tsunamiSobre negociación Cosa Nostra-Estadopor Giorgio Bongiovanni y Lorenzo Baldo - 03 de Febrero 2016

"Italia no puede afrontar un proceso mortificante en este preciso momento histórico, estáis simplemente locos solo con pensarlo. Un país tiene que seguir sus propias razones, a menudo inclusosacrificando a esos pocos inicuos personajes e  enemigos de la patria". Era el 27 de mayo de 2013 cuando Massimo Ciancimino recibió esta carta anónima. Ese mismo día, en el que se conmemoraba el 20° aniversario de la masacre de Via dei Georgofili, empezaba el proceso sobre la negociación Estado-mafia. "Os controlamos constantemente – decía todavía la carta anónima - desde el presidente Montalto hasta el último jurado. Veréis que mal quedaréis con el proceso Mori-Obinu*. El presidente Fontana, un Juez serio capaz todavía de separar las razones de Estado de la simple criminalidad organizada, sabrá cómo demoler la ya poca credibilidad que tienen invirtiendo la tesis acusatoria”.

Cuatro meses después Massimo Ciancimino, durante una audiencia del proceso sobre la negociación, leyó en el aula los pasos más salientes de aquella misiva que, en un crescendo de inquietantes previsiones que al final en efecto se verificaron, contenía evidentes tentativas de taparle la boca.  

A distancia de casi tres años el hijo de Don Vito* se encuentra  a recorrer en el aula búnker del Ucciardone las etapas salientes de una vida en las que ha sido testigo ocular de un pacto entre el Estado y la mafia. Una negociación dónde los confines entre instituciones y Cosa Nostra se convierten en una cosa sola: reales y verdaderos sistemas criminales que han realizado atentados de Estado poniendo bajo chantaje nuestra frágil democracia.  

G.B y L.B.

Trascribimos a continuación la primera parte de un extracto del libro “Los últimos días de Paolo Borsellino" en vista del interrogatorio en el aula de Massimo Ciancimino. 


Tsunami Ciancimino*"Provenzano se hacía llamar ingeniero Lo Verde, era el único con quien mi padre se veía sin necesidad de cita y le recibía en pijama... ".  Era el 13 de diciembre de 2007 cuando las agencias de prensa difundieron con un día de antelación la entrevista a Massimo Ciancimino que saldría publicada en el semanal Panorama. El hijo del ex alcalde de Palermo condenado por mafia y fallecido en el 2002 cuenta que Vito Ciancimino recibía en casa dos veces al mes a Bernardo Provenzano. "Se habían conocido de chicos en Corleone - cuenta Ciancimino - mi padre le daba clases particulares de matemáticas. Una vez incluso le dió dos bofetones porque estaba sin ganas de estudiar”. La entrevista se publicó unos meses después de que Massimo Ciancimino fuera condenado en primer grado a cinco años y ocho meses por  lavado de dinero y por ser  testaferro. Alrededor de él se ha reavivado desde hace años una atención mediática latente. Ciancimino jr habla también de la tristemente célebre negociación entre Estado y mafia de la cual fue testigo. A la edad de 44 años el ex joven rebelde explica con un aire desencantado que nunca nadie lo ha interrogado sobre este aspecto tan delicado.

tsunami2"Después del atentado de Capaci el capitán De Donno* se vio con mi padre todo el verano del 1992. Una vez De Donno me entregó el plano de Palermo y una lista de usuarios telefónicos que presumiblemente usaba Totò Riina: mi padre tenía que señalar la zona e indicar los números. Después de una semana entregué todo con la indicación del barrio de la Avenida Región Siciliana y dije: 'Allí tenéis que buscar a Riina' ". El hijo de don Vito reitera que su padre fue parte en causa en la negociación abierta con oficiales del Ros (cuerpo especial de los carabinieri) para arrestar a prófugos y para abrir un canal de diálogo con Cosa Nostra que tenía como fin interrumpir la estrategia stragista. "Mi padre al principio era contrario. Iniciar una negociación y luego interrumpirla significaba mostrar la propia debilidad. Al punto que rápidamente después de las solicitudes de Riina el Estado dio un paso atrás. Y fue asesinado Paolo Borsellino". En la entrevista al semanal Massimo Ciancimino se adentra peligrosamente en el período sucesivo a los atentados de Capaci y de Via D’Amelio. "Mi padre siempre me decía que después de los atentados había hablado con Provenzano para que retomara en mano la situación después de la muerte de Falcone y Borsellino. 'Esta ya no es mafia sino terrorismo, la mafia siempre ha convivido con el Estado sin atentados u homicidios de servidores del Estado', decía. Es más, detrás de los atentados él veía también la mano de alguien más. El resto es historia: la familia de Provenzano regresa a Corleone, se acaban los estragos y homicidios y se vuelve a la mafia silenciosa de nuestros días. Con Riina con las esposas y con cadena perpetua".

