georges almendrasA 47 años del golpe cívico militar es una tenaz defensora de la Memoria Viva

Por Jean Georges Almendras-26 de junio de 2020

Vive en Montevideo en un barrio de trabajadores cercano al Parque Rivera, pero nació en el interior del país, en Salto. Es dinámica integrante de Plenaria Memoria y Justicia. Tiene 67 años de vida. Una vida de lucha intensa y de militancia intensa, donde la sensibilidad revolucionaria ha superado lo inimaginable, generando “odios y amores” -como diría Eduardo Galeano- porque Irma Leites es para unos una radical, pero para otros (entre los que nos encontramos) es una mujer que lleva el sentimiento y la fuerza revolucionaria en la piel, y es un emblema y una referente de lo que significa ser en estos tiempos una luchadora por la libertad, por la justicia y por preservar la memoria. Una lucha cotidiana (a full) para derribar impunidades de los tiempos previos y posteriores a la dictadura cívico-militar en el Uruguay (que saliera a la luz pública en la madrugada del 27 de junio de 1973, pero que en concreto, aunque había una “democracia” ya estaba instalada desde unos años antes). Irma Leites en persona me ha dicho muchas veces que no hagamos de su vida y de su pasado, un ícono o un mito. Y me lo ha dicho y me lo ha recalcado, porque es humilde y no gusta de la pomposidad de los reconocimientos. Pero hablando claramente, los reconocimientos se los merece, no solo por su pasado de joven comprometida con la guerrilla de los años setenta (tras ingresar en el MLN Tupamaros) o por haber sufrido la prisión (nueve años aproximadamente) , y la represión(la tortura) en carne propia y luego el exilio, sino porque en sus palabras, en sus acciones (que distan bastante de lo que instaló la gran prensa nacional sobre su persona, tildándola de tira bombas, de terrorista, de extremista) y en su forma de vida, prevalece sin titubeos la personalidad y la fuerza de una luchadora social que desde muy jovencita comprendió que de los padecimientos de su vida familiar, para sobrevivir día a día (y de la realidad nacional de su tiempo) no había que sacar un rédito de egoísmo como hace la mayoría ( ese afán de procurarse un futuro de riquezas y de seguridades) sino por el contrario, había que sacar un rédito de sensibilidades y de solidaridades (y de sacrificios) pensando en el colectivo, pensando en los demás y no en sí misma. Irma Leites , que para unos es una rebelde sin causa, para nosotros (en este 2020, sobrado: en cambios políticos, en luchas sociales, en represiones, en cultura de la impunidad, en proyectos de leyes –anti populares- como la de Urgente Consideración, en injusticias sociales, en criminalizaciones de las luchas sociales , en promesas incumplidas para llevar a la justicia a los que cometieron delitos de violaciones de los DDHH -antes, durante y después de los años de dictadura-, en impunes ataques a la justicia por resoluciones respecto a los represores del terrorismo de Estado, en recurrentes prácticas -en filas de la casta militar- de una sacra omertá respecto a los enterramientos de uruguayos y uruguayas en predios militares y en criminalidades organizadas de la mano del narcotráfico copando el Uruguay y la región) es una muy coherente, valerosa y convincente militante de las causas justas, que nos aportó mucho, en un muy jugoso y renovador diálogo, sustraído a su intensa actividad como integrante de Plenaria Memoria y Justicia. Un diálogo aleccionador y generador de conciencia, que protagonizamos precisamente un día después de conmemorarse los 20 años de creación de esa Organización Social (de la cual ella es una de las referentes fundacionales más inconfundibles) y tres días antes de recordar, todos, un nuevo aniversario del golpe de Estado en el Uruguay, materializado de la mano de un político del Partido Colorado llamado Juan María Borbaberry (que era presidente constitucional) quien secundado por otros pares, arteramente, entregaron el país a los militares. Los militares que hoy, desgraciadamente, están sentados en el Parlamento Nacional, acodados en las bancadas que logró (porque el pueblo uruguayo lo permitió en las últimas elecciones nacionales) el ex general Guido Manini Ríos, precursor y alma mater del partido Cabildo Abierto. Sobre todo este panorama de la realidad nacional hablamos con Irma Leites. Y sus respuestas fueron militantes y coherentes con su vida. Esa vida que lleva adelante y en diaria lucha social, junto a su hija Iara (militante y combativa como ella) en diferentes ámbitos, entre ellos la Casa de Enfrente, los Colectivos contra la Reforma (y ahora contra la Represión) y, obviamente, en Plenaria Memoria y Justicia, sin dejar de lado, además, la lucha por los pueblos originarios, con la que ella también se identifica en cada paso militante dentro y fuera del Uruguay

-¿Qué se te viene en mente ante un nuevo 27 de junio, después de 47 años del golpe en el Uruguay?

