partida para reconstruir la historia y el futuro de éste país!”
También la cantante Fiorella Mannoia sube al palco para revelar su afinidad a la manifestación, con el pedido de “un país normal”. En las palabras de Renato Accorinti, del Comité NO PUENTE, el pedido a “no lamentarse”, subrayando la importancia de “actuar”, pidiendo un minuto de recogimiento por las víctimas olvidadas del aluvión de Giampilieri (Mesina). Una tragedia sobre la cual pende la ineficiencia de los gobiernos que se han sucedido a lo largo de 40 años.
“Yo no tengo miedo a Berlusconi en sí – Accorinti sopesa las palabras – sino del Berlusconi en mí”…Y es justamente la subcultura que se ha infiltrado en las últimas generaciones, que las ha vaciado de ideales y de valores, el aspecto todavía más temible del lúgubre y grotesco personaje, destinado al desprecio de los que vendrán como lo es Silvio Berlusconi. Un virus nefasto que se ha insinuado en el interior de un pueblo débil, pero igualmente complaciente y cómplice de los crímenes de su dueño. Un potencial antídoto, antes de que éste cáncer se convierta en metástasis, se ha visto ayer en Roma.
El color violeta de ese pueblo puede sustituirse por la capa negra que domina el presente e hipoteca el futuro. Ese color permanece como advertencia para quien nos gobierna, pero sobre todo es un último aviso a quien de una vez por todas tiene que oponerse. Antes de que sea demasiado tarde.

Para mayor profundización: http://www.noberlusconiday.org/

Video de la intervención de Salvatore Borsellino:
http://www.19luglio1992.com/index.php?option=com_content&view=article&id=2172:prova-video-salvatore&catid=18:i-video&Itemid=33