La respuesta de la autoridad judicial no tarda en llegar. El 27 de diciembre de 2007 un despacho de agencia anuncia que el Dda* de Caltanissetta tiene intención de interrogar en breve tiempo a Massimo Ciancimino. El contenido de la entrevista a Panorama ha acelerado inevitablemente los acontecimientos. La audición de Ciancimino jr es incorporada dentro de las nuevas investigaciones sobre los ideólogos de las matanzas del '92. El 29 de enero de 2008 Massimo Ciancimino entra en la fiscalía de Caltanissetta; acompañado por su abogado en esa época, Roberto Mangano, sube al 4° piso del Palacio de justicia. Pasan pocos minutos y se sienta frente al procurador en funciones Renato Di Natale y al sustituto Rocco Liguori. Tienen que interrogarle  en el ámbito de las investigaciones sobre los ideólogos de los atentados del '92. El tour de force de las fiscalías había empezado.El martes 12 de febrero Massimo Ciancimino declara nuevamente ante la fiscalía di Caltanisseta. Esta vez al lado de los pm Di Natale y Liguori está también el consejero de la Dna (Dirección Nacional Antimafia) Paolo Giordano.

tsunami3Tres días después los medios de comunicación difunden las primeras indiscreciones sobre los interrogatorios del hijo de don Vito. Maximo Ciancimino alza ulteriormente el nivel. "Yo estaba presente cuando le fue entregado a mi padre el 'Papello'  de la mafia al Estado, ndr.). Vino a mi casa un señor distinguido que le dio a mi padre un sobre con una hoja de papel en la que Cosa Nostra había escrito sus peticiones. Después mi padre le dio la lista al capitán  De Donno y al coronel Mori". Para los investigadores el "señor distinguido" es el conocido médico de Totò Riina, Antonino Cinà. Estamos apenas al principio de una colaboración que minarálos fundamentos de ese Estado "paralelo" preexistente. El 29 de febrero, durante una sesión del proceso que en esa ocasión se celebraba en Milán a cargo del diputado del partido Fuerza Italia, Giovanni Mercadante, ex boss de Caccamo, éste define a Vito Ciancimino como "la persona con la cual Provenzano se encontraba para hablar de negocios y de política". El lunes 7 de abril la fiscalía de Palermo interroga a Massimo Ciancimino en el ámbito de la investigación sobre las "coberturas" que habrían protegido la contumacia de Bernardo Provenzano.

Ciancimino jr cuenta su verdad a los fiscales de la Dda, Antonio Ingroia y Nino De Matteo. Los dos magistrados son titulares de la investigación sobre la fallida captura de Bernardo Provenzano en el 1995 en Mezzojuso (Palermo). Por este fallido blitz han sido procesados por encubrimiento agravado  (durante el juicio de apelación  los jueces excluyeron el agravante por mafia), el ex prefecto, Mario Mori, en esa época vice comandante de los carabinieri del Ros y el coronel Mauro Obinu, vice de Mori. El 13 de junio de 2008 queda depositado en las actas del proceso Mori-Obinu (que iniciaría cinco días después), el acta del interrogatorio a Massimo Ciancimino del 7 de abril. Ese mismo día los despachos de agencia hacen de caja de resonancia de sus declaraciones. Según Ciancimino jr la negociación tiene lugar en el periodo entre las matanzas de Capaci y Via d’Amelio, los puntos del "papello" eran 12 pero algunas solicitudes hechas por Totò Riina eran "absolutamente inadmisibles" por parte del Estado. El hijo de don Vito cuenta los motivos por los que se interrumpió  ese "pacto". "Mi padre me contó el hecho de que la negociación se cerró en el momento en que ellos (los carabinieri), ndr.), le pidieron que entregara a Riina”.

Ciancimino jr les explica a los fiscales el momento en el que vio el "papello". “Vi una hoja de papel, que mi padre redobló, mientras pronunciaba la frase 'Son los de siempre, las usuales cabezas de idiotas’ . Volvió a doblar la hoja y se la metió en el bolsillo. Tiempo después, en el 2000-2001, mi padre me dijo que se había perdido  una gran ocasión. Me dijo: 'Según mi opinión con ciertas personas no había que tratar, porque desde el momento en el que el Estado le muestra el costado a esta gente, esta gente se aprovecha’". "Mi padre - continua todavía Ciancimino jr  no se daba paz, porque veía ciertas cosas de las que él sentía que se podía hablar... En la lista de las 10-12 solicitudes había  3-4 sobre las que se podía entablar una conversación, pero 7-8 eran peticiones de los que no quieren...". 

