Jueves 28 Marzo 2024

Uno de ellos, a quien conocí personalmente por quien siempre sentí una profunda estima, es el ex Fiscal nacional antimafia Pier Luigi Vigna.
El magistrado que investigó sobre los atentados de 1993; que interrogó a muchos arrepentidos; que fue el primero, en referencia a lo que se esconde detrás de esas masacres, que utilizó la expresión “ideólogos de rostro cubierto”. Y que con esa acusación, junto a otros colegas, inscribió a Silvio Berlusconi y a Marcello Dell'Utri en el registro de los investigados, llamándolos con los seudónimos de “autor 1” y “autor 2”.

Ayer, en una entrevista concedida al periódico “Il Messaggero” Pier Luigi Vigna, de repente tiró la toalla sobre el pasado y declaró que cambió de idea: no hay ideólogos ocultos detrás de los atentados, es imposible encontrar pruebas sobre el rol de Berlusconi y de Dell'Utri, porque en realidad “no habían” confirmaciones y las declaraciones realizadas por los arrepentidos no son otra cosa que el fruto de un engaño. Afirmar que “estamos apoyados por Berlusconi es una mentira (dicha por los jefes ndr.) para involucrar a las personas adherentes al grupo en un programa que descomponía a algunos”.
Según el ex Fiscal nacional antimafia, lo que se derrumbaría sería el código Buscetta, según el cual un hombre de honor (mafioso) tiene que decirle siempre la verdad a otro hombre de honor (mafioso): “Cuando pregunté si se seguía conservando esta regla – son sus palabras  - los nuevos ‘capo mandamiento’ (jefes mafiosos de distritos) se echaron a reír”. Es como decir que de ahora en adelante no tendríamos que confiar en las declaraciones “de palabra”, en las que se basaba buena parte del trabajo de Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, aquellas que actualmente – debidamente verificadas – tienen valor de prueba en los procesos y que a lo largo de los años han permitido a la Justicia arrestar a cientos de mafiosos y el secuestro de gran cantidad de arsenales militares.

También por ésto son increíbles y muy graves las afirmaciones de Vigna. Porque si un jefe mafioso se puede jactar de cualquier cosa e incluso después de las diferentes verificaciones sobre sus declaraciones no podemos afirmar que haya dicho la verdad es entonces cuando todo puede ser el contrario de todo. Un planteo que me sorprende y con el cual disiento por completo. De la misma manera que disiento de las demás cosas que declaró Vigna.
Y por más de que no dudo de su honestidad como magistrado y ciudadano, no puedo no tener algunas dudas sobre su honestidad intelectual: ¿quizás el ex Fiscal nacional antimafia quiera encubrir algo? ¿Quizás, en la mejor de las hipótesis piensa que ya no haya necesidad de decir la verdad porque la esperanza en que una verdad se pueda alcanzar ha muerto? ¿O bien ha caído en una clase de crisis depresivo-judicial que le ha causado una pérdida de la memoria?

En este caso podemos ayudarlo a recuperar las ideas, citando algunas de las declaraciones que concediera a Antimafia Duemila.


De Antimafia Duemila Nº 8. Diciembre de 2000

“¡Es una potencia económica!”
Los magistrados describen el punto de la situación de la mafia en el final del primer año del Dos mil.
Entrevista a Pier Luigi Vigna por Giorgio Bongiovanni
Señor Fiscal, quisiera hacerle una pregunta, comenzando justamente de este tema: además del hecho de que los atentados de los años 90' fueron perpetrados por hombres de Cosa Nostra ¿me podría decir si todavía existen ideólogos ocultos a quienes usted ha sido quizás el primero en citarlos en 1993? ¿Es posible interpretar que el mensaje sibilino de Cosa Nostra no fuese precisamente económico, sino que ésta quisiera eventualmente dirigirse a ciertos referentes...?
“Pero ésta es una hipótesis que ha sido objeto de análisis...”

Seré más concreto Señor Fiscal. He preguntado a algunos de sus colegas, como los Fiscales de Palermo y Catania ¿qué sucedería si los grandes prófugos – pero también aquellos que se encuentran en la cárcel como Riina y Santapaola –, hablaran, no sólo de Cosa Nostra, sino también y sobre todo de economía y finanza de alto nivel. Me respondieron que poseen la “bomba atómica”, tienen a disposición, metafóricamente, el “botón nuclear”. (Es decir, poseen verdades tremendas referentes a connivencias mafiosas en altísimos niveles, n.d.r.).
“Éste es un juicio que según mi punto de vista se puede compartir, ya que sobre todo con el progreso organizativo internacional del movimiento de flujos financieros, seguramente es inimaginable una gestión por parte de estos sujetos, si no se pudiera contar con  aquellas  que en un análisis de los organismos de policía llaman como las estructuras sociales intermedias: banqueros, contadores, altos financieros, etc. Éste es precisamente el punto crucial”.

