Sábado 27 Abril 2024

Una carpa de techo rojo ha sido instalada a las puertas mismas del edificio de la Agencia estatal de Noticias Télam, sobre la calle Bolívar al 531, distante unas pocas cuadras de Plaza de Mayo, en Buenos Aires. El frente del acceso al edificio, donde en el pórtico superior dice claramente “Télam Digital” , hay un cartel de fondo azul, donde se resalta en letras negras “Si Pre Ba” (Sindicato de Prensa de Buenos Aires). La puerta de acceso al inmueble -propiedad de Télam- fue cerrado a cal y canto en la medianoche del lunes pasado en el marco de un operativo policial, dispuesto por el Poder Ejecutivo y acto seguido fue vallado y cercado por uniformados de la Policía Federal, dándose inicio a uno de los hechos más destacados de las jornadas siguientes, y muy mediático por cierto, tomando en cuenta que el protagonista no es ni más ni menos que una de las estructuras de prensa más emblemáticas de Argentina, en cuyo centro del espiral del conflicto -que está en plena vigencia al momento de redactarse estas líneas- hay unos 700 trabajadores de la prensa que están viviendo un momento de incertidumbre laboral, que va de la mano de la ya -inequívoca- demostración de poder que ha dado el gobierno, y que se constituye como un claro atentado a la libertad de expresión.

Alrededor de la carpa hay colegas , delegados gremiales y periodistas de otros medios que están presentes en solidaridad con los trabajadores de la Agencia, algunos de los cuales se ubican frente a la pancarta extendida sobre el vallado, portando carteles en los que perfectamente se lee “Defendemos TELAM”. Sobre el lado izquierdo se ve un patrullero de la Policía Federal y varios efectivos, que siguen con la vista, la movida periodística nuestra, y la de los colegas que están allí ubicados desde las primeras horas de la madrugada del lunes cuando una numerosa presencia policial se ubicó en la zona, dando apoyo al operativo de cierre y vallado del edificio. Una imagen que no estaba prevista, ni por asomo. Una imagen que ya hace parte de los efectos destructivos de un gobierno, que día tras día, asfixia economías, fuentes de trabajo, libertades y en definitiva una democracia, que ya estas alturas, no es más que un despojo institucional, fruto del autoritarismo y el desprecio que tiene el gobernante Javier Milei (para con los sectores más vulnerables de la sociedad, por ejemplo) y un mileismo que segundo a segundo es más que bizarro, de la mano de un administrador de gobierno, cero en sensatez, en coherencia y por sobre todo, muy sobrado en insensibilidad, respecto a los conflictos sociales que desde hace no pocos años vienen azotando a los argentinos.

En horas posteriores a la instalación del vallado policial en Télam, el debate sobre el futuro de la Agencia fue notorio en el grueso de los medios de comunicación de la capital y de las provincias. Las opiniones recabadas por el periodismo local fueron variadas. Y el saldo fue frenético en solidaridades, pero no faltaron las divergencias, las opiniones en contrario con matices. Posiciones encontradas, que a las claras poco sirven, cuando hay 700 personas bajo riesgo de perder su trabajo. Los unos de acuerdo con Milei argumentando que Télam fue funcional al kirchenerismo, entre otras calificaciones. Los otros en una postura opuesta, defendiendo su fuente de trabajo. Todo un debate, bajo la sombra de eventuales despidos. Despidos que seguiría generado este gobierno, incluyendo recurrentes recortes económicos en varios ámbitos, los que además siguen siendo mascarón de proa, de una administración de gobierno voraz, por donde se la mire.

Anuncio de cierre de agencia Telam en Argentina 2

Sobre la vereda, con el marco de colegas que nos agradecen efusivamente nuestra presencia, nos hace un resumen de la situación uno de los delegados de Si Pre Ba y trabajador de Télam. Se trata de Nicolás Luna.

“El presidente Milei lo que hace en la primera sesión ordinaria es un anuncio que es el cierre de Télam, ahora en los hechos concretos eso no existe todavía . Lo que sí hay, es una dispensa comunicada especialmente por mail a todos los trabajadores, de venir al lugar de trabajo, que no se realicen tareas pero que sigue cobrando el sueldo. Estarían avanzando un plan de cierre, y eso está por verse. Hay muchos impedimentos legales , constitucionales como para hacerlo. Télam tiene que ser cambiada por Ley, de razón social y todo tiene que pasar por Congreso. Nosotros no podemos ingresar al edificio a trabajar y nosotros lo que queremos es volver a trabajar, y cobrar nuestro sueldo por nuestro trabajo. Es decir, tener una mirada federal, plural de la información, tenemos corresponsalías en la Argentina, nosotros sacamos información y la damos al público de manera responsable, fehaciente y profesional.