“Que el terrorismo de Estado fue un fenómeno que no pasó, que sigue vigente. Eso es lo más claro que se me viene a la cabeza. Y además estamos viviendo como un momento donde se ve el proceso de militarización que habíamos vivido en la previa a la disolución de las Cámaras el 27 de junio de 1973. Ese había sido el verdadero golpe, digo, la preparación de toda esa instancia que culmina con ese día, con el despliegue del Comando del Ejército y de tropas, y de tanques. Se me viene esa imagen y la ocupación de las fábricas a las seis de la mañana, sin esperar la resolución de nadie ni de las cúpulas del CNT, ni de nada. Todo eso se me viene a la cabeza”.

-Desde la visión de los sectores de la derecha siempre se dijo que el golpe viene como consecuencia de la guerrilla tupamara..¿Eso fue así?

“Eso no fue así. Podríamos decir que ya en el año 1953 las fuerzas armadas de todo el cono sur empezaron a ser preparadas para esas instancias de mayor saqueo, del bolsillo de los trabajadores, de los sectores populares, de las reformas de la educación. La guerrilla tupamara no fue la causa del golpe. Sí, fue un gran avance de los movimientos populares, en el reclamo de sus derechos y de la defensa de las conquistas anteriores que se habían obtenido. Entonces, me parece que ahí hay un elemento, obviamente de las clases dominantes, de justificación, de la represión estatal, cuando algunos sectores populares se apropian de la violencia. La única violencia que legitima el Estado es su violencia, cuando los sectores populares organizados asumen algún grado de enfrentamiento más violento, ahí la reacción justifica sus acciones”.

-El MLN por un lado, pero por otro lado los Escuadrones de la Muerte. ¿Ahí empieza el terrorismo de Estado con mayor énfasis, mayor violencia?

“Es así. La conformación de los cuadros militares, de los torturadores, de la Escuela de las Américas en los Estados Unidos, la preparación de las embajadas de Estados Unidos, de Francia, de Alemania, de Israel. Porque acá no estuvo solamente EE.UU en la preparación de estos grupos. El vínculo parapolicial y paramilitar de los Escuadrones de la muerte surgieron en Brasil primero y acá la coordinación con la Dirección Nacional de Información e Inteligencia. Hablando de esto último, en estos días se repuso en un edificio policial la foto del torturador Victor Castiglioni (*) miembro de la inteligencia de la represión. El Frente Amplio asumió el gobierno en el 2005 y recién en el 2016 se quitó ese cuadro y ahora ellos lo volvieron a colocar. Castiglioni es todo un símbolo de lo que fueron los Escuadrones de la Muerte, encabezados inclusive, en aquel momento –de acuerdo a la denuncias que hacíamos- por Julio María Sanguinetti, por el Vice Ministro de Educación Acosta y Lara, por Miguel Sofía. Todos ellos miembros del Escuadrón, identificados. Más aquellos que identifica el MLN, el 14 de abril de 1972”.

-¿Qué lectura haces de estos personajes que son una cuenta pendiente?¿Y de uno de ellos que está dentro del sistema político, y de algunos avalados por Cabildo Abierto? ¿Estamos viviendo un retroceso tenebroso?¿El reciente tema de la foto de Víctor Castiglioni, el tema de la preocupación gubernamental (crítica a la Justicia) por el procesamiento de un soldado después de 47 años por haber asesinado a un tupamaro por la espalda con una ráfaga de metralleta está demostrando todo ese retroceso?

“Si si, me parece que la reflexión es una: que el proceso de la dictadura no se laudó en ningún aspecto. Ni del Poder judicial, ni del sector político, porque la habilitación del Partido Militar en este país es la novedad histórica. Y esa novedad histórica tiene que ver con el nuevo proceso de militarización que se está produciendo, en la cual el rol protagónico de las FF.AA empieza a tener sus efectos en lo que es todo lo parlamentario. Hay una fusión de aquellos miembros del poder militar, del sector militar del Estado, introducidos en una política que me parece que lo que hace es la legitimación mayor de esas Fuerzas Armadas, de su rol. Me parece que aquí, desde el punto de vista de lo que sucedió en las elecciones.. que fue lo que habilitó eso , tendríamos que preguntarnos para atrás . Lo habilitó la impunidad que no se quebró en ningún momento, porque cuando nosotros decimos que la impunidad es la misma , a la de ayer y la de hoy, no quiere decir que se haya producido de las mismas características, pero sí, que la impunidad está en que los torturadores mantienen sus privilegios , mantienen la impunidad y hoy la inmunidad. Además porque hay que agregar eso, y hay que agregar también el concepto ese de la mafia , que tiene que ver con la omertá, el silencio y la conspiración silenciosa de los Estados, de las Fuerzas Armadas y de los aparatos represivos para no plantear ninguna verdad de lo que sucedió, ya que hablabas de los Escuadrones de la Muerte. Todo eso es un capítulo negro en toda la historia del Continente que no se laudó en ningún momento. Lo más grave es que los personajes están, y están ocupando puestos dentro del sistema político. Y eso es lo más grave”.