En el interrogatorio Massimo Ciancimino afronta también el tema del período post-negociación en el que el "intermediario" entre Estado y mafia es don Vito. "Mi padre ha muerto con esta convicción de que habían pasado por encima de él y de que alguien había tomado en mano la negociación, manteniendo ciertos acuerdos". De hecho después del atentado de Via D’Amelio, Riina como interlocutor indirecto se convierte en el objetivo. Hasta el día de su captura. Las revelaciones de Ciancimino jr sobre el papel que jugaba Marcello Del Utri como nuevo "intermediario" entre los dos márgenes todavía están lejos. Pero es sólo una cuestión de tiempo.

Declaraciones peligrosas En pocos meses el fenómeno Ciancimino inicia a ser consistente. Sus declaraciones a los magistrados de la Fiscalía de Palermo arrojan sombras incluso sobre la investigación relacionada con el patrimonio oculto del padre, que llevó a su arresto. Hay documentos importantes que fueron confiscados, durante el registro del mes de febrero de 2005 realizado por los carabinieri en su casa en el paseo marítimo de la calle Cristoforo Colón; fueron incautados, pero nunca examinados. Mientras otros han quedado cerrados en una caja fuerte que los oficiales no han abierto. Parece la trama de un thriller, pero los fiscales que han convocado a Ciancimino, quieren ver claro, intentan empujar al hijo del ex Alcalde de Palermo para que colabore, le piden que lleve los papeles del padre  que avalan sus declaraciones. Al fin Ciancimino se convence, cuenta las fases de una negociación que se ha articulado en tres tiempos, entrega a los magistrados el famoso ‘papello’ de Riina que en el 2005 estaba resguardado en aquella caja fuerte que se quedó cerrada. Y después de muchos interrogatorios entre Caltanisetta y Palermo, en febrero del 2010, el testigo repite sus declaraciones en el aula, en el proceso Mori.

tsunami4La atención mediática está al máximo nivel, las reconstrucciones que hace Massimo divergen, tanto en los modos como en los tiempos, de las declaraciones que habían prestado los militares del Ros. El hijo del ex alcalde de Palermo habla de las fases del período pre y post atentados del '92. Explica que la primera parte de la negociación en la que don Vito hace de "intermediario" entre lo que pide el General Mori y Cosa Nostra es antecedente a la muerte de Paolo Borsellino, mientras que la segunda parte ocurre después  y en la que se cuenta con la colaboración del ex Alcalde de Palermo para capturar a Riina. Y así el testigo habla. "Mi padre" intentó "ablandar" los 12 puntos del ‘papello’ que quería Riina.  

Escribió algunos "apuntes -les explica a los jueces del proceso Mori- que servían a mi padre mismo para pedir a Provenzano que interviniera para convencer, persuadir con respecto a Riina". Como prueba del diálogo sobre el tema del ‘papello’ que tuvo lugar entre su padre y Provenzano los magistrados entran en poder de un ‘pizzino’ (mensaje en un papel) escrito a máquina  por el ingeniero "Lo Verde". "Queridísimo Ingeniero - así llamaba Binnu a su ex profesor de matemáticas - he recibido la noticia de que ha tomado la receta del querido médico. Creo que es el momento de que todos hagamos un esfuerzo, como ya nos dijimos en nuestro último encuentro, nuestro amigo está bajo fuerte presión; esperemos que la respuesta nos llegue a tiempo, si tenemos el tiempo de hablarlo nosotros dos juntos. Yo sé que Vd. tiene la buena costumbre de ir al cementerio por el cumpleaños de su padre. Se recuerda que me habló usted mismo de ello; podríamos vernos para hacer una oración a Dios juntos". Según lo que Massimo Ciancimino sabe por boca de su padre la "receta" de la que habla Provenzano es el "papello", o bien las 12 solicitudes de Riina al Estado para poner fin a los atentados que le manda al ex alcalde por medio de Antonino Cinà, su médico de confianza y además jefe del ‘mandamento’ (territorio) mafioso de San Lorenzo, actualmente co-acusado en el proceso sobre la negociación. Las cosas que pretendían resultaban inadmisibiles incluso para Vito Ciancimino mismo, al punto que, siguiendo el consejo de Provenzano, empieza a escribir una lista más aceptable que Ciancimino envía “al diputado Rognoni, Mancino y al ministro de la justicia. Massimo explica: "Contenía lo que era la invitación de Provenzano a mi padre de no atrincherarse en una posición de rechazo absoluto respecto a las exigencias formuladas por Riina, sino intentar encontrar puntos de acuerdo, algo que pudiera poner de acuerdo según las finalidades del uno y lo que podía ser por lo menos presentable o gestionable para quién de hecho tenía que actuar después… las personas indicadas como receptores de las peticiones, eran el diputado Mancino y el diputado Rognoni. Aunque después mi padre subraya debajo de "Ministro Guardasellos" porque obviamente no se capacita de que dos sujetos que de hecho no revestían el cargo principal pudieran  garantizar que se respetara ese mínimo programa, ya que lo podía hacer solo el Ministro Guardasellos”.  

