Jueves 25 Abril 2024
Una necesidad urgente del pueblo Argentino, porque el Estado no aportó nada

Entrevista a Carlos Lordkipanidse, del encuentro militante Cachito Fukman

Por Yesica Nievas, Eduardo Godoy y Agustín Saiz-30 de noviembre de 2020

Se presentará el petitorio en Casa de Gobierno de la campaña para exigir la apertura de los archivos de la dictadura, este jueves 3 de diciembre. La voluntad popular tiene ahora la responsabilidad histórica de marcarle al estado hacia dónde debe ir, sobre todo porque probablemente deba doblegarle el rumbo para hacerlo ir en contra de sus propios intereses. En un país donde la bonaerense piquetea la Casa Rosada después de la serie de desapariciones y asesinatos durante la pandemia, la apertura de los archivos es sin lugar a dudas todo un desafío al poder. Y también funciona como un punto de quiebre para reconocer quiénes se paran de un lado y quiénes del otro.

En Argentina hay un espacio en blanco en la psiquis de todos, un agujero, una zona a la que como pueblo todavía no podemos ingresar y que nos genera un comportamiento social errático. Después de vivir el terrorismo de Estado, los diferentes gobiernos que sucedieron caminaron a los tumbos, alternándose en lo que es hoy una deriva colectiva. En ese marco quienes empujaron la búsqueda por verdad, memoria y justicia fueron los mismos sobrevivientes y familiares de desaparecidos. Sobre todo gracias a ellos son los resultados obtenidos y los avances en el campo de la justicia y la reconstrucción de la memoria colectiva. Fueron 30.000 y fue un genocidio. Pero todavía lo que no tenemos claro es hasta dónde la convivencia del aparato ideológico de la dictadura se arraigó y capitalizó en la estructura del poder formal y clandestina que hoy nos gobierna. Y nos somete.

Para entender a fondo qué son los archivos, por qué no los abren y quiénes están involucrados, tuvimos la suerte de poder conversar con Carlos “Sueco” Lordkipanidse, sobreviviente de la ESMA y hoy referente del encuentro Cachito Fukman desde donde se impulsa esta campaña.

“Para tener un panorama general más o menos claro de la situación, lo que te puedo decir es que efectivamente condenados de los juicios que se hicieron a lo largo y ancho del país, hay 600 genocidas. Esos son los que están efectivamente condenados, sin condena firme de la Corte Suprema. Estos 600 condenados, si uno representa los 600 centros clandestinos que hubo en el país, te da un represor por centro clandestino, lo que sería absolutamente absurdo, porque se entiende que esos centros no pueden funcionar con una sola persona. Entonces la apertura de los archivos lo que nos permitirá hacer es conocer el funcionamiento de los centros clandestinos de detención, quiénes eran los represores que allí actuaron y por sobre todas las cosas, quiénes fueron los compañeros que pasaron por esos centros clandestinos. Los juicios que se han desarrollado hasta ahora han demostrado que toda la información aportada a las causas siempre devino de las víctimas y de los sobrevivientes. Esto quiere decir que los familiares o personas que estuvieron presentes en el momento en que se llevaban a las víctimas y los sobrevivientes de los centros clandestinos de detención vieron a esas víctimas dentro de los campos de concentración. Imagínate que un sobreviviente tiene muy pocas posibilidades de identificar de quién se trata cada uno de los represores. A lo largo de 40 años de estrujar la memoria, como decimos nosotros, hemos podido identificar a muchísimos represores y que son parte de estos 600 que han sido condenados. Entonces cuando pedimos la apertura de los archivos, lo que queremos es tener acceso a toda la información de lo ocurrido en los años, del 74 al 83, para primero poder sentar en el banquillo de los acusados a todos aquellos que tengan que estar ahí, segundo para llevarle tranquilidad o para llevarle alguna clase de certeza a todos los familiares de todas las víctimas que todavía no están identificadas, y que ni siquiera saben por qué centro clandestino de detención pasaron”.

