Jueves 25 Abril 2024

Mas, me temo, que ya se decidieron por la “realidad alternativa” de los Trump y Bolsonaro; la fórmula ultraderechista represiva y regresiva, la de la polarización política, la del discurso del odio que está en Chile esperando tomar el poder a la vuelta de la esquina.

La “realidad alternativa” (que no es más que la mentira política un día sí y el otro también) es la última fase del capitalismo neoliberal para poder continuar gestionando la acumulación de poder y riqueza sin precedentes del 1 % macrobimillonario en detrimento del 99 % de la ciudadanía. Esa elite, que ha vaciado de poder económico al Estado democrático para convertirlo en un ente al servicio corporativista del 1 %, despojándolo de su finalidad esencial: el bien común del 99 % de la ciudadanía.

Esta elite dueña del mercado está dividida entre los que quieren continuar con el sistema democrático con un aceptable reparto de la riqueza y, la otra, la negacionista del cambio climático, la que ha decidido sacrificar la democracia por el autoritarismo con un solo afán: no disminuir sus privilegios ni compartirlos con los demás.

Aquí nuevamente reaparece una verdad irrefutable, el pinochetismo, su doctrina y sus emblemas continúan vigentes en las FFAA y son utilizados, como guías orientadores, para la formación de los oficiales y suboficiales de estas instituciones. Utilizan el negacionismo, el rechazo a aceptar o negar hechos históricos graves, eludiendo el papel degradante que jugaron las FFAA en dictadura, periodo durante el cual fueron el brazo armado del terrorismo de Estado y los principales hechores de crímenes de lesa humanidad.

Las recientes declaraciones del ejército, apelando a un dictamen de la Corte de Apelaciones de Santiago, en el cual se ordena retirar las placas e imágenes que en el ejército aún mantienen de Manuel Contreras, creador de la DINA (la Gestapo chilena) y, responsable de miles asesinatos y torturas cometidos en contra de chilenos y chilenas, así lo reafirman. Opinión que en nada altera la posición del ejército, mantenida durante 45 años, explicando su participación en el golpe de estado de 1973, justificando una y otra vez que los crímenes cometidos por ex militares, como Contreras (ya fallecido) o quienes están presos en Punta Peuco, no son tales sino que, fueron acciones en un contexto “de guerra contra el marxismo internacional”, con las cuales “nos salvaron de caer en el comunismo“.

Por ello entonces y mientras no se haga una profunda reforma en las FFAA y Carabineros, que signifique un cambio en su doctrina, en la forma como se relacionan y subordinan al poder civil, en los programas de formación de sus oficiales y suboficiales, dado que tal como están hoy son herederas directas del Pinochetismo, son una amenaza para la sociedad chilena y para la propia democracia a la que aspiramos todos.

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*Foto de Portada: www.msn.com  Marcelo Hernández/Getty images