La noticia, ocultada por casi todos los medios de información, es que el magistrado Nino di Matteo puede volver a trabajar en el grupo "Mafias y entidades externas en masacres y otros delitos", dentro de la Fiscalía Nacional Antimafia de la que fue expulsado abruptamente por el Fiscal Nacional Antimafia, Federico Cafiero de Raho, a raíz de su entrevista con Andrea Purgatori en el programa Atlantide en el que, respondiendo a las preguntas de este último y apoyándose en elementos ya conocidos del proceso y en sentencias ya dictadas, afirmó que era altamente probable que en las masacres del ‘92, y específicamente en la masacre de Capaci, hayan participado hombres ajenos a Cosa Nostra.

La noticia es de hace más de un mes, pero sólo hoy se la conoce gracias a un artículo de Saverio Lodato en ANTIMAFIADuemila donde también se explican los mecanismos.

Di Matteo, evidentemente, había apelado al CSM contra la medida de expulsión, por considerarla "injustificada y desmotivada en sustancia y no adoptada de acuerdo con los procedimientos formales previstos".

La Séptima Comisión del CSM, titular del control de legitimidad de las medidas internas de las oficinas judiciales, debería haber examinado este recurso el 23 de septiembre pero, precisamente en la mañana de ese mismo 23 de septiembre, De Raho envió la revocación de su disposición al CSM "con efecto plenamente restaurativo... dado el tiempo transcurrido desde la adopción de la disposición... y considerando la necesidad de evitar al CSM cargas procesales y de decisión, en un momento particularmente delicado para salvaguardar las funciones y la imagen del Poder Judicial...".

Hoy, de un periodista de ANTIMAFIADuemila, sin cuyo artículo esta noticia aún me sería desconocida, recibo la solicitud para para hacer un comentario sobre la misma y la cosa, les aseguro, es particularmente difícil.

El Fiscal Nacional Antimafia de Raho no tuvo hace meses la cortesía de explicarnos la repentina decisión de expulsar al magistrado Nino Di Matteo del grupo en cuestión y ahora tampoco tiene la cortesía de explicar las razones para revocar su anterior decisión y reinsertar a dicho magistrado a título completo en el mismo grupo de trabajo, porque en lo único en lo que se puede coincidir con sus motivaciones es en el hecho de que el momento es, cito sus palabras, "particularmente delicado para salvaguardar las funciones y la imagen del poder judicial".

Esto llevaría a un observador no equipado con las herramientas necesarias para interpretar las razones subyacentes en ese cambio de decisiones a atribuir este comportamiento a alguna forma de esquizofrenia institucional.

Si el Fiscal nos hiciese la cortesía de explicar qué presiones recibió entonces para tomar esa repentina e improvisada decisión y los motivos de este repentino y temporalmente sospechoso replanteamiento y si esto está de alguna manera vinculado a la conmoción que se produjo dentro del CSM con la renuncia de Palamara y su destitución del poder judicial, quizás entonces les daría a los comunes mortales alguna herramienta más para comprender las contradicciones, de otro modo inexplicables, de tales decisiones.

Pero la simple separación de Palamara, que por otra parte fue elegido por Giorgio Napolitano como mediador en el conflicto de atribuciones con la Fiscalía de Palermo, no es suficiente para sacar a la luz y erradicar la podredumbre que evidentemente tiene sus raíces dentro del CSM.

No es posible seguir esperando la verdad sobre las masacres del '92 y '93 de un poder judicial que ni siquiera se gobierna a sí mismo.

Ya no alcanza con una "Comisión Parlamentaria Antimafia" genérica, y además dividida a nivel regional, sobre todo cuando, en esta última expresión, parece más que nada tratar de la eliminación de posibles competidores a la presidencia de la propia región.

Ha llegado el momento de que toda la sociedad civil clame por la eliminación de raíz de ciertos males y por el establecimiento de una Comisión Parlamentaria sobre las Masacres, dotada de las herramientas necesarias para identificar los mecanismos, poderes, tramas oscuras y el hilo conductor que unió a las masacres que han ensangrentado a nuestro país y que han condicionado y siguen condicionando su vida.

Las alternancias en los gobiernos del país no son suficientes si existe un sistema de poder oculto que sigue condicionando la vida.

De lo contrario, ese "fresco aroma de libertad" con el que soñaba Paolo tendrá que esperar mucho tiempo antes de hacer sentir su fragancia y hacer desaparecer "el hedor del compromiso moral, la indiferencia, la cercanía y, por tanto, la complicidad".

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*Extraído de: facebook.com

*Foto de Portada: © Imagoeconomica

*Foto 2: El Fiscal Nacional Antimafia, Federico Cafiero de Raho

*Foto 3: El consejero del CSM, Nino Di Matteo