Ambas subalternas al materialismo más desenfrenado, al consumismo más obtuso, al egoísmo más villano. Ambas lejanas miles de millas de toda idea de solidaridad y justicia. La única buena noticia es que el Patrón ha exagerado y que muchos católicos no pueden digerir también este último insulto.
Pero Berlusconi no estaría donde está ahora si la Iglesia Católica no lo hubiese legitimado, a cambio de tantas treinta monedas que ha recibido y por las cuales se ha dejado comprar (comenzando por el financiamiento de la escuela privada y la lista resultaría larga).
Y se continúa propagando la ruina moral del país. Sus eminencias reciben a Bossi* – el fascismo italiano en su reedición secesionista – y no tienen el coraje de negar la hipótesis de un nuevo y peor compromiso a cambio de una píldora. Y así remachan el clavo del compromiso con este poder podrido, antidemocrático y anti-humano.
Berlusconi ha corrompido incluso a la Iglesia: éste es el mensaje.
Si fuese católico me avergonzaría, lo mismo que si fuera de izquierda me avergonzaría de aquellos que la han llevado a este atracadero de prostíbulo.Extractado de: MegachipNota: * Dino Boffo, periodista italiano. Director del diario “Avvenire”, de inspiración católica.         
* Umberto Bossi, secretario del partido italiano Lega Nord