El “Sueco” explica, para que podamos tomar mayor dimensión de las consecuencias del accionar del Estado respecto a la apertura de los archivos, un caso emblemático que es el de Norita Cortiñas, quien todavía no sabe a qué centro de detención llevaron a su hijo y lógicamente tampoco su destino. Además esta desclasificación es clave para la identificación de los 300 niños apropiados durante la dictadura y que hoy siguen con la identidad adulterada. Las abuelas de Plaza de Mayo han logrado después de muchísimo esfuerzo recuperar hoy la identidad de más de 160 jóvenes, pero son muchos los que todavía faltan encontrar: “…pongo como ejemplo un elemento, todas estas familias que se han apropiado de estos chicos, algunas han adoptado legalmente. Quienes eran niños en aquel entonces, han tenido que inscribirse en algún jardín de infantes, en alguna escuela primaria, en un colegio secundario y demás. Para hacer eso necesitaron de toda una documentación que no puede ser apócrifa, es decir tienen que haberlo registrado en algún registro civil, en donde recibieron un número de documento, un nombre, y apellido falso, que es el de la familia apropiadora. Tan fácil como eso. El Estado es el responsable porque el Estado sabe. Esto se ha transmitido desde la dictadura en adelante, se ha transmitido a todos los gobiernos la identidad y la ubicación de cada uno de los niños. Nunca el Estado aportó un dato que permitirá decir fulano de tal, el hijo del matrimonio tal y tal, lo tiene apropiado tal familia. Nunca existió, siempre fue el trabajo de hormiga de las abuelas que permitió descifrar los casos que hasta el momento lograron recuperar. A eso nos referimos cuando decimos que queremos la apertura de todos los archivos”.

Campaña apertura archivos dictadura 2

Hace 3 semanas atrás en la Ex Side (Ex Secretaria de Inteligencia del Estado) actualmente la AFI (Agencia Federal de Inteligencia) apareció en un placard, un dossier del batallón de inteligencia 601 con fotos y la información de 500 personas que eran buscadas. Lo indignante de esta situación es que esta oficina se ubica a metros de la Casa Rosada y toda esa información permaneció encubierta por más de 40 años: “…el año pasado, un grupo de sobrevivientes de la Escuela Mecánica de la Armada, logramos identificar 3 centros clandestinos de detención que conformaban el circuito de represión de la ESMA. Por allí pasaron muchos de los detenidos desaparecidos. Esa es una información que nunca surgió ni en los juicios, ni la aportó el Estado. Nosotros utilizando tecnología moderna, cosa que en su momento los militares no habían tenido en cuenta, hoy tenemos Google Earth y nuevamente recurriendo a la memoria, logramos ubicar la zona donde se supone que estaban esos centros clandestinos. Lógicamente nos llevaban encapuchados y no podíamos saber dónde íbamos, pero recordábamos que existía una casa principal, una casa subalterna, que había un tanque de agua, una pileta de natación, detalles  que nos permitieron identificar lugares, por las tomas fotográficas aéreas. Efectivamente fuimos a esos lugares, los reconocimos y lo presentamos en las causas correspondientes para que la justicia actúe. Todo este trabajo de hormiga que desarrollamos con las víctimas fue con nula asistencia del Estado. Todo a partir de nuestros recursos. Y logramos descifrar todas estas situaciones solamente a partir de esta voluntad de que no queden impunes los genocidas, que no queden impunes los asesinatos, las torturas, las muertes y las apropiaciones de los hijos de nuestros compañeros”.

