La primera edición fue hecha en el 2003, ese mismo año la presentación tuvo lugar en Palermo, en presencia de numerosos magistrados de la fiscalía de la capital siciliana. Desde ese momento comenzaron a hacerse varias presentaciones en toda Italia. En el 2008 El Consejo Regional de Le Marche tuvo oportunidad de conocer la preciosidad de una documentación de tal tipo y decide preocuparse por la segunda edición. Ese mismo año el libro es presentado en la prestigiosa Feria Internacional del Libro en Turín. Y así inicia un nuevo camino. A distancia de 7 años de la primera edición, la profundidad y la gran actualidad de las palabras de Paolo Borsellino vuelven a asomarse en un momento histórico de entre los más críticos que nuestro País haya atravesado nunca. El teatro ahora está lleno. Centenares de personas agolpadas en la platea y en la galería. Muchos quedan de pie. Vía internet en directo vía streaming hay 500 oyentes conectados desde todo el mundo. La moderadora del encuentro es Anna Petrozzi, jefa de redacción de ANTIMAFIADuemila, quien acuerda con el Intendente de Sant Elpidio a Mare, Alessandro Mezzanotte, que sea él en dar el saludo inicial. Giorgio ha regresado desde hace poco de un viaje, se ven en su rostro los signos de su cansancio, en su mirada los tantos pensamientos que lo acompañan constantemente, pero también esa luz y esa serenidad que lo invade a pesar de todo. Giorgio está en silencio cerca del ingreso, espera la llegada de Salvatore Borsellino que todavía no ha llegado de Ancona, donde ha tenido otro encuentro con los estudiantes de la facultad de ingeniería. El tiempo pasa mientras la gente sigue llegando. Luego finalmente Salvatore cruza el umbral, abraza a Giorgio y juntos suben al escenario. Un largo aplauso recibe al hermano de Paolo Borsellino. Extenuado por el viaje y por el encuentro precedente. Se sienta en el sillón junto a Giorgio y le pone una mano en el hombro. Permaneciendo así por mucho tiempo. Con su brazo apoyado en Giorgio en un intercambio recíproco de fuerza y apoyo.
Los clarísimos ojos azules de Salvatore reflejan un cansancio que no conoce tregua. Cuatro conferencias en dos días. En estos últimos meses los encuentros públicos se han multiplicado a desmedida desde el norte al sur de Italia. Su pueblo, el de las “agendas rojas”, crece día a día, sin distinción de edad o clase social. Pero las fuerzas que lo sostienen son puestas a prueba cada vez más duramente. Y es en esos momentos en los que sucede algo que no tiene nada de humano. Es él mismo quien lo admite con una desarmadora sonrisa cuando le preguntan cómo hace para mantener ese ritmo. “Es mi hermano el que me da la fuerza…es Paolo”…Y allí te das cuenta de que junto a Paolo también está esa luz Crística que sostiene a los instrumentos del Cielo como Giorgio, Don Ciotti, Alex Zanotelli y otros. Pero también es la rabia la que lo mantiene en pie, cuando cualquier otra persona en sus mismas condiciones caería postrado al suelo. En la sala no vuela una mosca. Anna introduce impecablemente el encuentro, ilustrando el nacimiento y la realización del proyecto editorial “Justicia y Verdad”. A continuación el Intendente de Sant’Elpidio a Mare hace los honores de casa. Más allá de la retórica de los discursos oficiales el Dr. Mezzanotte agradece sentidamente a Salvatore Borsellino recordando el ejemplo de Falcone y Borsellino y de los magistrados que junto a las fuerzas del orden rinden honor a esas “togas colgadas en la pared manchadas de rojo sangre”…a través del respeto de las reglas, cumpliendo solamente con su deber. El intendente de Sant’Elpidio a Mare concluye su intervención citando una frase de Paolo Borsellino: “Quien tiene miedo muere cada día, quien no tiene miedo muere una sola vez”, abrazando luego a Salvatore. Anna le pide a Giorgio que explique el motivo por el cual la política, de derecha y de