EN EL MUNDO

Entre las reformas constitucionales anunciadas por López Obrador está la elección directa de los miembros de la Corte Suprema que, según el candidato, debería ser la base de la reconstitución de un sistema legal inexistente en este momento en el país y que, con Felipe Calderón como presidente ya ha padecido 25.000 muertos en una guerra civil no declarada entre  organismos del estado que controlan y/o son controlados por los cárteles de la droga.  Además AMLO ha anunciado la democratización de los medios de comunicación masivos (ya vemos El País de Madrid vocear en contra de la censura, sic), hoy concentrados en pocas manos como solo en Italia, una reforma fiscal, la prioridad a la industria nacional, la reactivación de los campos y la consolidación de todos los programas sociales en la que considera una revolución moral necesaria en el país. 
Para López Obrador es en efecto, "indispensable crear una nueva corriente de pensamiento que refuerce valores culturales, morales y espirituales para invertir una ética pública que considera la avidez una virtud, el dinero el valor supremo y dónde la sociedad ha sido inducida a pensar que todo es  lícito sin ningún escrúpulo moral." 
Para lograrlo se la tendrá que ver con el rampante Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de Méjico, casi seguro candidato del Partido Revolucionario Institucional listo a volver al poder después de los años desastrosos del PAN, de Vicente Fox y Felipe Calderón. Peña Nieto representa todavía más al FeCal, símbolo de todo aquello que el Méjico civil de los partidarios de Andrés Manuel aborrecen: el Méjico del dinero fácil (para pocos), el Méjico sin ley dónde se manda a matar a un rival por pocos pesos seguros de la total impunidad, el Méjico de la narco política dónde la avidez y la falta de escrúpulos son una virtud. 
Genaro Carotenuto sobre http://www.gennarocarotenuto.it 
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