Este acuerdo se conoce como el Pacto del Club Naval, sellado el 3 de agosto de 1984. En palabras de quien fuera en aquel momento el líder del Partido Nacional, Wilson Ferreira Aldunate y que se encontraba preso por el gobierno de facto, “el pacto compromete y muy gravemente todo el futuro democrático del país”.
Luego de una lectura conjunta de escritos acordes con la movilización, la multitud comenzó su recorrido a través de Avenida del Libertador, haciendo varias paradas en el camino. En cada una de ellas se hizo una intervención musical con canciones que recordaban a esos mártires asesinados y desaparecidos por el gobierno de facto. La primera de ellas fue a las puertas del Instituto de Profesores Artigas (IPA) sobre la Avenida Libertador, la siguiente fue ante la ex Cámara de Industria y Comercio de la Avenida Rondeau y la calle La Paz, lugar implicado en el apoyo y detención de perseguidos políticos.
La parada más importante se hizo frente al edificio del Centro Militar, en Avenida Libertador y Paysandú (protegido por fuerzas policiales apostadas tras un férreo vallado) en cuya fachada -usada a modo de pantalla gigante- se proyectaron imágenes de desaparecidos y muertos en dictadura, y frases como “nunca más” y “memoria”, entre otras. Fue un momento fuerte que unió a miles de personas en un homenaje a quienes dieron su vida por la convicción de que un mundo más justo e igualitario podría ser posible. En el silencio de la noche se escucharon los nombres de los culpables, algunos de ellos condenados a prisión domiciliaria, otros cumpliendo condena en la cárcel, pero muchos, demasiados, aún libres o muertos por causa de los años.
Antes de llegar a destino, la movilización se detuvo en la esquina de la Plaza del Entrevero, donde se recordó y homenajeó a las mujeres víctimas de terrorismo de Estado. Esas mujeres que sufrieron en cuerpo y alma los golpes, torturas, violaciones y secuestro de sus bebés recién nacidos. Esas mártires del patriarcado, que a manos de militares y policías, padecieron desventajas y vulnerabilidades solo por ser mujeres.
La movilización -de la cual participaron numerosos colectivos, y organizaciones estando entre ellos el Movimiento Our Voice , y redactores de Antimafiadosmil- terminó en una concentración en la Plaza Libertad, en torno a la estatua que le da el nombre, sobre la avenida 18 de julio, la principal de la ciudad de Montevideo. Allí se leyó en conjunto la proclama. A continuación compartimos algunos segmentos:
“Hace 47 años, la clase obrera y los sectores populares, protagonizaban la Huelga General como respuesta combativa y en defensa de la libertad, ante el golpe cívico militar de Bordaberry y las Fuerzas Armadas. Golpe que fue promovido por los grandes estancieros y empresarios, de la Asociación Rural, la Asociación de Bancos, la Cámara de Industrias y de Comercio (…). Las luchas de los años 60 contra el poder capitalista, levantaban las ideas de un mundo nuevo. La necesidad de transitar hacia una sociedad libre y solidaria, sin explotación ni opresión prendía en amplios sectores populares.Pero el poder económico no podía tolerar el cuestionamiento a sus privilegios y recurrieron a las FFAA siempre al servicio de los dueños del capital, dando a los militares un papel cada vez más protagónico”.
“La militarización de la sociedad con el terrorismo de Estado como instrumento para combatir las ideas de transformación social y profundizar la explotación capitalista, hicieron de estas tierras una gran cárcel donde fueron cientos las personas desaparecidas y asesinadas, miles las detenidas y detenidos”.
“Hoy no podemos hablar de simples resabios, se trata de una lógica y una práctica del ejercicio de la represión sistemática que ampara únicamente el abuso de poder”, destaca la proclama, y reflexiona sobre la ascensión del nuevo partido político-militar Cabildo Abierto, diciendo que “no hay otra forma de explicar la aparición del partido militar, encabezado por el represor Manini”.
“Introducen la discusión parlamentaria de la LUC –Ley de Urgente Consideración, ndr-, la que promueve la profundización del modelo represivo sostenido por este y anteriores gobiernos”.
La continuación del modelo represivo impuesto en aquellos años se perpetúa no solo amparándose en el silencio de los gobiernos de turno. Hoy por hoy se está debatiendo una ley de más de 500 artículos en un plazo record de 90 días. En esa ley se profundiza la represión, pero lamentablemente no se hace hincapié en políticas de educación, cultura, mejora en la calidad de vida de los ciudadanos en ningún aspecto.
La noche cerró con las últimas palabras de una declaración, un reclamo y sobre todas las cosas un llamado a seguir la lucha contra la impunidad, recordando la importancia de la clase trabajadora y el poder que tiene –si se organiza- para reivindicar sus derechos y equilibrar la balanza:
“Hoy como ayer, reivindicamos la huelga general como herramienta de lucha para lograr nuestros reclamos y para construir un mundo sin opresión!!! Hoy como ayer gritamos bien fuerte Milicos Nunca Más!!! Puño cerrado contra los que oprimen!!! Mano tendida con las que luchan!!!”.
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*Foto de Portada: Alina Leal de Our Voice