No puedo pensar – pero puede ser que me esté equivocando – que Riina haya organizado estos atentados por sí solo. ¿Se trató de un delirio de omnipotencia o de un chantaje económico?
“No lo definiría un delirio de omnipotencia. Más que nada diría que habían determinadas venganzas que cumplir. ¡El 30 de enero del 92' se desarrolló el maxi proceso!”

Pero yo no sólo me refiero a los atentados Falcone-Borsellino, sino también a la Italia peninsular, ya que usted afirmó que los mafiosos podrían quitarnos el futuro, es decir el medio ambiente y el patrimonio nacional. Pero un mensaje de este tipo, tan devastador e inquietante, el cual comparto, no pueden lanzarlo solo Riina, Santapaola o Provenzano, sino que tiene que haber alguien más. Lo que pasa es que no hay pruebas judiciales...
“Usted describe un cuadro que nosotros hemos tenido presente. Estamos en los años 92' y 93', en un momento de grandes tumbos políticos debido a la investigación de ‘mani pulite’; por lo tanto hay un mundo que ha sido considerado por Cosa Nostra y que no le daba las garantías que ésta  esperaba. Según lo que tenían que decirles a los hombres de honor (mafiosos) encarcelados ya que éstos también tenían que mantenerse seguros y por lo tanto que se pudiera encaminar hacia un nuevo sistema de relaciones. Ésto es lo que se esperaba en cuanto se refiere a las relaciones entre mafia y política.”

Pero yo hablaba de la economía. En los años 80' Cosa Nostra ganó centenares de miles de millones...
“Pero cuando se habló del sistema criminal integrado era en referencia precisamente a un sistema que tiene un núcleo criminal, pero también tiene relaciones con otras realidades criminales, económicas, políticas, etc. Ésta es la perspectiva en la que se ha trabajado y parece que sea una perspectiva seria de imagen del accionar de Cosa Nostra."

¿Fiscal a quién se refería usted cuando habló de ideólogos ocultos?
“Eso es mejor que me lo guarde para mi”.

De Antimafia Duemila Nº 54. Julio de 2007
“El gobierno está distraído y las mafias riquísimas”. Entrevista a Pier Luigi Vigna, por Anna Petrozzi y Monica Centofante.

“Los atentados, sobre todo aquellos en la Italia peninsular, tuvieron una finalidad eversiva y por ésto dimos la especificación del agravante terrorista y por ésto nos esperábamos que hubiese un desenlace diferente, que todo lo que ocurrió diera lugar a “Amorosos sentidos”, como diría Dante, entre la gente y la política. Difícilmente podrá haber algo nuevo si no se afirma la verdad sobre aquellos terribles años, por no hablar del hacer justicia.”

“Aún hoy sigue sin conocerse el verdadero significado de esos atentados, se celebran repetidamente los aniversarios, pero entre falta de información y desinformación, en Italia todavía se está muy lejos de percibir a esos años en su terrible alcance como un verdadero acto subversivo. Y  mucho menos se habla y nos comprometemos en comprender qué y quiénes se movieron detrás de los llamados atentados en la Italia peninsular”.

“Es cierto. Con los atentados de Florencia, Milán y Roma hubo un cambio de objetivo. Cosa Nostra ya no apunta al investigador, al magistrado, al enemigo.
Estos ataques apuntaban a que el Estado demoliera ciertas leyes y he aquí que se configura el agravante del terrorismo que junto al fiscal Gabriele (Chelazzi, desaparecido en el 2003) rechazamos luego de la aprobación del artículo 277, que define la conducta por terrorismo y provoca daños al Estado, entre cuyas finalidades está la de obligar al Estado a cometer o no ciertas acciones.
Lo que se pretendía era obligar a las autoridades del Estado a eliminar las leyes sobre los colaboradores de justicia (mafiosos arrepentidos), sobre el secuestro de bienes, el 41 bis... y entonces se trató de destruir bienes comunes especialmente exponenciales bajo el perfil artístico.”