Pero el ex alcalde ni siquiera tiene el tiempo de presentar esas correcciones que ya el jefe de Cosa Nostra pone en acción el atentado contra Borsellino. A este punto el diálogo se detiene. "Mi padre - cuenta Massimo Ciancimino en el aula durante el proceso Mori-  considera el contacto ya interrumpido porque con esta persona no se podía tratar". Son horas importantes y Vito Ciancimino comprende que si quiere sacar ventajas personales de esta negociación, Riina no es el interlocutor más adapto. Don Vito no estima a Totò "u curtu" (Riina, ndr.), cree que es impulsivo y arrogante, incapaz de estrategias estudiadas. El exacto contrario de Bernardo Provenzano, su socio en negocios. Provenzano siempre ha sabido hacer "política" afirmaba el arrepentido mafioso Giuffrè*, y Don Vito ha sido siempre “su mente gris” (intermediario entre mafia y política). Una relación estrecha que los mantiene unidos incluso en este delicado momento en el que Binnu (Provenzano, ndr.) se ve obligado a colaborar en el proyecto para capturar a su aliado corleonés. La única salida para pilotar, sin hacer demasiado ruido, a la organización fuera de las tensiones que los atentados en contra de los jueces y de los chicos de las escoltas han provocado en su contra.

La captura Así después de esta paralización, la mediación entre Ciancimino y Mori se reanuda. "Alrededor del 22 de agosto - continúa Ciancimino jr - mi padre me dice que me ponga en contacto de nuevo con los carabinieri". Tres días después los militares del ROS se reúnen de nuevo con el ex alcalde en Roma en su casa de Via S. Sebastianello, cerca de Plaza de España, donde reside desde que salió de la cárcel de Rebibbia. Esta vez sobre el plato de la balanza no se contempla la rendición de los grandes prófugos sino el arresto de Riina. Don Vito da su disponibilidad para que se realice, a cambio de un tratamiento legislativo que le favorezca, para tutelar su patrimonio sobre el cual pesa una medida de confiscación ligada a las investigaciones de Giovanni Falcone. Según cuánto le refiere a Massimo Ciancimino los carabinieri en cambio aseguran al futuro capomafia la impunidad, garantizándole la tranquilidad de poder moverse libremente en el territorio italianoEl arresto del jefe de Cosa Nostra en cambio -se apresura de advertir don Vito a los carabinieri, "se tiene que hacer manteniendo una actitud de respeto... (...)”. Esto para que se dé cuenta de que la decisión de la captura es indispensable. A ese punto, explica Massimo en el proceso, el intento de Provenzano "de quedar fuera de toda esta situación decae". Y "también él" en cierto sentido "tiene que asumirse sus responsabilidades" frente a una persona que siempre le había  avalado en todo su diseño criminal. El otoño del 1992 es dedicado a poner a punto dicho programa. Don Vito está ansioso de recibir respuestas sobre su situación judicial. Le pide a Mori que hable con Luciano Violante, el nuevo presidente de la Comisión parlamentaria antimafia, el único según él competente para condicionar el resultado de sus procesos, gracias a su influencia dentro de la magistratura. La confianza que Mori y De Donno puedan lograr hacer algo por don Vito sin una intervención de los altos rangos es absolutamente nula. (sigue) 


Notas:
*Proceso Mori-Obinu: Juicio che toma el nombre del generalMario Mori y del coronel Mauro Obinu. En el 1995 un soplo informó a los Carabinieri de dónde estaba Provenzano, en una cabaña de las montañas de Mezzojuso, pero le dejaron escapar. De ahí se abrió el juicio en cuestión.
* Don Vito Ciancimino: Ex alcalde mafioso de Palermo ya fallecido.
* De Donno: Giuseppe De Donno, capitán de los carabinieri
* Dda: Dirección Distrectual Antimafia 




