DERECHOS HUMANOS

 

La madrugada del domingo 30 de abril policías entraron a la vivienda de las familias Qom Saravia-Fernández, en la localidad de Fontana - Chaco. Uniformados y algunos visiblemente alcoholizados. Así lo cuenta Johana, quien fue torturada en el hecho. El testimonio fue recogido por los militantes de la Mesa Multisectorial Feminista, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y el Comité contra la Tortura.

"Somos parte de un pueblo originario, que no quede todo en la nada...Que no vuelva a pasar con los wichí, los mocoví, somos todos originarios. Esta agresión fue física y verbal, no puede quedar impune esto que le pasó a mi sobrina y a mi vecina, ví todo lo que pasó. La versión de ellos es mentira, estábamos todos tranquilos con los chicos, cuando llegué me encontré encerrada, en ese momento quise cuidar a los menores. Un policía me insultó y me empujó, y abrió la ventana para sacar todo. Le sentí olor a alcohol al policía, como que estaban borrachos. Pido que haya resguardo para lo que pase después, que a ningún detenido aborigen que caiga en la comisaría tercera le pase nunca más nada. Nos han torturado, queremos levantar nuestra voz hoy".

Todo comenzó con un allanamiento ilegal a las 4 am, presuntamente por que los policías estaban buscando unos jóvenes que habían apedreado la comisaria horas antes. Luego siguió con la tortura de toda la familia. Las mujeres presentes, algunas menores de edad, hablan de manoseo y abuso por parte de los uniformados. Culminó con cuatro jóvenes secuestrados y torturados en la comisaria del pueblo. Los encerraron en un cuarto oscuro, los golpearon, los rociaron con alcohol y amenazaron con prenderlos fuego.

Hayan o no apedreado la comisaria, el grado de violencia y tortura es inadmisible.

Ante estos hechos, el INADI solicitó a las autoridades que impulsen una investigación que permita la identificación del personal policial que intervino y que se establezcan responsabilidades.

A raíz de ello, "los agentes iniciaron un operativo para calmar la situación logrando, luego de unos minutos, reducir y detener a los agresores", dijeron al diario La Nación.

Dicho en otras palabras, justificaron la tortura a los integrantes de la familia Qom solo porque dos policías resultaron heridos en una pedrea que nunca se confirmó que los jóvenes fueran los autores. La ley de Talión en su aplicación más incoherente. Hasta el momento los efectivos fueron separados de su cargo, pero ninguno imputado.

Antecedentes de represiones policiales en Chaco

Cabe destacar que la policía del Chaco cuenta con más de un caso de abuso de la fuerza. En la localidad de Barranqueras un joven circulaba sin barbijo. Fue perseguido por la Guardia Urbana Municipal y la policía local lo tiró al piso y lo golpeó brutalmente. Casi queda inconsciente por la asfixia que le provocaron. Pudo escapar gracias a la ayuda de un vecino.

En la misma localidad, una vecina graba como la policía dispara balas de goma a un joven que estaba fuera de la casa luego del sonido de la chicharra que obliga a todos a entrar a sus casas a las 20hs (¿Toque de queda? ¿Dictadura?) Se ve como el joven, luego de hablar con los policías, se va caminando e inmediatamente y por la espalda empiezan a dispararle.

Por estos hechos, y por los de la familia Qom, no hay ni un solo policía procesado.

Pedir perdón a los que se consideraron agredidos

El jueves 4 por la tarde, el gobernador de la provincia del Chaco Jorge Capitanich se reunió con las autoridades de la policía provincial y expreso: “Los hechos de violencia de Fontana de ningún modo pueden ser avalados, ni por la fuerza policial, ni por la provincia ni por ningún habitante de nuestro país. En virtud de mi experiencia personal y política, con muchos errores cometidos de los cuales me arrepentí, es necesario pedir perdón a todos los que se consideraron agredidos”.

Resulta llamativo que le otorgue un carácter de subjetividad a todas las agresiones policiales antes mencionadas. Las familias se “consideran agredidas”. No, fue un hecho de tortura y violencia gravísimo o un ataque a las libertades inadmisible. Se asemeja al indulto que los militares recibieron en el llamado “Proceso de reorganización nacional”.

En todos los casos la democracia se ve vulnerada y los delitos cometidos por las fuerzas de seguridad en su mayoría son perdonados u olvidados.

Desterremos la creencia de que son “Nuestros pueblos originarios”. Un término inventado para la conveniencia del Estado represor que les otorga el título de ciudadanos para quitarles sus tierras y juzgar su modo de vivir. Ellos son preexistentes a toda sociedad moderna. Desde tiempos remotos piden que se los reconozcan como pueblo, con sus costumbres y creencias. Que los dejen vivir según sus normas. Pero que además no los persigan, torturen y asesinen ya sea en sus tierras o fusionados entre la sociedad.

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*Foto de portada: www.nexofin.com