pasoPor Giorgio Bongiovanni - 18 de Junio de 2016

El Papa Francisco recibe al jefe mafioso Hashim Thaçi, presidente de la autoproclamada República de Kosovo

El Jueves 16 de junio el Papa concedió una audiencia privada de media hora al  polémico Presidente de Kosovo Thaçi en las instalaciones del Palacio apostólico Vaticano. Los temas tratados durante la misma, como referido por el mismo Thaçi, tienen que ver con el reconocimiento por parte de la Santa Sede del Estado de Kosovo, que se autoproclamara independiente de Serbia en el año 2008. Quien dio la noticia de la audiencia fue el portavoz vaticano, Padre Lombardi, respondiendo a las preguntas de algunos periodistas. Al término de la audiencia oficial Thaçi fue recibido por el Monseñor Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones Exteriores de la Santa Sede. “El Vaticano me ha recibido hoy en calidad de Presidente de la República de Kosovo y eso ocurre solo a nivel bilateral, el nivel más alto. No es la primera reunión a este nivel. Creo que el Vaticano tomará oficialmente la decisión de reconocer a Kosovo en el futuro próximo”, declaró Thaçi ante la prensa, agradeciendo al Papa por el constante apoyo brindado al pueblo de Kosovo. Thaçi, conocido a nivel internacional por su polémica victoria electoral que lo reconfirmó como Primer Ministro en 2010, había sido el líder de la UCK (Organización Terrorista Separatista kosovo-albanesa) que se manchó con numerosos crímenes reconocidos por los tribunales internacionales. Entre los cuales la UCK fue acusada de tráfico de órganos humanos fruto de las ablaciones realizadas a los civiles serbios, mujeres y niños incluidos, que habían sido raptados y trasladados hasta Albania donde les eran extirpados los órganos en clínicas turcas especializadas. A pesar de los numerosos reclamos de las agencias internacionales que luchan en pos de los derechos humanos y de las investigaciones iniciadas por el Consejo de Europa que involucran directamente a Thaçi, hasta el día de hoy ni él ni su Gobierno han aclarado los crímenes de guerra perpetrados por la agrupación UCK de la cual el Presidente de Kosovo es el responsable. Se trata de fosas comunes y de graves delitos en contra de la humanidad, los cuales son duramente condenados por los Estados y por el derecho penal internacional.

Pero no solo eso. El grupo terrorista UCK, admitido como partner de los Estados Unidos de América durante la guerra de Kosovo, estaba involucrado en el tráfico de droga, sobre todo de heroína, armas, prostitución y reducción a la esclavitud. Las relaciones con las mafias albanesa e italiana, de la UCK de la cual el Primer Ministro Thaçi era líder, son conocidas por la magistratura internacional. Una investigación realizada por el Consejo de Europa ha identificado al Presidente Thaçi como la cabeza pensante de una amplia red de tráfico internacional de droga, armas y órganos humanos. Todo esto y mucho más serán tema de estudio en el marco de un dossier de la redacción de ANTIMAFIADuemila.

Durante la conversación con el Papa Thaçi expresó su satisfacción por la canonización de Madre Teresa, nacida en el territorio de Kosovo, destacando la importancia de los valores de amor universal que encarnaba dicha Santa. Nos preguntamos cuál habrá sido la respuesta del Papa Francisco ante una provocación como esa, dadas las acciones criminales de las cuales Thaçi es responsable.

Siempre hemos apreciado y valorado la obra y las acciones evangélicas realizadas por el Papa Francisco. Esta vez no.

Recibir a dictadores y jefes mafiosos es una actitud peligrosa y ambigua. La esperanza reside en que durante la conversación privada con el Presidente-boss mafioso de Kosovo el Papa Francisco le haya pedido en forma firme un acto de arrepentimiento y de colaboración con la justicia. De todos modos queda un sabor amargo frente a decisiones de este tipo por parte del Vaticano. ¿La próxima audiencia privada le tocará a Totò Riina y Bernardo Provenzano?