TSUNAMI CIANCIMINO



Sobre negociación Cosa Nostra-Estado

por Giorgio Bongiovanni y Lorenzo Baldo - 03 de Febrero 2016

"Italia no puede afrontar un proceso mortificante en este preciso momento histórico, estáis simplemente locos solo con pensarlo. Un país tiene que seguir sus propias razones, a menudo inclusosacrificando a esos pocos inicuos personajes e  enemigos de la patria". Era el 27 de mayo de 2013 cuando Massimo Ciancimino recibió esta carta anónima. Ese mismo día, en el que se conmemoraba el 20° aniversario de la masacre de Via dei Georgofili, empezaba el proceso sobre la negociación Estado-mafia. "Os controlamos constantemente – decía todavía la carta anónima - desde el presidente Montalto hasta el último jurado. Veréis que mal quedaréis con el proceso Mori-Obinu*. El presidente Fontana, un Juez serio capaz todavía de separar las razones de Estado de la simple criminalidad organizada, sabrá cómo demoler la ya poca credibilidad que tienen invirtiendo la tesis acusatoria”.

Cuatro meses después Massimo Ciancimino, durante una audiencia del proceso sobre la negociación, leyó en el aula los pasos más salientes de aquella misiva que, en un crescendo de inquietantes previsiones que al final en efecto se verificaron, contenía evidentes tentativas de taparle la boca.  

A distancia de casi tres años el hijo de Don Vito* se encuentra  a recorrer en el aula búnker del Ucciardone las etapas salientes de una vida en las que ha sido testigo ocular de un pacto entre el Estado y la mafia. Una negociación dónde los confines entre instituciones y Cosa Nostra se convierten en una cosa sola: reales y verdaderos sistemas criminales que han realizado atentados de Estado poniendo bajo chantaje nuestra frágil democracia.  

G.B y L.B.

Trascribimos a continuación la primera parte de un extracto del libro “Los últimos días de Paolo Borsellino" en vista del interrogatorio en el aula de Massimo Ciancimino. 



Tsunami Ciancimino*

"Provenzano se hacía llamar ingeniero Lo Verde, era el único con quien mi padre se veía sin necesidad de cita y le recibía en pijama... ".  Era el 13 de diciembre de 2007 cuando las agencias de prensa difundieron con un día de antelación la entrevista a Massimo Ciancimino que saldría publicada en el semanal Panorama. El hijo del ex alcalde de Palermo condenado por mafia y fallecido en el 2002 cuenta que Vito Ciancimino recibía en casa dos veces al mes a Bernardo Provenzano. "Se habían conocido de chicos en Corleone - cuenta Ciancimino - mi padre le daba clases particulares de matemáticas. Una vez incluso le dió dos bofetones porque estaba sin ganas de estudiar”. La entrevista se publicó unos meses después de que Massimo Ciancimino fuera condenado en primer grado a cinco años y ocho meses por  lavado de dinero y por ser  testaferro. Alrededor de él se ha reavivado desde hace años una atención mediática latente. Ciancimino jr habla también de la tristemente célebre negociación entre Estado y mafia de la cual fue testigo. A la edad de 44 años el ex joven rebelde explica con un aire desencantado que nunca nadie lo ha interrogado sobre este aspecto tan delicado.

"Después del atentado de Capaci el capitán De Donno* se vio con mi padre todo el verano del 1992. Una vez De Donno me entregó el plano de Palermo y una lista de usuarios telefónicos que presumiblemente usaba Totò Riina: mi padre tenía que señalar la zona e indicar los números. Después de una semana entregué todo con la indicación del barrio de la Avenida Región Siciliana y dije: 'Allí tenéis que buscar a Riina' ". El hijo de don Vito reitera que su padre fue parte en causa en la negociación abierta con oficiales del Ros (cuerpo especial de los carabinieri) para arrestar a prófugos y para abrir un canal de diálogo con Cosa Nostra que tenía como fin interrumpir la estrategia stragista. "Mi padre al principio era contrario. Iniciar una negociación y luego interrumpirla significaba mostrar la propia debilidad. Al punto que rápidamente después de las solicitudes de Riina el Estado dio un paso atrás. Y fue asesinado Paolo Borsellino". En la entrevista al semanal Massimo Ciancimino se adentra peligrosamente en el período sucesivo a los atentados de Capaci y de Via D’Amelio. "Mi padre siempre me decía que después de los atentados había hablado con Provenzano para que retomara en mano la situación después de la muerte de Falcone y Borsellino. 'Esta ya no es mafia sino terrorismo, la mafia siempre ha convivido con el Estado sin atentados u homicidios de servidores del Estado', decía. Es más, detrás de los atentados él veía también la mano de alguien más. El resto es historia: la familia de Provenzano regresa a Corleone, se acaban los estragos y homicidios y se vuelve a la mafia silenciosa de nuestros días. Con Riina con las esposas y con cadena perpetua".

