sino incluso mucho antes del sublevamiento egipcio. Esta  estremecedora circunstancia surge de una página de internet oficial ligada a uno de los «Armée de l'Air», la Aeronáutica militar francesa. Se trata efectivamente de las páginas del Mando de Defensa Aérea y de Operaciones Aéreas (CDAOA), con el colorido logo del ”Armée de l'Air” bien visible, las que nos brindan la descripción de un “War Game” que luego fuera reproducido a la perfección en el escenario libio de estos días. Para quienes quisieran consultar las siguientes informaciones (y es mejor hacerlo antes de que esta página sea bloqueada) éste es el link indispensable:

El título y el logo contienen en código el nombre de le operación “Southern Mistral 2011”. El nombre identificado por el adjetivo inglés es el mismo, ya sea en las páginas en inglés del 4 de marzo de 2011, que en las anteriores del 17 de febrero en francés. Los franceses aparecen como los promotores de hecho, además de los “anfitriones”. Como se deduce de los textos que proponemos aquí abajo, en realidad, todas las bases involucradas en la “Southern Mistral 2011”son francesas.
En la presentación, en la página principal, se puede leer esta fenomenal descripción, que si no llegara a ser cierta (como todo el resto de la página) sería realmente, como dice un dicho popular, bien tramada. «El 2 de noviembre de 2010 Francia y Gran Bretaña firmaron un acuerdo sin precedentes en el tema de la defensa y la seguridad. El ejercicio militar de la Southern Mistral forma parte de este acuerdo. Éste está programado para desde el 21 al 25 de marzo de 2011 y estarán involucradas varias bases francesas. En esta ocasión las fuerzas francesas y británicas efectuarán operaciones aéreas conjuntas y un específico raid aéreo (Southern Storm) que realizará un ataque convencional con gran campo de acción. Éste ejercicio bilateral involucrará a más de 500 empleados».
La página no se limita únicamente a dar esta jugosa información. Sino que precisa, detalladamente, con fotografías, descripciones y detalles técnicos, que precísamente en el mes de marzo de 2011 hay unos treinta aviones que están destinados a la operación Tormenta del Sur. Entre los cuales 6 Tornado GR4s de la Royal Air Force, acompañados por un avión cisterna Vickers-10 y un Boeing E3D, mientras que Francia pondría sus Mirage 2000Ds, 2000Ns, 2000 Cs a disposición. Los famosos Rafale no aparecen en esta lista pero si en las fotografías de la página, junto a varios tipos de helicópteros.
También se precisa que el centro de comando que dirigirá toda la operación está situado en la base aérea de Lione Mont-Verdun (sigla BA942). Pero, según parece, no sólo se había proyectado un raíd desde elevada altura. Se habla de un comando de paracaidistas franceses “Air 20” (CPA20) que tiene que encontrarse con un regimiento análogo en Digione, para efectuar operaciones de sincronización y de acciones conjuntas futuras. Paralelamente en Captieux se espera a otro regimiento británico para preparar medidas de policía aérea transportada en helicópteros. El objetivo – según lo precisado – será el de atacar adversarios «en movimiento lento» en tierra. Las imágenes que estamos viendo en la televisión, que muestran el tiro al blanco con mísiles contra los tanques de guerra de Kadafi, parecen la perfecta representación de estos documentos.
Y, según parece, lo son. De hecho en la misma página, en la home page bajo la opción Conflict Summary, se puede leer el significado de ese “Southern” que aparece en el título.
Se trata de un país imaginario, llamado Southland. Un país con un gobierno "específicamente autoritario", en el cual están ocurriendo cosas extrañamente similares a los relatos y análisis que hemos leído en los periódicos en estas últimas semanas, casi como que quien ha escrito estas líneas tuviese la posibilidad de mirar a través de una esfera de cristal.
Sigamos entonces a estos lectores franco-británicos de la borra del café. «El ex dictador dimitió pasando los poderes a su hijo. Desde ese momento la política del país se volvió más agresiva; se lanzaron operaciones militares contra el territorio francés. Pruebas de la agresión comprueban claramente la responsabilidad de Southland en un ataque contra los intereses estratégicos franceses». Naturalmente quien planea una ofensiva, por más que sea imaginaria, contra un país imaginario, tiene además que munirse de pruebas que “demuestren” las culpas del  enemigo. El cual tiene que ser amonestado severamente a corto plazo. Por lo tanto «el presidente francés y el primer ministro británico deciden dar una respuesta inmediata y conjunta a esta ofensa», que se traducirá en un «ataque convencional de largo alcance contra un objetivo estratégico dentro de Southland».
Finalmente abriendo la página de los escenarios, se puede leer un último y curioso espigueo: luego de haber mostrado detalladamente, con amplios dibujos coloridos, las ubicaciones de las bases francesas involucradas, donde se llevarán las tropas británicas, según está escrito – también en este caso asombra la previsión de los autores – que Francia «toma la decisión de mostrar su determinación en Southland (en base a la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, n.3003)».
Está casi todo lo necesario. El único error, venial, es el número de la resolución, que no podía ser tan alto en la fecha en la cual todo ocurriría. De hecho, del texto de la página citada, surge que el ataque hacia una “dictadura del sur” tiene que ocurrir entre el 21 y el 25 de marzo.
Queda una única duda: ¿pero este Southland es justamente Libia? ¿Acaso no podría ser Egipto? Allí también el dictador pensaba en poner a su hijo en su lugar, pero a la luz de los acontecimientos sucesivos no se podría decir que los parisinos y londinenses pensaran en ésto.
El esquema estaba listo, la movilización rodada. Con poca fantasía, los militares franceses llamaron a su compañera Libia con el nombre de Opération Harmattan, que además es el apelativo de un viento tormentoso, una especie de Mistral del Sur. Las coincidencias no se le pueden escapar al parlamentario estadounidense Dennis Kucinich, quien en una carta a todos sus colegas recuerda  que «mientras los juegos de guerra no son para nada raros, las similitudes entre “Southern Mistral”» y la actual operación «ponen bajo los reflectores inmediatamente la gran cantidad de preguntas que quedan sin respuesta en relación a nuestros programas militares en Libia». Y agrega: «No sabemos cuánto tiempo hace que el ataque a Libia estaba en preparación, pero tenemos que descubrirlo. No sabemos a quienes representan realmente los rebeldes ni cómo lograron armarse, pero tenemos que descubrirlo».
La de Kucinich es una voz de la minoría en el Congreso. Pero hasta ahora nadie ha hecho estas preguntas en nuestro Parlamento.
Las haremos nosotros, junto a nuevas preguntas y revelaciones que presentaremos en los próximos días, que pintarán, con datos en la mano, un cuadro muy diferente al de la actual representación de esta guerra.

2 de Abril de 2011

Por Giulietto Chiesa y Pino Cabras – Megachip.