Sábado 18 Mayo 2024

Masivas movilizaciones : una muy pesada piedra en el zapato Sionista norteamericano

Las protestas pro-Palestina están creciendo como reguero de pólvora. Las universidades opulentas de élite están en el centro de las contradicciones de la sociedad estadounidense. Desde los comienzos de los campamentos en los campus hace más de una semana, los estudiantes se han mimetizado con la herencia que dejaron sus antecesores en la Columbia de 1968. Por ese entonces, una masiva movilización paralizó por completo la institución educativa y se convirtió en la mecha encendida del movimiento contra la guerra de Vietnam en las universidades de todo el país. Hoy, en territorio estadounidense, la movilización tiene otro tinte: el apoyo (incondicional y ejemplar) a Palestina.

La huelga estudiantil que llegó hasta los 900 campus universitarios y de secundaria en 1970, hizo que el director del FBI mojara sus pantalones, creando en consecuencia un programa conocido como COINTELPRO, destinado a la vigilancia, y desmantelamiento de los movimientos sociales más comprometidos con sus causas. Este aumento en el estado de violencia y represión contra activistas desembocó en el asesinato de cuatro estudiantes en la universidad de Kent, el 4 de mayo de 1970, en Ohio.

Por estos días la Guardia Nacional vuelve a golpear las puertas de los centros educativos de EEUU, esta vez por el reclamo contra el aparato sionista israelí presente en varias instituciones, y por el genocidio en curso contra el pueblo palestino.

La movilización aparece en un momento inoportuno para la Casa Blanca. Joe Biden camina detrás de las encuestas frente a su posible rival Donal Trump. Mientras tanto la actual administración norteamericana logró aprobar bajo bendición del congreso, una partida de 17 mil millones de dólares en ayuda militar al Estado de Israel. Bajo su mandato, Biden apoyó política y mediáticamente, financió y profundizó, las condiciones para que Israel atacara brutalmente a Palestina.

Por lo tanto ¿Qué pueden esperar los estudiantes del señor Biden? La respuesta es absolutamente nada.

Cabe recordar que, en uno de sus antiguos y resonantes discursos en la Casa Blanca, en un evento sobre la Hanukkah, Biden afirmó: "No tienes que ser judío para ser sionista y yo soy sionista".

Con este estigma a cuestas, a estas alturas, en EE.UU. ya se conocen al menos mil detenciones de estudiantes y profesores, entre ellos la candidata a las elecciones presidenciales del progresista Partido Verde, Jill Stein. Si esto hubiera pasado en países como Venezuela o Rusia, los medios ya estarían hablando de un régimen dictatorial.

Dentro de los Partidos, se ha generado una división discursiva, por ejemplo en los Demócratas, desde los sectores que apoyan la presidencia, tomaron distancia del asunto; en cambio, otros dirigentes mostraron mayor empatía con los estudiantes como la congresista Ilhan Omar, que en una movilización en Minnesota con megáfono en mano afirmó: “Estoy increíblemente conmovida por su valentía como cuerpo estudiantil, que pone sus propios cuerpos por delante para levantarse en solidaridad y hacer que pare el genocidio que tiene lugar ahora en Gaza”.

Estrategia de criminalización de los campamentos

Dentro del universo de medidas coercitivas que se tomaron contra los estudiantes, se habla de la prohibición de acceso a los recintos universitarios a los que fueron detenidos. Por otro lado, en algunas universidades se anunció que aquellos estudiantes que participaran de los campamentos serían suspendidos temporalmente y recibirían además una prohibición administrativa de acceso.

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Por ejemplo, la Universidad de Texas anunció en un comunicado "suspender temporalmente" al Comité de Solidaridad de Palestina, que impulsó las manifestaciones en ese lugar. La Universidad de Florida, en cambio amenazó hasta con expulsar por tres años a los estudiantes que participen de la manifestación.

En general, las protestas, sin ninguna sorpresa de por medio, fueron calificadas de antisemitas. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llegó a comparar los acampes estudiantiles con lo que pasó en la Alemania nazi.

Desde el 7 de octubre, las autoridades universitarias han hecho el trabajo sucio del régimen político, para cortarle las piernas a un renacimiento del movimiento antibélico. Tan alevosa es la situación, que los rectores de las universidades han sido llamados ante el Congreso para dar explicaciones por su fracaso a la hora de cercenar el reclamo estudiantil. En otros casos, algunos funcionarios han presentado su renuncia.

Financiamiento de las universidades

Se estima que alrededor de 100 universidades recibieron generosas sumas de dinero por un valor aproximado de 375 millones de dólares en los últimos 20 años, según el Departamento de Educación. Así lo indicó Wendell Wallach, un ex estudiante de la universidad de Harvard que participó en su momento de la histórica protesta contra la guerra de Vietnam en 1969: "Para nosotros, no había duda, y hoy tampoco la hay, de que el complejo militar-industrial se transformó en un complejo militar-industrial-académico. En diciembre pasado [en 2021https://twitter.com/EurekaNews10/status/1784125628133892335

*Foto 2: https://twitter.com/martind_barrero/status/1784084254390902939