La respuesta de la autoridad judicial no tarda en llegar. El 27 de diciembre de 2007 un despacho de agencia anuncia que el Dda* de Caltanissetta tiene intención de interrogar en breve tiempo a Massimo Ciancimino. El contenido de la entrevista a Panorama ha acelerado inevitablemente los acontecimientos. La audición de Ciancimino jr es incorporada dentro de las nuevas investigaciones sobre los ideólogos de las matanzas del '92. El 29 de enero de 2008 Massimo Ciancimino entra en la fiscalía de Caltanissetta; acompañado por su abogado en esa época, Roberto Mangano, sube al 4° piso del Palacio de justicia. Pasan pocos minutos y se sienta frente al procurador en funciones Renato Di Natale y al sustituto Rocco Liguori. Tienen que interrogarle  en el ámbito de las investigaciones sobre los ideólogos de los atentados del '92. El tour de force de las fiscalías había empezado.El martes 12 de febrero Massimo Ciancimino declara nuevamente ante la fiscalía di Caltanisseta. Esta vez al lado de los pm Di Natale y Liguori está también el consejero de la Dna (Dirección Nacional Antimafia) Paolo Giordano.

Tres días después los medios de comunicación difunden las primeras indiscreciones sobre los interrogatorios del hijo de don Vito. Maximo Ciancimino alza ulteriormente el nivel. "Yo estaba presente cuando le fue entregado a mi padre el 'Papello'  de la mafia al Estado, ndr.). Vino a mi casa un señor distinguido que le dio a mi padre un sobre con una hoja de papel en la que Cosa Nostra había escrito sus peticiones. Después mi padre le dio la lista al capitán  De Donno y al coronel Mori". Para los investigadores el "señor distinguido" es el conocido médico de Totò Riina, Antonino Cinà. Estamos apenas al principio de una colaboración que minarálos fundamentos de ese Estado "paralelo" preexistente. El 29 de febrero, durante una sesión del proceso que en esa ocasión se celebraba en Milán a cargo del diputado del partido Fuerza Italia, Giovanni Mercadante, ex boss de Caccamo, éste define a Vito Ciancimino como "la persona con la cual Provenzano se encontraba para hablar de negocios y de política". El lunes 7 de abril la fiscalía de Palermo interroga a Massimo Ciancimino en el ámbito de la investigación sobre las "coberturas" que habrían protegido la contumacia de Bernardo Provenzano.

Ciancimino jr cuenta su verdad a los fiscales de la Dda, Antonio Ingroia y Nino De Matteo. Los dos magistrados son titulares de la investigación sobre la fallida captura de Bernardo Provenzano en el 1995 en Mezzojuso (Palermo). Por este fallido blitz han sido procesados por encubrimiento agravado  (durante el juicio de apelación  los jueces excluyeron el agravante por mafia), el ex prefecto, Mario Mori, en esa época vice comandante de los carabinieri del Ros y el coronel Mauro Obinu, vice de Mori. El 13 de junio de 2008 queda depositado en las actas del proceso Mori-Obinu (que iniciaría cinco días después), el acta del interrogatorio a Massimo Ciancimino del 7 de abril. Ese mismo día los despachos de agencia hacen de caja de resonancia de sus declaraciones. Según Ciancimino jr la negociación tiene lugar en el periodo entre las matanzas de Capaci y Via d’Amelio, los puntos del "papello" eran 12 pero algunas solicitudes hechas por Totò Riina eran "absolutamente inadmisibles" por parte del Estado. El hijo de don Vito cuenta los motivos por los que se interrumpió  ese "pacto". "Mi padre me contó el hecho de que la negociación se cerró en el momento en que ellos (los carabinieri), ndr.), le pidieron que entregara a Riina”.

Ciancimino jr les explica a los fiscales el momento en el que vio el "papello". “Vi una hoja de papel, que mi padre redobló, mientras pronunciaba la frase 'Son los de siempre, las usuales cabezas de idiotas’ . Volvió a doblar la hoja y se la metió en el bolsillo. Tiempo después, en el 2000-2001, mi padre me dijo que se había perdido  una gran ocasión. Me dijo: 'Según mi opinión con ciertas personas no había que tratar, porque desde el momento en el que el Estado le muestra el costado a esta gente, esta gente se aprovecha’". "Mi padre - continua todavía Ciancimino jr  no se daba paz, porque veía ciertas cosas de las que él sentía que se podía hablar... En la lista de las 10-12 solicitudes había  3-4 sobre las que se podía entablar una conversación, pero 7-8 eran peticiones de los que no quieren...". 