En cuánto al costo laboral en cifras, es algo así de 18 mil millones de presupuesto, que se extendió por las paritarias, por la devaluación. El costo ideológico es muy grande.Nosotros nos quedamos sin una voz muy importante. Es un medio gran proveedor de insumos para todos los medios del exterior y nacionales, como La Nación, Infobae, Clarín que reciben nuestros cables, nuestras fotos, nuestros videos y con eso alimentan y le dan volumen a sus medios.

Anuncio de cierre de agencia Telam en Argentina 3

Lo que se pierde es la libertad que tienen las personas de este país a poder informar e informarse de lo que está pasando, porque es el único medio estatal, a nivel nacional, que respeta la pluralidad de voces y que informa de lo que sucede hasta en La Quiaca, hasta en la Antártida, sin tener un sesgo comercial o ideológico.

Nosotros no discriminamos, no apuntamos con el dedo, a quien votaste, a quien no votaste, si sos a-partidario , o partidario. Nosotros somos trabajadores y hacemos un trabajo profesional en este sentido, en informar. Con el tema de Milei, vemos que usa aspectos de un debate alrededor de esta situación , para el intento de cierre y también para esconder que es una persona que a dos meses de haber asumido, no pudo resolver la inflación, la pobreza y la crisis de trabajo que hay en la Argentina.

Nosotros estamos haciendo una permanencia, en una plaza seca que le pertenece a Télam, pusimos una carpa, estamos viniendo acá a tratar de resguardar el patrimonio de la empresa, de todos los argentinos, las computadoras, los archivos, de radio, maquinaria, etc, parte acá y parte en Belgrano. Venimos a cuidar todo eso, y también a ejercer un acto de repudio a la dispensa, y a la intención de cierre. Nosotros estamos haciendo algo pacífico, un desalojo por la policía sería una locura, cumpliendo con los acuerdos con la policía de no cortar la calle. Lo que venimos a expresar no tiene nada que ver con la violencia, sino que tiene que ver con volver a trabajar. Si desaloja o cierra está claro que estamos ante una persona que no respeta la democracia.

El lunes antes del mediodía, los trabajadores de Télam lo primero que denunciaron públicamente ,después de recibir la dispensa fue que el gobierno nacional estaría “llevando a cabo uno de los peores ataques a la libertad de expresión en los últimos 40 años de democracia”.

Quedaban atrás las duras palabras del presidente Javier Milei,anunciando el cierre de la Agencia en un discurso ante el Congreso. Según sus propios dichos “Telám fue utilizada como medio para la campaña kirchenerista”. De esa apreciación, horas después, surgía un debate en torno al futuro de Télam. Nicolás Luna, en la entrevista fue claro y contundente que tal panorama no se ajustaba a la realidad. Y esto fue dicho en más de una oportunidad, por dirigentes y trabajadores de la Agencia.

“Esto es una pesadilla. La verdad, estoy sorprendido, indignado con este presidente que vive diciendo que todo el mundo es mala gente. No tiene corazón , no tiene alma, es perverso a la vez. Yo hace 31 años que laburo en la empresa, y el viernes mirándolo me enteré que era un delincuente, hablando de partidos y lo que más lamento es que haya gente que le crea y lo apoye, en esas aberraciones” nos dijo Luis, del sector administración de la Agencia, ubicado junto a sus compañeros, frente al edificio.

Me apena que piensen que nosotros somos ñoquis porque dependemos del Estado. A los periodistas independientes les diría que todos somos laburantes , no somos ñoquis, cumplo con mi trabajo, como cumplen todos mis compañeros. Esto, lamentablemente, lo único que hace es separarnos más”, concluyó.

Al cierre de nuestra edición, nada había cambiado, al menos desde el gobierno. Se mantenía el vallado, pero los trabajadores de la Agencia, sí habían dado novedades: la creación de un nuevo portal “para dejar una muestra de nuestro trabajo” a través de somostelam.com.ar “sencillamente porque los trabajadores de Télam queremos trabajar”.

Fotos: Antimafia Dos Mil