Jueves 28 Marzo 2024
El dolor del sacerdote Don Ciotti por el sin techo que murió en Turín

"Tu partida debe empujarnos a dejar atrás el paradigma de la pobreza, como culpa o como fatalidad"

Por AMDuemila-12 de febrero de 2021

"¡Adiós Mostafa! Que el más allá te compense por todas las penurias e injusticias sufridas en esta vida". Así comienza el largo homenaje de Don Luigi Ciotti, publicado en La Stampa, en memoria de Mostafa Hait Bella, un sin techo de 59 años de origen marroquí, encontrado ayer por la mañana sin vida en la vereda del bar 'Caffetteria del Re', en la calle Re Umbert de Turín.

"Llegado de Túnez después de una tragedia familiar, supiste hacer que te recibieran con tu amabilidad, tu disponibilidad, tu voluntad de trabajar", escribe Don Ciotti. "Te habías convertido en una figura familiar en el barrio, estimada y querida por muchas personas como los dueños del bar que esta mañana decidieron no abrir en señal de duelo después de haberte encontrado muerto debajo de un banco. La vida en la calle te había debilitado, sobre todo porque ya ni siquiera tenías el coche que utilizabas como refugio nocturno. En parte, consuela el hecho de que hayas tenido tiempo de conocer el rostro de la Turín abierta, acogedora, humana. Una Turín que tiene sus raíces en el siglo XIX, el de los "santos sociales", para alcanzar hoy las múltiples realidades que con humildad y pasión apuestan por lo último, lo invisible, lo olvidado. La gente viene a menudo a Italia no por elección sino por coacción, inducida por las políticas económicas arrogantes de un Occidente malvado, que trata al planeta como si fuera su hogar sin asumir la responsabilidad de los desastres globales".

Adios hermano Mustafa 2

"Por eso -prosigue el sacerdote- no podemos limitarnos a recordar tu sonrisa y tu amabilidad. Debemos comprometernos más en construir un modelo alternativo de convivencia basado en la universalidad del ser humano específico, en ese "¡Hermanos todos!" a que insta la última encíclica del Papa Francisco, hermandad basada en necesidades y esperanzas comunes. Tu partida debe estimularnos a ello. A dejar atrás el paradigma de la pobreza como una culpa o como una fatalidad: detrás de él siempre hay elecciones políticas y económicas precisas. Debemos denunciar enérgicamente la indecencia moral de ver a la pobreza como un problema de "decoro" urbano. Y basta de llamarlos "sin techo", no los podemos identificar por una condición: los que viven en la calle son personas como todos los demás, con una cara, un nombre, una historia. ¡No son un número ni una categoría! Bienvenida sea la cumbre convocada para hoy por el Prefecto de Turín Palomba con el alcalde Appendino y el arzobispo Nosiglia, que mañana reunirá la realidad de la Iglesia. Es sumamente necesario este compromiso transversal y compartido, ante la crisis económica que seguirá al alivio de la emergencia sanitaria".

"Una vez más -añade el sacerdote fundador de Libera y el Gruppo Abele- el compartir y la corresponsabilidad son las bases para construir un cambio real. Venimos de años de escasez, vacíos, retrasos. Han crecido las desigualdades, la pobreza absoluta y relativa, el desempleo, la reducción y el desmantelamiento de los servicios en nombre de una lógica económica que ha generado miedos, fragilidad, pero también un sordo resentimiento que muchas veces desemboca en formas de odio y racismo real. Sin olvidar el malestar invisible, el que se esconde detrás de los muros de las casas y que también afecta a personas económicamente garantizadas y que tiene sus raíces en fracturas del alma que no pueden remediarse con la "digitalización de la existencia" ni la formación de comunidades virtuales donde el contacto se confunde con una relación y el juicio y los prejuicios a menudo prevalecen sobre el conocimiento y la comprensión". "No podemos quedarnos detrás de las ventanas. No podemos permanecer inertes e indiferentes porque en situaciones como esta la omisión se convierte en complicidad. El quid, sin embargo, sigue siendo político. La solidaridad no puede reemplazar a la ley. El ímpetu de las personas, las asociaciones y el sector privado no puede sustituir el compromiso político de eliminar las causas estructurales de la desigualdad y la injusticia. 'Le pido a Dios que nos dé más políticos que realmente se preocupen por la sociedad, por la gente, por la vida de los pobres (...). La política, muy denigrada, es una vocación altísima, es una de las formas más preciosas de caridad porque busca el bien común'. Estas son las palabras del Papa Francisco, contenidas en la Exhortación Evangelii Gaudium. Palabras que suscribo plenamente y a las que humildemente me permito añadir que la política redescubra su 'vocación suprema' -que más que nunca, en estos días, está llamada a buscar- cuando sabe mirar el mundo a través de los ojos de los pobres y en la perspectiva del camino. Dejándonos tocar y perturbar por la pregunta que nos hace sin cesar el camino: '¿Qué puedo hacer para que todos tengan una casa, un trabajo, una dignidad y dejen de sentirse un número, una cosa, un desperdicio?'", termina diciendo Don Ciotti.

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*Foto de portada: Mostafa Hait Bella (foto tomada de fanpage.it)

*Foto 2: © Imagoeconomica / Don Ciotti