En el interrogatorio Massimo Ciancimino afronta también el tema del período post-negociación en el que el "intermediario" entre Estado y mafia es don Vito. "Mi padre ha muerto con esta convicción de que habían pasado por encima de él y de que alguien había tomado en mano la negociación, manteniendo ciertos acuerdos". De hecho después del atentado de Via D’Amelio, Riina como interlocutor indirecto se convierte en el objetivo. Hasta el día de su captura. Las revelaciones de Ciancimino jr sobre el papel que jugaba Marcello Del Utri como nuevo "intermediario" entre los dos márgenes todavía están lejos. Pero es sólo una cuestión de tiempo.

Declaraciones peligrosas 

En pocos meses el fenómeno Ciancimino inicia a ser consistente. Sus declaraciones a los magistrados de la Fiscalía de Palermo arrojan sombras incluso sobre la investigación relacionada con el patrimonio oculto del padre, que llevó a su arresto. Hay documentos importantes que fueron confiscados, durante el registro del mes de febrero de 2005 realizado por los carabinieri en su casa en el paseo marítimo de la calle Cristoforo Colón; fueron incautados, pero nunca examinados. Mientras otros han quedado cerrados en una caja fuerte que los oficiales no han abierto. Parece la trama de un thriller, pero los fiscales que han convocado a Ciancimino, quieren ver claro, intentan empujar al hijo del ex Alcalde de Palermo para que colabore, le piden que lleve los papeles del padre  que avalan sus declaraciones. Al fin Ciancimino se convence, cuenta las fases de una negociación que se ha articulado en tres tiempos, entrega a los magistrados el famoso ‘papello’ de Riina que en el 2005 estaba resguardado en aquella caja fuerte que se quedó cerrada. Y después de muchos interrogatorios entre Caltanisetta y Palermo, en febrero del 2010, el testigo repite sus declaraciones en el aula, en el proceso Mori.

La atención mediática está al máximo nivel, las reconstrucciones que hace Massimo divergen, tanto en los modos como en los tiempos, de las declaraciones que habían prestado los militares del Ros. El hijo del ex alcalde de Palermo habla de las fases del período pre y post atentados del '92. Explica que la primera parte de la negociación en la que don Vito hace de "intermediario" entre lo que pide el General Mori y Cosa Nostra es antecedente a la muerte de Paolo Borsellino, mientras que la segunda parte ocurre después  y en la que se cuenta con la colaboración del ex Alcalde de Palermo para capturar a Riina. Y así el testigo habla. "Mi padre" intentó "ablandar" los 12 puntos del ‘papello’ que quería Riina.  

Escribió algunos "apuntes -les explica a los jueces del proceso Mori- que servían a mi padre mismo para pedir a Provenzano que interviniera para convencer, persuadir con respecto a Riina". Como prueba del diálogo sobre el tema del ‘papello’ que tuvo lugar entre su padre y Provenzano los magistrados entran en poder de un ‘pizzino’ (mensaje en un papel) escrito a máquina  por el ingeniero "Lo Verde". "Queridísimo Ingeniero - así llamaba Binnu a su ex profesor de matemáticas - he recibido la noticia de que ha tomado la receta del querido médico. Creo que es el momento de que todos hagamos un esfuerzo, como ya nos dijimos en nuestro último encuentro, nuestro amigo está bajo fuerte presión; esperemos que la respuesta nos llegue a tiempo, si tenemos el tiempo de hablarlo nosotros dos juntos. Yo sé que Vd. tiene la buena costumbre de ir al cementerio por el cumpleaños de su padre. Se recuerda que me habló usted mismo de ello; podríamos vernos para hacer una oración a Dios juntos". Según lo que Massimo Ciancimino sabe por boca de su padre la "receta" de la que habla Provenzano es el "papello", o bien las 12 solicitudes de Riina al Estado para poner fin a los atentados que le manda al ex alcalde por medio de Antonino Cinà, su médico de confianza y además jefe del ‘mandamento’ (territorio) mafioso de San Lorenzo, actualmente co-acusado en el proceso sobre la negociación. Las cosas que pretendían resultaban inadmisibiles incluso para Vito Ciancimino mismo, al punto que, siguiendo el consejo de Provenzano, empieza a escribir una lista más aceptable que Ciancimino envía “al diputado Rognoni, Mancino y al ministro de la justicia. Massimo explica: "Contenía lo que era la invitación de Provenzano a mi padre de no atrincherarse en una posición de rechazo absoluto respecto a las exigencias formuladas por Riina, sino intentar encontrar puntos de acuerdo, algo que pudiera poner de acuerdo según las finalidades del uno y lo que podía ser por lo menos presentable o gestionable para quién de hecho tenía que actuar después… las personas indicadas como receptores de las peticiones, eran el diputado Mancino y el diputado Rognoni. Aunque después mi padre subraya debajo de "Ministro Guardasellos" porque obviamente no se capacita de que dos sujetos que de hecho no revestían el cargo principal pudieran  garantizar que se respetara ese mínimo programa, ya que lo podía hacer solo el Ministro Guardasellos”.  

