La propuesta al Consejo Superior de la Magistratura (CSM) para reorganizar el Ministerio Público de Caltanissetta se viene haciendo desde hace algún tiempo. Ya en el 2018, según informó al Pleno, el cinco estrellas Alberto Maria Benedetti, el consejo judicial había aprobado el proyecto organizativo. Sin embargo, antes de proceder, tendrá que volver a la Comisión (moción aprobada con 8 votos por el sí, 6 por el no y 5 abstenciones) para una discusión sobre puntos específicos con el fiscal de Caltanissetta (actualmente quien está a cargo es el fiscal adjunto Gabriele Paci después de la jubilación de Amedeo Bertone): la disminución del número de magistrados asignados a la DDA (de 7 a 6) y la falta de una sección especializada, dentro de esta última, para las investigaciones de las masacres de 1992 y las relacionadas con los asesinatos o tentativas de asesinato de magistrados que prestan servicio en Palermo.

La decisión se tomó ayer a propuesta del consejero togado Nino Di Matteo quien, junto a Sebastiano Ardita, destacó la importancia de dicha Fiscalía en estos frentes, teniendo en cuenta que es el órgano judicial competente para los juicios históricos sobre las masacres de 1992 y sus autores ideológicos externos.

"Cualquiera que conozca un mínimo de la realidad del distrito judicial de Caltanissetta sabe bien que desde el punto de vista territorial es limitado, pero que siempre ha sido muy importante por el tipo de procesos que lleva adelante, tanto en la fase de instrucción como durante el juicio, es decir, los que derivan de la competencia funcional en virtud del artículo 11 del Código Penal -recordó Di Matteo haciendo referencia a juicios como los de Capaci y via d'Amelio, o al fallido atentado a Giovanni Falcone en Addaura-. Ahora veo que se ha reducido en una unidad el personal de la DDA de Caltanissetta: de 7 a 6 magistrados, no obstante que en el proyecto organizativo se hace referencia a la considerable complejidad y gravedad de los procedimientos que tramita dicha Dirección también en cuanto a las investigaciones vinculadas a las referidas en el artículo 11, incluidas los relativas a las masacres de 1992".

"Es bien sabido -continuó diciendo Di Matteo en su exposición- que hay algunos procesos pendientes en fase de juicio. Es igualmente notorio, debido a los pasos procesales cumplidos, que hay otros procedimientos en fase de investigación. Se dice que, si bien en gran parte ya están definidos, han dado lugar a ulteriores líneas investigativas y a la necesidad de nuevas profundizaciones que deben desarrollarse adecuadamente. Y a pesar de que se habla de 'investigaciones nuevas y delicadas', vemos que se establece que la DDA trabajará con un miembro menos que en la situación anterior. Y también se hace referencia a la subdivisión de los pocos magistrados asignados a la DDA en tres grupos de trabajo: uno referido a los hechos y habilidades relacionados con las asociaciones mafiosas en la provincia de Enna, otro al distrito de Gela y otro a los distritos mafiosos de Vallelunga, Pratameno, Campofranco y Riesi. Por lo tanto, tampoco hay un grupo de trabajo dentro de la DDA que se ocupe de manera exclusiva de esas investigaciones delicadas en las que han surgido nuevas líneas de investigación referidas a las matanzas".

Un aspecto, el de la creación del grupo de trabajo, que es fundamental si consideramos que la Fiscalía Nacional Antimafia "ha constituido específicamente un grupo de trabajo para llevar a cabo actividades de impulso y coordinar las actividades distritales, principalmente la fiscalía de Caltanissetta, en busca de posibles entidades externas a la Cosa Nostra en las masacres".

El consejero togado destacó entonces que la previsión de seis magistrados dedicados al distrito de Caltanissetta y ninguno a cargo de la sección que se ocupa únicamente de procedimientos muy importantes es "inferior a la existente antes del 2018, cuando probablemente estas ideas investigativas ni siquiera habían sido adquiridas de forma concreta".

La exclusión del grupo masacres

Durante su participación, Di Matteo, sin entrar en el mérito de lo sucedido, subrayó también la importancia de la tarea de la Séptima Comisión precisamente sobre estos puntos, o incluso en episodios como los que lo tuvieron como protagonista cuando fue tanto literal como injustamente defenestrado del grupo que investiga las masacres, por decisión del Fiscal Nacional Antimafia Federico Cafiero de Raho.

"No es un hecho respetuoso de este requisito si la Séptima Comisión, y sin entrar al fondo de la cuestión, después de un año y medio no logra llegar a una conclusión con respecto a la exclusión de un magistrado del grupo de masacres de la Fiscalía Nacional Antimafia; o si no quiere llevar esa conclusión al Pleno –dijo-. Así como creo que con respecto a estos proyectos organizativos tenemos el deber de mantener los ojos abiertos, de entender. Probablemente la fiscalía hizo bien en remodelar la organización de su oficina, pero debería explicárnoslo". "Nosotros –concluyó- tenemos el deber de vigilar las condiciones en las cuales trabajan los colegas que se ocupan de procedimientos tan delicados y hay que ver si efectivamente, salvo que exista un objetivo que en el caso ha sido negado, esas necesidades están adecuadamente protegidas por la organización de las oficinas. Estamos aquí también para esto y por eso pido el regreso del proyecto a la comisión para una discusión precisa sobre estos puntos con el fiscal de Caltanissetta".

Para respaldar las palabras de Di Matteo, y también en respuesta a quienes argumentaron que la DDA está integrada por 6 sustitutos, 2 fiscales adjuntos y el propio Fiscal General, Sebastiano Ardita sostuvo en su intervención: "El tema de la organización de las oficinas distritales con competencia en las causas del crimen organizado requiere un análisis cuidadoso de cómo se distribuyen los recursos. Aquí el problema no refiere a la descripción de la entidad numérica de la oficina requirente en cuanto a la composición de la DDA. El problema es la reducción del número, independientemente de la circunstancia y adecuación porque recuerdo una composición de magistrados de la DDA de Caltanissetta incluso superior a la actual, y la segmentación en grupos de trabajo específicos de dicha unidad distrital antimafia sin la adecuada mención y especificación de cuáles son los magistrados que se ocuparán de los asuntos relacionados con masacres o delitos graves". "Este -reiteró Ardita- es un dato que desde un punto de vista material no se nos puede proporcionar sino a través de una discusión adicional. Es impensable que se pueda deducir este dato de los papeles porque así vamos a obtener una cuadratura del círculo sobre la base, sin embargo, de elementos aportados unilateralmente por la oficina judicial que se encarga de dar cuenta de la necesidad específica de identificar a los autores intelectuales externos de las masacres y que está involucrada en un gran proyecto de la Dirección Nacional Antimafia, pero que, en la redacción específica del acto organizativo no explica cómo llevará a cabo esta actividad, qué recursos empleará y cuál es el esquema organizativo que inspirará su acción. Por eso creo que la petición del director Di Matteo obedece a la necesidad de clarificar estos aspectos". El propio relator, Alberto Maria Benedetti, ante la "delicadeza del tema y la necesidad de una mayor investigación" admitió que no era "irrazonable que sobre este punto concreto pudiera haber un mayor diálogo con el Fiscal".

Ante los nuevos proyectos organizativos se vuelve fundamental discutir estos puntos y resaltar el papel clave de una Fiscalía de frontera como lo es la de Caltanissetta.

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*Foto de Portada: © Imagoeconomica