¿Qué piensa usted de los sucesos que están teniendo lugar en África del Norte, qué es lo que preludian?
Son síntomas generales de un desorden no programado que deriva del inicio del fin del dominio imperial estadounidense. Una parte de la humanidad se da cuenta que está decayendo la función de dominio. Y empieza a buscar sus propias respuestas a los dramáticos problemas que vive. La edad promedio de los países en rebelión está por cumplir los 30 años. Una nueva generación – una generación que no es de Twitter ni de Facebook, sino de Al Jazeera, que transmite los acontecimientos mundiales en una televisión en árabe.

¿Estamos en una nueva fase experimental de exportar la democracia? ¿Si así lo fuera qué nos espera a la vuelta de la esquina?

La exportación de la democracia ya terminó. El Occidente no puede exportar lo que ya no tiene.

Los intereses económicos son muchísimos. En los territorios en donde comenzaron las rebeliones se concentran negocios enormes geopolíticamente hablando. ¿Qué efectos podría tener para los Estados Unidos, Israel e Italia?
No será un partido corto. Esos movimientos todavía no tienen un leadership, una visión alternativa. Pretenden consumir como lo hace el Occidente. Hará falta tiempo para que se reestructuren y se fijen objetivos políticos. Mientras tanto Estados Unidos e Israel (Italia no cuenta en absoluto) tratarán de acomodar las situaciones en ventaja suya, comprando a los nuevos grupos dirigentes que se formen. Pero no será la repetición de los partidos anteriores. Esta vez los Estados Unidos ya no son tan fuertes.Y no tienen mucho para ofrecer. Entonces es posible que apunten a un caos programado. Detrás de esta parábola en realidad hay una guerra de grandes dimensiones. Quién sabe cómo están realmente las cosas, es decir que los Estados Unidos ya no son capaces de reducir su deuda, tendría que darse cuenta de que para Washington la solución más lógica y efectiva es organizar la guerra.

En Libia continúan los combates, hay enfrentamientos en curso por el control de Ras Lanuf, el puerto petrolífero del golfo de la ciudad de Sirte. La economía italiana está estrechamente ligada a la de Libia. ¿De qué forma han cambiado las relaciones entre ambos Estados?
Si Kadafi reconquista Bengasi las relaciones Italia-Libia se normalizarán luego de una cierta, no larga, fase de frialdad. Siempre y cuando Francia, Inglaterra y Estados Unidos no decidan tomar la iniciativa: deteniendo a Kadafi antes de que venza, o castigando a Kadafi luego de que haya vencido.

¿Cree que las noticias que brindan los medios de comunicación masiva sean atendibles?
Las noticias de los medios de comunicación masiva siempre son inatendibles. Salvo raras excepciones que confirman la regla. Vivimos en la sociedad del espectáculo y de la publicidad. El espectáculo es ficción, la publicidad es comúnmente mentira en estado puro.

Para terminar ¿piensa usted que está en peligro la libertad de prensa ya sea en Italia como en el resto del mundo?
En Italia, más que en el resto del mundo, la libertad de prensa se ha convertido en un concepto muy relativo. Aún se puede escribir lo que se quiere, pero pasa casi desapercibido, porque hay 40 millones de italianos que no compran ni un solo libro en toda su vida y que jamás leen un periódico. Lo único que miran es la televisión, que justamente es entretenimiento y publicidad. Por esta razón la televisión es el lugar del dominio más descarado. Es la verdadera sede del poder. Así como no es cierto en absoluto que el programa “Anno Zero” sea diferente y que sea de la oposición. En ciertos aspectos lo es, en otros es totalmente funcional al sistema del dominio. Éste también es un formato que sigue los mismos criterios del espectáculo del programa “Porta Porta”, en todo caso las pocas cosas de “resistencia democrática en tv” quedan relegadas a los márgenes del palimpsesto, a última hora. Por lo tanto están dirigidas a un público chic. No valen para el gran público, que no los ve.

Extracto de:
http://www.megachip.info/tematiche/democrazia-nella-comunicazione/5835-dal-disordine-non-programmato-al-disordine-programmato.html