izquierda, nunca han puesto como prioridad en su propia agenda, la lucha contra la mafia y el motivo por el cual es tan importante conocer el real significado del atentado de Vía D’Amelio. Luego de haber contado como se ha llegado a la realización del libro “Justicia y Verdad”, Giorgio se adentra en la cuestión política del fenómeno de Cosa Nostra. El director de ANTIMAFIADuemila afirma con convicción que el atentado de Vía D’Amelio “es la llave que abre la puerta hacia la Segunda República” ya que “luego del asesinato de Giovanni Falcone se había decidido en la más alta cúpula del poder oculto (y no solo de éste) de Italia, la indispensable eliminación del juez Borsellino, quien se había convertido en un obstáculo que podía frenar la instauración en nuestro País de un régimen. Un régimen que en este momento es el que gobierna, podemos llamarlo fascista, peduista, masónico…mafioso”. En uno de los últimos capítulos del libro está el elemento cristológico de la figura de Paolo Borsellino, que valoriza las enseñanzas de Cristo: el sentido de la justicia, del sacrificio y de la humildad. “Nosotros queremos conocer la verdad sobre el atentado de Vía D’Amelio” resalta Giorgio al retomar el discurso. Pide que se haga luz sobre las <<lagunas inexploradas>> que rodean el atentado, recordando que ha sido el mismo Salvatore, junto a su movimiento de jóvenes, los que han dado un fuerte impulso a la búsqueda de la verdad. Esa verdad que se quiere ocultar dando vuelta la realidad, donde un asesino mafioso como Vittorio Mangano, el “caballerizo” de Arcore, es definido como héroe por el primer ministro y por su brazo derecho Marcello Dell’Utri. Y precisamente sobre la figura de Mangano, Giorgio concluye la primer parte de su intervención, recordando a los presentes la última entrevista que se le hiciera a Paolo Borsellino (publicada recientemente en Dvd por “Il Fatto Quotidiano”), en la cual el juez definía a Mangano como que era quien hacía de puente de la mafia entre la Sicilia y el norte de Italia, e incluso una “puente entre la acumulación de riquezas y de las inversiones de Cosa Nostra en el norte. Un prolongado aplauso acompaña las palabras de Giorgio mientras Anna presenta a Salvatore. El cansancio se nota a través de su tono de voz. El andar es más lento de lo normal, pero la fuerza de sus palabras va más allá de toda condición humana. Las personas quedan literalmente capturadas por la sed de justicia de este hombre que no se dará paz, hasta que no la obtenga. Pero Salvatore tampoco se da paz por los 7 años en los que estuvo quieto, bloqueado por el dolor y por la desilusión de nunca poder obtener justicia. Y es esta rabia suya, éste sentirse en deuda constantemente lo que le quema dentro y que alimenta la adrenalina que le hace conducir cientos de km por día. Con un hilo de voz, Salvatore habla de los chicos que a través de facebook, a través de internet, se unieron en torno a él, en una apremiante solicitud de verdad. Esos mismos jóvenes que alzando una “agenda roja” en sus manos impidieron el año pasado, por primera vez, que en Vía D’Amelio se asistiese al usual depósito de las coronas de flores por parte de las autoridades. “Sólo si se hace justicia yo podré sepultar a mi hermano” –resalta lentamente Salvatore- sólo así podré llorar a mi hermano”…La gente está conmovida, pero Salvatore explica que su objetivo no es el de conmover a las personas, sino el de hacer indignar a las personas a tal punto que cada uno se convierta a su vez en un instrumento de esa búsqueda de la verdad. Inmediatamente cuenta de su viaje a Sestu (Cerdeña) a la tumba de Emanuela Loi. Un viaje que Salvatore esperaba desde hacía años y que pudo concretarse junto a una parte de ese pueblo de las “agendas rojas” presente en Cerdeña, organizando una marcha y una conferencia el pasado 12 de febrero. Luego continúa con su viaje en la