Ucrania: ganar contra la “agresión” de Rusia. Ninguna mención a un negociado.
O todo o nada. Con una clara predilección por el “nada”.
Por Giulietto Chiesa - 4 de Febrero de 2015
Las señales se multiplican. Aquí tenemos ya en manos de la prensa el rapporto Brookings, firmado por Steve Pifer (embajador), Strobe Talbott (actual presidente de la Brookings Institution), Ivo Daalder (embajador), Michele Flournoy (ex secretario de Defensa), John Herbst (embajador), Jan Lodal (ex primer vice secretario de Defensa), el Almirante James Stavridis y el general Charles Wald.

El título ya dice casi todo: “Preservar la independencia de Ucrania, resistir la agresión rusa: lo que Estados Unidos y la OTAN deben hacer”. Recetas:
1) “La casa Blanca y el Congreso tienen que asignar ingentes financiamientos para aumentar las capacidades defensivas de Ucrania, destinando específicamente este año mil millones de $ para la asistencia militar, que será seguido por otros mil millones, en los 2 próximos años fiscales.
2) El Gobierno de los Estados Unidos tiene que cambiar su política y comenzar a dar asistencia letal a las fuerzas armadas ucranianas.
3) El Gobierno de los Estados Unidos tiene que contactar a los demás países de la OTAN para que ellos también destinen asistencia militar a Ucrania”.
Parece que el Presidente Obama ha quedado muy impresionado por los consejos recibidos y que ya ha declarado que los aceptará. Los detalles son precisos y claros. Ucrania tiene que quedar en condiciones de ganar contra “la agresión” de Rusia. No se hace ninguna referencia a un negociado. O todo o nada. Con una clara predilección por el “nada”.
Sobre el tema el famoso columnista del periódico “La Repubblica”, Timothy Garton Ash, titulando así su último comentario (versión en inglés, quién sabe como lo titularía el organismo principal del partido de la guerra en Italia): “Hay que detener a Putin. Y a veces solo los fusiles pueden detener a los fusiles”. La “mosca cochera*” Timothy dice así: “Vladimir Putin es el Slobodan Milosevic de la ex URSS: igual de malo pero más grande”. Ergo: eliminadlo como lo habéis hecho con Slobodan.
La OTAN anuncia que “en respuesta a las actividades rusas en Ucrania” creará unidades militares en seis países de la OTAN en las zonas limítrofes a las fronteras de Rusia: en Estonia, Lituania, Letonia, Polonia, Bulgaria y Rumania. Se tratará de “varios miles” de soldados y oficiales, provenientes de Noruega, Alemania y Holanda (por ahora). La OTAN anuncia además la instalación de seis comandos militares especiales en los seis países involucrados. Y expresa su intención de abrir un centro de adiestramiento en Georgia antes de finales del 2015.
Mientras tanto varias fuentes estadounidenses y europeas anuncian la aparición, en la Red, de tres nuevas páginas de internet, que anuncian el nacimiento de “movimientos de liberación”, no muy bien especificados, de los rusos de Estonia, Letonia, Lituania.
Naturalmente el Kremlin ha sido identificado inmediatamente como el creador de estos movimientos, cuyo objetivo sería el de crear el terreno para una intervención rusa en defensa de las poblaciones rusas del Báltico “en conflicto”.
Naturalmente, como nunca nadie ha visto, ni mucho menos ha sentido hablar sobre la existencia de estos “movimientos de liberación”, surge inmediatamente la sospecha de que se trate de una, es más, de tres intervenciones planeadas por los servicios secretos occidentales. Para preparar una o más “false flag operations” que les permitan a los medios masivos de comunicación occidentales acusar a Rusia de haber fomentado incidentes en las fronteras o en algunos de estos Estados.
Además es cada vez más evidente que Vilnius, Riga y Tallin tienen que poder exhibir, frente a los aliados de la OTAN, las pruebas de alguna “amenaza rusa” en su contra. Si estas amenazas no han existido, y de hecho no existen, es urgente crearlas lo más pronto posible.
En la edición del día de ayer del periódico “Corriere della Sera” ya se afirmaba a través de su corresponsal en Bruselas, Luigi Offeddu, dando crédito absoluto al comienzo de la operación que, de ahora en adelante sugeriremos llamar: “apertura del Frente Norte contra Rusia”.

Extraído de: megachip.globalist.it
Nota:
* Mosca cochera: De la fábula de La Fontaine