“Sin embargo es un comportamiento un poco anómalo para Cosa Nostra, que nunca recurrió a acciones de tipo terrorista tan directas en contra del Estado que después de todo representa su alimento. Difícilmente Cosa Nostra se ha puesto tan frontalmente en contra de las Instituciones, concentrando en la mira obras de arte de valor inestimable que no creemos que estén en el centro de las conversaciones cotidianas de los mafiosos. Y luego, de repente, después del fallido atentado en el Olimpico, el diálogo de las bombas terminó. 
¿Porqué los Graviano, porqué son ellos quienes actúan firmemente en este período, quienes deciden no repetir el atentado? ¿Qué ocurre?”
Yo respondería de esta manera: El primer informe de la DIA, después de los atentados de 1993, describía un diseño muy amplio. No se daban nombres, pero se articulaba un cuadro complejo que unía a Cosa Nostra, la Masonería, los grupos financieros dedicados al lavado de dinero y algunos que otros  'servicios serviciales'. Entonces, como sabéis el magistrado está vinculado a los hechos, tiene que basarse en las pruebas (que luego en este caso llevaron a decenas de cadenas perpetuas) y no puede ir más allá. Luego, cuando fuimos interrogados (Gabriele Chelazzi y yo) por la Comisión parlamentaria antimafia de la legislatura anterior – y luego tuve oportunidad de repetirlo durante las conmemoraciones de los atentados de calle de los Georgofili – dijimos que se tenía que tratar de investigar otros escenarios, era necesario instituir una Comisión parlamentaria de investigación ya que la vía judicial no obtuvo ningún resultado en esta historia”.

Dr. Vigna si analizamos hoy, luego de 15 años, cómo se han desarrollado las cosas, a juzgar por los hechos tenemos a un Provenzano capturado, y eso es algo importante, pero también tenemos a una Cosa Nostra reestructurada que seguramente ha obtenido las solicitudes que había hecho con la estrategia de los atentados.
(Suspira, estira los brazos) “Lamentablemente con el paso del tiempo el viento ha soplado en la dirección que usted dice...”

Además, en el libro “Mafias y antimafia, Informe 96” (Ver Antimafia Duemila Nº 8, Diciembre de 2000) está publicado un artículo escrito por Vigna, llamado “Los rastros de quien ordenó los atentados”, en el cual se lee:

“El escenario criminal delineado bajo el trasfondo de los últimos atentados (92' y 93') de hecho puso en evidencia por un lado – como ya ha sido posible verificar – el interés en su ejecución por parte de la mafia y por el otro la certeza de una presencia operativa de Cosa Nostra: pero es la <<sabiduría>> de la organización de los atentados la que evidenció la novedad. Los investigadores han notado que las sutiles evaluaciones de los efectos de una campaña terrorista y el aprovechamiento del consecuente condicionamiento psicológico no parecen ser el simple fruto de la mente de un criminal común, por más que sea mafioso: se deduce en estas operaciones de análisis y de evaluación una familiaridad con las dinámicas del terrorismo y con los mecanismos de las comunicaciones masivas y además una capacidad de sondear en los ambientes políticos y de interpretar las señales.  Se podría pensar en una agregación de tipo horizontal, en la cual cada uno de los miembros es portador de intereses especiales perseguibles en el ámbito de un proyecto más amplio en el cual converjan distintas finalidades. El cambio mismo de la respuesta judicial, ya sea en el campo de la represión de las asociaciones de tipo mafioso como en el de la corrupción, que tuvo los bien conocidos detonantes sobre el aparato de los partidos, puede haber determinado una coincidencia de los intereses de Cosa Nostra con los de otros sectores afectados por las investigaciones: sectores de la política corrupta, y de la subversión de derecha; logias masónicas <<encubiertas>>; empresarios y usureros conniventes; elementos <<redes>> de funcionarios del Estado infieles. El complejo, pero convergente cuadro de <<entidades>> portadoras de intereses colindantes que acabamos de delinear, encuentra apoyo en análisis de hechos explorados en las investigaciones. Antes que nada hay que considerar que el vasto movimiento de negocios que gira alrededor de las organizaciones criminales y en especial de Cosa Nostra, hizo necesaria la reinversión, con fines de lavar el dinero, en actividades aparentemente lícitas, de una conspicua masa de dinero. Para poder cumplir con esa finalidad también era necesaria la búsqueda y la individuación de ámbitos económicos en los cuales actuar, y éstos, como es sabido también fueron considerados en los contratos para la ejecución de obras públicas. Una estrategia tal, en la que se tenga en cuenta el alto índice de burocratización que preside a iniciativas similares, por consiguiente imponía la connivencia o el consentimiento de algunos sectores del poder administrativo o político con el fin de superar obstáculos, incluso legales, que de otra forma serían imposibles de obviar. De aquí surge la ulterior consecuencia de que por mucho tiempo Cosa Nostra ha favorecido o impuesto el ascenso o la permanencia de determinados hombres políticos, con el objetivo de facilitar a los elegidos o a aquellos que habían manifestado su disponibilidad, oportunidades de tipo político, en una clase de intercambio en el cual cada uno habría obtenido sus propios beneficios: los políticos el de administrar con comodidad las mesas electorales, con una cosecha de consenso capaz de hacerlos asumir una presencia significativa dentro del partido con la posibilidad intrínseca de intervención en las más variadas realidades; los mafiosos el de poder obtener apoyos de utilidad para la gestión de sus negocios y la solución de sus problemas. Luego, en lo que concierne a la relación entre Cosa Nostra y otra de las <<entidades>> que compiten por formar el <<poder criminal integrado>> de la que se hablaba, es decir, la  <<masonería desviada>>, encarnada por las <<logias ocultas>>, ha sido ampliamente probado que la asociación mafiosa se valió de dichos ambientes masones para infiltrarse y condicionar a los sectores institucionales más difícilmente permeables a su influencia”.