memoria. “Aquél 19 de julio llegué a Palermo después de la medianoche y cuando llegué a Vía D’Amelio, ya no estaba ese infierno…ese infierno que hace poco tiempo tuve la posibilidad de ver…hace poco obtuve un video filmado por los bomberos inmediatamente después del atentado…me decían que no lo mirase, porque hay escenas terribles…y yo en cambio lo miré porque esas cosas sucedieron, es inútil cerrar los ojos y no mirar… ¿de qué sirve? ¡Puedo incluso ver a mi hermano sin un brazo y sin piernas, porque en realidad mi hermano está muerto en el cuerpo, pero mi hermano en todo caso está vivo, está vivo no ha muerto!”…El público lo abraza con un aplauso que surge espontáneo. Esa calle estaba llena de pedazos de carne – Salvatore continúa sin detenerse – llena de sangre que corría y que bañaba esa tierra donde hoy crece ese olivo que hizo plantar mi madre… ¡Pero esas cosas sucedieron! Lo que es terrible es que no se haya hecho justicia por lo que sucedió…y que no haya salido a la luz la verdad, es por esto que yo tengo que luchar, tengo que gritar ¡¡resistencia, resistencia, resistencia!! La voz de Salvatore está a punto de quebrarse, pero la gente explota en un nuevo aplauso que tiene la capacidad aliviadora de cubrir su herida. “Nosotros no tenemos que aceptar vivir en un País como éste…Todos hablan de Berlusconi… ¡pero la culpa de lo que sucede es nuestra, la culpa es nuestra porque no nos rebelamos! Luego Salvatore expresa un sentimiento de desprecio dirigido a aquellos que la noche del terremoto en el Aquila tuvieron el coraje de reírse pensando en los lucrativos negocios que llegarían para la reconstrucción.
La falta de una verdadera oposición política es uno de los puntos dolorosos que Salvatore toca sin rodeos. Es palpable su amargura, con respecto a la elección del Idv (partido Italia de los Valores), de apoyar en la región Campaña a un candidato condenado en 1° grado y actualmente bajo proceso como Vincenzo De Luca y la vive como una verdadera traición. Así como por la elección de la alianza Pd-Idv con el Udc en Le Marche para las próximas elecciones regionales. Cuestiones gravísimas sobre las cuales Salvatore es intransigente. En las primeras filas están algunos exponentes políticos de la izquierda que no pestañean. “Con estas agendas rojas, nosotros tenemos que hacerles de escolta a los jueces de hoy, jueces valientes que están investigando sobre los atentados del ’92 y ‘93”. A este punto la voz de Salvatore se ha alzado de nivel. Grita, mientras se intercalan los aplausos. Habla de su búsqueda interior de Dios, al día siguiente del atentado: “En esos momentos yo entendí qué cosa era Dios, gracias a mi hermano…yo a Dios lo sentía, lo veía, identificaba a Dios en el amor…pero el amor que está dentro de cada uno de nosotros, el amor que es un organismo único, que tiene una vida propia y del cual un pedazo vive en cada uno de nosotros…Tan grande tenía que haber sido la fe de mi hermano como para lograr comunicarme estas cosas a través de su ataúd. Yo soy como ese ciego que ha visto las estrellas, que ha visto el sol en su vida y luego tiene que contar qué cosa es el sol y qué son las estrellas… y no lo puede contar…porque ¿cómo se hace para contar qué son las estrellas y qué es el sol?...Hoy me siento ciego…yo vi esas cosas, las viví y me las ha hecho vivir mi hermano y hoy de nuevo estoy ciego…hoy he perdido esa fe, ya no logro encontrarla…soy como un ciego que recuerda el sol, recuerda la luz y que espera poder volver a verla”. La gente explota en un larguísimo aplauso. Todos se ponen de pie capturados por ese momento, perdiendo completamente la noción del tiempo, así como dice Anna al retomar la palabra. “Recuerden los nombres de estos magistrados –resalta lentamente Giorgio- magistrados a los cuales Salvatore les ha pedido que hiciesen justicia, que acogieron su pedido y que están trabajando…recuerden estos nombres: Antonio Ingroia, Nino Di Matteo, Sergio Lari, Roberto Scarpinato y otros… ¡Hagan de forma tal que no suceda nuevamente lo que les sucedió a Falcone y a Borsellino, porque estos nombres algún día pueden transformarse en tristemente famosos y nosotros tenemos que impedirlo!”