La Conadep fue el instrumento del Estado que reconstruyó lo sucedido durante la dictadura genocida, gracias al testimonio de los sobrevivientes y los familiares de las víctimas. Pero no hubo ningún otro aporte del Estado que permitiera por ejemplo acceder a testimonios de los propios militares. Desde 1984 hasta ahora, ha sido solo la voluntad de los militantes de DDHH lo que posibilitó echar luz para descifrar los secretos de Estado que entorpecen la búsqueda de verdad y la ocultan: “…hasta no hace mucho tiempo fue Comandante en Jefe del Ejército un tipo que se llamaba Milani. Nunca surgió de un expediente del Estado que Milani haya formado parte de los grupos de tareas que actuaban en la provincia de Tucumán en el marco del operativo Independencia. Tuvo que ser el trabajo infatigable de esa madre del soldado Ledo, en soledad, desde la provincia de La Rioja, la que permitió desenmascarar esta situación. Tendría miles de ejemplos para darte pero te doy uno bien emblemático para que se pueda entender. Lo que queremos remarcar es que la impunidad de ayer, es la que genera la impunidad de hoy. Todo lo que ocurre hoy y queda impune, es producto de un sistema de impunidad generado desde la época de la dictadura, en donde todos estos hechos que quedan en la nada o en juicios eternos donde al final es condenado un señor que, pobrecito, tiene más de 70 años y lo dejan ir a la casa. Queremos terminar con eso, queremos llevar paz y tranquilidad a las familias que todavía esperan que suene el timbre de la puerta o el teléfono y que aparezca por lo menos alguna noticia de su hijo desaparecido. En ese sentido estamos desarrollando esa campaña, desde el Encuentro Militante Cachito Fukman y con el respaldo del Encuentro Memoria Verdad y Justicia y de las Madres Mirtha Baravalle, Elia Espen, Nora Cortiñas, Elsa y varias madres más, para que este 3 de diciembre, cuando se cumpla el 40 aniversario de la marcha de la resistencia, llevar a la casa de Gobierno el petitorio de la apertura de los archivos. La sumatoria de las firmas que se colectaron hasta el momento son más de 6000 y conforman más de 200 organizaciones a nivel nacional e internacional, en donde le exigimos a este gobierno, como le exigimos a todos los anteriores, de que abran los archivos".

Esta campaña sobre todo es una toma de posición frente al actual gobierno que apenas asumió dejo en claro su intención de dar “una vuelta de página”. La batalla por una justicia plena que definitivamente restaure la herida dejada por los crímenes cometidos por la locura inhumana genocida de la dictadura, tiene que ser ganada por la gente. En cada etapa los diferentes gobiernos actuaron con gran irresponsabilidad y cobardía moral. En los 80´s fueron las leyes de “Obediencia debida y punto final de Alfonsín”. Luego siguieron muchos años de luchas para lograr anularlas. Este petitorio que se le presenta al Poder Ejecutivo de la Nación, representa la necesidad de aquellos quienes tienen asumida la responsabilidad de que esto no quede impune. Porque no hay ni olvido ni perdón, ni reconciliación: “…es importante que sea apoyado por toda la sociedad y por sobre todo por las nuevas generaciones. Nosotros y cuando me refiero a nosotros digo las madres, nuestras abuelas, los sobrevivientes, nos estamos poniendo viejos. Hace dos semanas atrás, falleció Víctor Basterra, que es un Héroe Nacional, quien fue el que sacó las fotos de los represores de la ESMA escondidas en su cuerpo y permitió identificar a más de 60 de ellos. Imagínense que si se acaba la memoria, queda la impunidad. Esto requiere del acompañamiento de jóvenes que tomen estas temáticas y el conocimiento para que no queden en el olvido”.

Es hora de valorar definitivamente a nuestros héroes, quienes no solo han soportado los tormentos más atroces, sino que dando muestras de un coraje invalorable, hoy están a la vanguardia para mostrarnos el camino.

Es cierto que estamos viviendo un periodo de cambio generacional donde hay personalidades únicas e irrepetibles que se destacan por su naturaleza y dignidad humana.

Pero hay sembrada una semilla que está dispuesta a tomar la posta en esta batalla.

Son 30.000!

Ni olvido ni perdón!

Nunca más es nunca más!

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*Foto de Portada: www.laretaguardia.com.ar / Carlos Lordkipanidse

 

*Foto 2: Facebook