Miércoles 24 Abril 2024

En definitiva el episodio desencadenó un vendaval de situaciones que permitieron visibilizar el hecho públicamente, aunque lamentablemente esto recién ocurrió bastantes días después, lo que incluso me hizo temer hace algunos días atrás, que el hecho estaba quedando bajo el cono de sombra de la impunidad.

Pero el hecho se ventiló y las aguas se movilizaron. No podía ser de otra manera, porque aquella noche en el hall de acceso al liceo de Solymar los testigos sobraban: había cerca de un centenar de estudiantes, habían profesores adscriptos e integrantes de la dirección del liceo, y por si fuera poco, en su tramo final, intervino la autoridad policial de la zona, a solicitud de los presentes.

Entonces, con todo este entorno, el hecho no podía quedar en la nada. Por lo tanto casi una semana después, se hicieron eco de lo ocurrido, algunos medios de prensa masivos, como el diario EL País, La Diaria y el diario La República, además de dos portales. Tarde dieron la noticia. Pero la dieron. No obstante, ya Antimafia Dos Mil y La Izquierda Diario habían sido los primeros medios que divulgaron los hechos, con datos precisos y ajustados a la verdad.

Desgranando las repercusiones sobre los hechos, debemos informar por ejemplo que en el contexto de los diferentes mecanismos expuestos por algunos de los legisladores del Frente Amplio para esclarecer lo ocurrido en el liceo, el diputado comunista Gerardo Núñez solicitó convocar de urgencia a la Comisión de DDHH de la Cámara –presidida por la legisladora Cecilia Eguilúz- para poner a todos en conocimiento de lo sucedido.

Consultado por periodistas locales, el diputado Núñez dijo que este tipo de prácticas “violentas buscaron intimidar a los participantes y disolver una actividad estudiantil, lo que constituye un grave atropello a los derechos que tenemos los uruguayos en general y particularmente los estudiantes en el ejercicio de sus libertades conquistadas”

A periodistas de La Diaria, el diputado Gerardo Núñez confirmó que la persona que ingresó al liceo es un militar en actividad, padre de uno de los estudiantes del liceo de Solymar. Se supo además que el diputado comunista propondrá invitar (para que los escuchen los integrantes de la Comisión) a los estudiantes, docentes y al colectivo “Memorias de la Costa”, como así también a las autoridades del Ministerio de Defensa Nacional y del Consejo de Educación Secundaria, agregando además que “hay que dar una respuesta institucional muy fuerte para que esto no se repita, porque esto muestra un avasallamiento de derechos estudiantiles y niveles de tolerancia que no se pueden permitir”.

En lo que concierne al diputado del PVP Luis Puig, quien elevó un pedido de informe al Ministerio de Defensa, debemos consignar que dijo al periodismo, que en su solicitud sostiene que el día 13 de agosto “ingresó al centro de estudios una persona que se identificó como padre de un alumno, vistiendo uniforme militar, quien interrumpió la actividad pidiendo explicaciones sobre la misma de forma impertinente; fue invitado a retirarse por las autoridades del centro, pero posteriormente regresó vestido de civil cuestionando en forma intimidatoria la realización de la actividad y tomando fotografías a los estudiantes presentes en el acto, en abierta violación del derecho a la imagen, de los niños, niñas y adolescentes” tal lo consignado por el diario El País del día 20 de agosto.

En el mismo diario matutino se consigna que ante dicha situación Puig preguntó al Ministerio de Defensa “en qué circunstancias los militares fuera de los actos de servicio están autorizados a usar uniforme; qué medidas se adoptaron para investigar y sancionar los desmanes ocurridos en el liceo 1 de Solymar; y qué medidas se han adoptado para el pleno esclarecimiento de los hechos y para evitar que vuelvan a repetirse”

Según lo divulgó La Diaria, el diputado Luis Puig formalizó el pedido de informe al Ministerio de Defensa en el entendido de que “la acción del militar fue de intimidación, lo que constituye una situación inadmisible”. Según el legislador Puig “estos actos nos retrotraen a la hostilidad que tenían como práctica corriente integrantes de las Fuerzas Armadas hacia los jóvenes, en particular hacia los estudiantes, y que son absolutamente contrarios a la sana convivencia democrática”.

Y como dijimos al comienzo, desde el ámbito del gremio docente, a través de FENAPES se formalizó una denuncia al CODICEN por considerar que el episodio fue un “hecho gravísimo”. En paralelo, el colectivo docente del centro de estudios de Solymar, frente a lo ocurrido, manifestó “su profunda preocupación y malestar” destacando su carácter ilegal “dada la condición de menores de edad de la mayoría de los protagonistas”.

¿Qué ocurrirá después? A ciencia cierta, no sé. Solo sé (sabemos), que por el momento las aguas están agitadas. Que el hecho fue decididamente muy grave. Que fue un atentado vergonzoso para nuestra democracia, que equivocadamente la suponemos impoluta.

Mientras la casta militar no haga su “mea culpa” sobre sus responsabilidades en la dictadura, ante la Justicia Penal; y mientras los restos de los desaparecidos sigan siendo una quimera, y su hallazgo no sea un objetivo bien definido de quienes gobiernan (y de quienes gobiernen en un futuro no muy lejano); estos hechos o de similar naturaleza, seguirán siendo una constante, porque está perfectamente claro y entendido, que la cultura de la impunidad sigue campeando, y sigue socavando la democracia que creemos tener.

Mientras la casta militar no sepa asumir que sus manos están tintas en sangre, sus integrantes seguirán haciendo este tipo de tropelías, porque son tropelías típicas del fascismo más recalcitrante.

Sorprendentemente, el episodio sobre el hombre vestido de militar que irrumpió en el liceo de Solymar, y que amedrentó e intimidó un legítimo acto de libertad ejercido por jóvenes estudiantes menores de edad, no pasó inadvertido. Y hoy eso ya es mucho.

¿Qué ocurrirá después? ¿Qué arrojará la instancia en la Comisión de DDHH de la Cámara de Diputados? ¿Qué surgirá de las investigaciones administrativas que el Ministro de Defensa José Bayardi prometió llevar adelante?

¿Habrán sanciones o habrá impunidad?¿El militar protagonista de los hechos será en algún momento sancionado? ¿O literalmente todo quedará en agua de borraja? Es decir, en la nada.

Lo que ocurra o deje de ocurrir, también será responsabilidad nuestra, como periodistas; y también será responsabilidad del gremio docente FENAPES que deberá estar atento y alerta.

Los próximos pasos, las próximas instancias, las próximas horas y días, serán determinantes.

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*Foto de Portada: www.teledoce.com