Pero el ex alcalde ni siquiera tiene el tiempo de presentar esas correcciones que ya el jefe de Cosa Nostra pone en acción el atentado contra Borsellino. A este punto el diálogo se detiene. "Mi padre - cuenta Massimo Ciancimino en el aula durante el proceso Mori-  considera el contacto ya interrumpido porque con esta persona no se podía tratar". Son horas importantes y Vito Ciancimino comprende que si quiere sacar ventajas personales de esta negociación, Riina no es el interlocutor más adapto. Don Vito no estima a Totò "u curtu" (Riina, ndr.), cree que es impulsivo y arrogante, incapaz de estrategias estudiadas. El exacto contrario de Bernardo Provenzano, su socio en negocios. Provenzano siempre ha sabido hacer "política" afirmaba el arrepentido mafioso Giuffrè*, y Don Vito ha sido siempre “su mente gris” (intermediario entre mafia y política). Una relación estrecha que los mantiene unidos incluso en este delicado momento en el que Binnu (Provenzano, ndr.) se ve obligado a colaborar en el proyecto para capturar a su aliado corleonés. La única salida para pilotar, sin hacer demasiado ruido, a la organización fuera de las tensiones que los atentados en contra de los jueces y de los chicos de las escoltas han provocado en su contra.

La captura 

Así después de esta paralización, la mediación entre Ciancimino y Mori se reanuda. "Alrededor del 22 de agosto - continúa Ciancimino jr - mi padre me dice que me ponga en contacto de nuevo con los carabinieri". Tres días después los militares del ROS se reúnen de nuevo con el ex alcalde en Roma en su casa de Via S. Sebastianello, cerca de Plaza de España, donde reside desde que salió de la cárcel de Rebibbia. Esta vez sobre el plato de la balanza no se contempla la rendición de los grandes prófugos sino el arresto de Riina. Don Vito da su disponibilidad para que se realice, a cambio de un tratamiento legislativo que le favorezca, para tutelar su patrimonio sobre el cual pesa una medida de confiscación ligada a las investigaciones de Giovanni Falcone. Según cuánto le refiere a Massimo Ciancimino los carabinieri en cambio aseguran al futuro capomafia la impunidad, garantizándole la tranquilidad de poder moverse libremente en el territorio italianoEl arresto del jefe de Cosa Nostra en cambio -se apresura de advertir don Vito a los carabinieri, "se tiene que hacer manteniendo una actitud de respeto... (...)”. Esto para que se dé cuenta de que la decisión de la captura es indispensable. A ese punto, explica Massimo en el proceso, el intento de Provenzano "de quedar fuera de toda esta situación decae". Y "también él" en cierto sentido "tiene que asumirse sus responsabilidades" frente a una persona que siempre le había  avalado en todo su diseño criminal. El otoño del 1992 es dedicado a poner a punto dicho programa. Don Vito está ansioso de recibir respuestas sobre su situación judicial. Le pide a Mori que hable con Luciano Violante, el nuevo presidente de la Comisión parlamentaria antimafia, el único según él competente para condicionar el resultado de sus procesos, gracias a su influencia dentro de la magistratura. La confianza que Mori y De Donno puedan lograr hacer algo por don Vito sin una intervención de los altos rangos es absolutamente nula. (sigue) 

Notas:

*Proceso Mori-Obinu: Juicio che toma el nombre del generalMario Mori y del coronel Mauro Obinu. En el 1995 un soplo informó a los Carabinieri de dónde estaba Provenzano, en una cabaña de las montañas de Mezzojuso, pero le dejaron escapar. De ahí se abrió el juicio en cuestión.

* Don Vito Ciancimino: Ex alcalde mafioso de Palermo ya fallecido.

* De Donno: Giuseppe De Donno, capitán de los carabinieri

* Dda: Dirección Distrectual Antimafia