Jueves 28 Marzo 2024
en algunas transmisiones de profundización sobre el tema mafia. Su gran personalidad unida a una profunda humanidad nos impresionaron inmediatamente. Detrás del aspecto calmo encontramos a un hombre volcado al mayor sentido ético que pueda ser concebido por la profesión de periodista. A su espíritu de servicio incondicional y libre de cualquier esquema lo reencontraríamos luego con el paso de los años cada vez que nuestros caminos profesionales se cruzaban. Y siempre se renovaba la profunda estima hacia un periodista capaz de desafiar, pagando personalmente las consecuencias, un sistema mediático que muy a menudo margina a los grandes hombres, promoviendo a los mediocres y a los siervos.


En nuestra memoria queda impreso de forma indeleble su valeroso gesto de poner al aire durante su programa del 21 de Septiembre de 2000 la entrevista, realizada por los periodistas franceses de Canal Plus al juez Paolo Borsellino dos días antes del atentado de Capaci, llamada “Borsellino una entrevista extraviada”. Esa transmisión desató el violento ataque de Marcello Dell'Utri y de sus soldados hacia Morrione y toda la redacción de RaiNews24. Poco más de un año después, en el 2002, la Corte de Asís de Apelación de Caltanissetta, en el proceso por el atentado de Via D'Amelio, había juzgado a esa entrevista como fundamental. Borsellino, escribieron los jueces “aún a pesar de mantenerse cauto y prudente para no revelar noticias protegidas por el secreto de sumario o reservadas, consultando algunos apuntes, daba indicaciones sobre que Mangano y Dell’Utri se conocían y sobre la posibilidad de que Mangano hubiera funcionado de referente para la mafia en ese mismo ambiente.” En la sentencia estaba escrito además que no se podía excluir “que los contenidos de la entrevista hayan circulado entre los diferentes interesados, que alguien haya informado a Riina y que éste haya sacado las debidas consecuencias, visto que esta Corte sostiene... que Riina pueda haber tenido presente, para decidir el atentado, los intereses de personas a los que pretendía garantizarlos por el momento y para el futuro.” Para la Corte de Asís de Apelación de Caltanissetta finalmente esa entrevista representaba “el primer argumento que explica el apuro, la urgencia y la aparente extemporaneidad  del atentado. (Era necesario) actuar antes que en base a los enunciados y a los propósitos implícitos de esa entrevista se pudiera producir alguna irreversible intervención de tipo judicial.” La decisión de Morrione de poner al aire esa entrevista representa en todo sentido el emblema de una información que no se doblega a ningún tipo de censura impuesta por un sistema de poder político-mediático.
La pureza de alma de Roberto y su inquebrantable determinación de considerar al periodismo y a la libre información como un servicio a la comunidad, siguen siendo hoy un punto de referencia para todos aquellos que aún creen en el valor de esta profesión.
En este gran circo que es éste nuestro hermoso y desgraciado país, marcado por elementos de la peor calaña, capaces de venderse al mejor postor, la belleza del espíritu de Roberto Morrione permanece como un faro de luz que señala el camino a seguir para rendir honor a nuestra profesión.
Adios Roberto, también por ti lucharemos hasta el final para reconstruir una nueva sociedad basada en una información libre capaz de devolver verdad y justicia a quién ya no está y por quienes vendrán después de nosotros. 
Giorgio Bongiovanni, Lorenzo Baldo y toda la redacción de Antimafia Duemila