“Más allá de la debida cautela, hay que destacar, para completar el cuadro de los miembros del llamado  <<poder criminal integrado>> que se intenta sintéticamente de representar que no faltan pruebas acerca de la existencia de relaciones entre la criminalidad organizada y los servicios secretos”.

“En este escenario, y además en referencia a lo que se delineó en la premisa acerca del <<poder criminal integrado>> y el <<movimentismo>> político que se verificaron a partir de los años 90' y hasta el 93', es interesante lo que afirmó otro colaborador de justicia (Maurizio Avola N.d.r.), hombre de honor y perteneciente desde hacía muchos años a la <<familia>> de Catania. De hecho, él afirma haber sabido, alrededor de septiembre de 1992, y por lo tanto luego de los atentados de Capaci y Via D'Amelio, que Riina pretendía <<poner bombas para atacar objetivos del Estado>> y que él quería  <<crear un nuevo partido político>> en el cual poner hombres de Cosa Nostra sin antecedentes penales, quienes de esa manera habrían podido cuidar de forma más directa los intereses de la asociación mafiosa. Precisó aún el colaborador de justicia que este partido habría tenido que generar en la población la convicción de un cambio total del sistema político italiano y que precisamente por esta razón era necesario que los nuevos políticos fueran personas lo más ajenas posible al viejo mundo político. Pero en realidad el nuevo partido político habría tenido que cumplir con los intereses de Cosa Nostra, sobre todo en relación a la eliminación de la normativa antimafia, en el descrédito de los <<arrepentidos>> y en las dificultades que se interpondrían a la utilización de las declaraciones concedidas por éstos. Por lo tanto Riina había pedido a Santapaola que le presente personas con las características solicitadas, es decir  <<hombres nuevos>>."

Estimado Dr. Vigna, como anticipó ayer en “Il Messaggero” a la brevedad saldrá su libro en el cual, contradiciéndose a sí mismo, explicará que Berlusconi y Dell'Utri no tienen nada que ver con los acontecimientos de los primeros años de la década del Noventa y que no hay ideólogs ocultos en los atentados del 92' y 93'.
En honor a la verdad me permito entonces pedirle que responda, en su libro, a algunas preguntas simples:

¿Qué es lo que le hizo cambiar de idea, visto que a mi personalmente, en respuesta a una pregunta – la cual he citado anteriormente y que reafirmo – donde le pregunté a quién se refería cuando habló de los ideólogos ocultos y usted dijo, textualmente: “Eso es mejor que me lo guarde para mi”?

¿Qué tenemos que pensar los ciudadanos y sobre todo los familiares de las víctimas de la mafia? ¿Que a usted también tenemos que contarlo entre esos hombres de las Instituciones que fueron llamados a poner el secreto de Estado por encima de la verdad?

Sr. Fiscal, explique a los italianos el motivo de su claro, evidente, gravísimo comportamiento contradictorio con respecto a lo que usted a lo largo de todos estos años ha hecho y dicho en la lucha en contra de la mafia.

Giorgio Bongiovanni