. Salvatore toma el micrófono y agrega tranquilamente: “En estos días estoy reviviendo lo que vivía en el ’92, antes de que fuese asesinado mi hermano, es como si tuviese que pasar algo…Atención, atención, porque esos atentados que ya no suceden desde hace años, podrían recomenzar de un momento a otro. Para aquellas personas que hicieron asesinar a Paolo y a Falcone podría ser necesario volver a esos métodos… ¡es por ello que tenemos que estar cerca de estos jueces, como han hecho los chicos de la ciudad de Caltanissetta, que eran 4.000! No había sucedido nunca en Caltanissetta…Esos chicos estaban allí para la escolta civil a esos jueces…Esos chicos que no vienen a preguntar << ¿qué podemos hacer?>> ¡lo hicieron y basta! ¡Y es necesario que lo hagamos también nosotros, no tenemos que volver a llorar a otros magistrados! ¡Tenemos que protegerlos ahora! ¡Tenemos que lograr que nuestro desgraciado país deje de necesitar héroes!” Salvatore y Giorgio le explican a los presentes el significado fundamental de las palabras “prescripción” y “archivo” que no tienen nada que ver con la plena absolución. Luego de haber recordado el archivo de las causas contra Berlusconi y Dell’Utri, en las primeras investigaciones sobre los mandantes externos de los atentados del ’92 y ’93, densas de elementos pesados a cargo de ambos, pero que no lograron dar lugar al procedimiento, Giorgio cita el caso del senador Giulio Andreotti. Los desinformadores como Bruno Vespa gritan en televisión por la plena absolución para uno de los hombres más poderosos de Italia. Pero la verdad es otra. Sobre Andreotti pesa la prescripción del crimen de asociación para delinquir, pero consta en todo caso que el delito ha sido cometido hasta la primavera de 1980. El Senador Andreotti ha sido reconocido responsable por sus relaciones con Cosa Nostra, hasta 1980, por el delito de asociación para delinquir (la asociación mafiosa, con el artículo 416 bis, fue introducida solo después de estos hechos). Pero en lo que se refiere a las acusaciones sucesivas a la primavera de 1980, la Corte de apelación lo ha absuelto por insuficiencia de pruebas. Y por lo tanto, debido a una falsa y tendenciosa información, Giulio Andreotti parece que sea totalmente inocente. Respondiendo a una pregunta del público Salvatore explica un concepto fundamental: “Nosotros en Sicilia sabemos bien qué es la mafia porque hemos visto la sangre…aquí no, porque aquí está la mafia limpia, la mafia que recicla capitales. Nos engañamos si se cree que aquí no exista la mafia. ¡Les aseguro que aquí hay mucha más mafia de cuanto podais imaginar y es más peligrosa porque no se ve y por lo tanto no se tienen los anticuerpos para defenderse! ¡Hoy la mafia está en todos lados y es mucho más fuerte al norte, que al sur!”. Giorgio interviene inmediatamente después recordando que “¡la facturación anual de las mafias es de 135 mil millones de € (excluido el tráfico de droga), 4 o 5 veces la facturación de la Fiat!”. “La mafia tiene en las manos la economía italiana – continúa Giorgio – develar determinados acuerdos que Cosa Nostra ha hecho con sectores del Estado significaría develar además cómo ha evolucionado nuestra economía, develar cómo Italia ha logrado entrar en Europa y porque las izquierdas que llegaron al poder prometiendo todo y más con respecto a la lucha contra la mafia no lo hayan hecho. Es desde el ’96 que a Giancarlo Caselli no le dan más los medios para continuar esta batalla y esto no sucede desde Berlusconi, sino desde el gobierno de Prodi. ¿Pero esto por qué? La izquierda había prometido abatir a la mafia…” “La mafia no es sólo atentados – explica Giorgio – la mafia es un gran movimiento financiero de centenares de miles de millones de euros, capaz de mover la economía. ¡¿Quién es el que en esta crisis mundial ha dado una mano a determinados institutos financieros?! En Colombia, o quizás también en Palermo, o en Regio Calabria, hay quienes han abierto container dentro de los cuales habían 50 mil millones de euro en efectivo <<Ellos>> tienen este dinero, lo han tomado y lo han puesto en circulación.