-¿Cómo revertimos todo este panorama?

“En estos días, por suerte, hemos tenido varias reflexiones y sobre todo polémicas, con los jóvenes, porque acá hay que desmontar muchas cosas. En el tema de la Memoria hay una versión hegemónica. Una historia blanca, una historia oficial de lo que sucedió. Por eso es muy importante hablar que la dictadura no es una foto, la del 27 de junio, sino que la dictadura es un proceso. Y hoy estamos viviendo una dictadura de clase muy potente, en este confinamiento, y todo lo que está sucediendo en el control social, en el disciplinamiento. Y eso tiene que ver con las dictaduras y con los terrorismos, porque la historia no empezó ni el 27 de junio ni cuando Pinochet ni todos los mandos de las FFAA se unieron en Chile para planificar el Plan Cóndor. Empezó con la doctrina de la seguridad nacional, desde mucho tiempo antes. Empezó con todas las leyes represivas, con los recortes en la educación, con los recortes en las libertades sindicales y las seguridades individuales de las personas, con todo lo que tiene que ver con esa orquestación. Porque para mí, si nosotros lo pensamos así, tenemos que salir a enfrentar claramente el proceso que se está viniendo, que se está armando hace mucho tiempo: con la legitimación de la ley antiterrorista, por ejemplo, que no se menciona y que fue aprobada con el gobierno progresista; con la cuestión de los operativos, de las leyes, como la LUC. Y lo que hace esta ley, es la profundización, de leyes que ya están, como por ejemplo la condena de la ocupación de tierras, violentando un derecho humano que es el derecho a la vivienda, violentando la cuestión de las ocupaciones, limitando los derechos sindicales. Toda una cantidad de cosas, como por ejemplo la ley anti piquetes. Me parece que todo ese proceso, de criminalización, de desconfianza por parte de los efectivos policiales -de lo que está sucediendo en las calles- de la apariencia delictiva. Todo eso tiene que ver con esto. Entonces me parece que lo importante es la organización contra eso. Lo importante es la mentalidad crítica y no permitir que se imponga una historia oficial. Se va hacia el camino de imponer un Estado policial. Es lo que se ve en las estrategias. Los Estados se preparan para nuevas revueltas, que no tienen que ver con la década del sesenta, con la existencia de movimientos populares potentes de guerrillas de insurrecciones de otro tipo. Hoy se verán enfrentamientos, obviamente, porque el saqueo provoca eso, el hambre provoca eso, las necesidades no satisfechas de la gente, provoca eso. Entonces en la medida que la gente se organice, ellos va a tener que tener una policía militarizada, como lo están haciendo ahora a través de aparatos y de grupos especializados en una contra insurgencia diferente”.

Irma Leites 2

-Plenaria Memoria y Justicia cumplió 20 años ¿Qué nos puedes decir al respecto?

“Cómo se necesita que se crezca en organizaciones más autónomas, que no estén coptadas por los Estados, por las Instituciones, y que tengan una cierta autonomía. El otro día recorriendo las imágenes de lo que ha pasado en estos 20 años, pensé en el tema de la condena social de una Memoria Viva en las calles y de no inmortalizar a las compañeras y compañeros en bronce. Toda esa lucha que hemos tenido. Necesitamos crecer y crecer mucho”.

-¿Y los jóvenes están en el horizonte?

“Obviamente. Sí. Si no existe eso, no existe una vía comunicativa social que permita el traslado de esa Memoria al pasar por el corazón, de vuelta a las luchas y volverlas a potenciar y me parece que sí, que son los jóvenes los que están al frente de todo esto”.

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(*) Víctor Castiglioni , en los años setenta fue un represor cuya fotografía, que años atrás fue retirada del Salón de Actos de la sede de la Dirección de Inteligencia de la calle Maldonado, se colocó nuevamente allí en las últimas semanas a expresa iniciativa de un alto jerarca policial, sin el consentimiento del titular del Ministerio del Interior, lo que generó un inmediato repudio desde filas de la oposición y de organismos de DD.HH. Hubo repercusiones a todo nivel, y en ese marco, la interna policial defendió a raja tabla la iniciativa, hasta que finalmente el Ministro Larrañaga dispuso el retiro de la placa fotográfica de Castiglioni, pero solo seguramente para no agravar la tensa polémica, pero no porque estuviese de acuerdo con los fundamentos de quienes reclamaron airadamente que ese rostro no permaneciese en el lugar.

*Foto de Portada: Leandro Gómez de Our Voice

*Foto 2: www.laizquierdadiario.com