¡ Y esta capacidad que tienen ha sido subestimada. Según fuentes judiciales se puede hacer la conjetura que Totò Riina posea 2000/3000 mil millones de las viejas liras y esto solo él! ¡Esto es el poder! Con este sistema la mafia ha logrado poder hablar a la par con los jefes de gobierno, con los ministros”. “Muchos se escandalizan al sentir hablar de negociación entre mafia y Estado – aclara Giorgio sin medios términos – negando la posibilidad de que Riina haya podido negociar con Mancino (Ministro del Interior en el 1992, cuando acontecieron los atentados)…pero alguien que posee 2000/3000 mil millones ¿tiene o no el derecho de hablar con un jefe de Estado? El jefe mafioso dice: <<Yo te muevo la economía o te la destruyo ¿quieres hablar conmigo?>> y su interlocutor tiene que hablar sea como sea. Por esta razón es difícil para un Estado admitir determinados delitos, donde quizás grandes personajes del Estado han hecho acuerdos con estos asesinos”. “¿Según vosotros Paolo Borsellino, una vez que supo de la negociación entre el jefe de la mafia, Totò Riina y el Estado, habrá estado de acuerdo? ¡No! Se habrá puesto en el medio, declarando su propio disenso quien sea que fuese el interlocutor del Estado. Y por consiguiente los dos sujetos que habían hecho el acuerdo veían a Borsellino como un obstáculo que debía ser removido”. La gente escucha atentamente, Salvatore recuerda con amargura cómo de improviso se han materializado tantos personajes que después de 17 años han comenzado a recordar detalles inéditos del período antes y después del atentado de Vía D’Amelio: desde Luciano Violante a Claudio Martelli, hasta Liliana Ferraro. "Hace dos años – explica casi sin voz – incluso a mí me trataban de loco porque hablaba de la negociación, en cambio ahora hablan todos de ello… ¡Es justamente esto lo que a mí me interesaba: que se hablara, porque la negociación existió desde el atentado de Portella della Ginestra en adelante! La negociación no ha terminado, sigue andando adelante”…Salvatore recuerda ese instante de silencio del boss mafioso Filippo Graviano durante el proceso a Dell'Utri, cuando le preguntaron si conocía a Marcello Dell’Utri. La respuesta de Graviano fue <<No>>. "Pero quien haya escuchado el silencio debe haber temblado – explica Salvatore – es un silencio que pesa…pesa mucho y forma parte de esa negociación que todavía continúa y de la cual todavía hoy alguno está pagando las letras una detrás de otra… ¡Y algunas medidas legislativas que se han hecho, no son más que las letras que alguno está pagando…en nombre de esta negociación que tuvo como precio la muerte de Paolo Borsellino!” Las personas se ponen de pie, un estruendoso aplauso colma el aire, es sólo un pequeño tributo a este hombre que con su sed de justicia ha logrado dar un cambio radical a los acontecimientos.
El estímulo al cambio, a la indignación, a la acción, queda como el único camino para unirnos a su pedido de justicia y de verdad.
Salvatore levanta su “agenda roja”, abierta en la página donde está el retrato de su hermano Paolo. En una fracción de segundo es como si dos seres se uniesen en uno solo. Luego Salvatore se apoya con un brazo sobre Giorgio, intercambian una sonrisa, sabiendo hacia donde los conducirá ese mismo camino.

 

Para ver el video del encuentro: http://www.youtube.com/watch?v=ODeuXEZURE4