Este fue el reclamo lanzado por el magistrado Nino Di Matteo a todo el poder judicial, en referencia a la próxima reforma del CSM. Luego hizo propuestas: "La reforma electoral del CSM es necesaria para romper el vínculo entre los funcionarios electos y las corrientes. En esta dirección, en mi opinión, también podemos pensar en un sorteo moderado de los candidatos al Consejo Superior de la Magistratura. Pienso, continuamente y sin dudas, en una rotación automática de los cargos ejecutivos. La belleza de ser magistrado radica en investigar, enjuiciar y buscar la verdad y no en convertirse en Fiscal Jefe, Fiscal General o presidente del Tribunal de Apelaciones. La carrera es peligrosa en relación con el principio sagrado del artículo 107 de la Constitución que establece que los magistrados se distinguen entre sí solo por sus funciones, obedeciendo solo a la ley".

Finalmente concluyó: "Yo, como Sebastiano, ingresé a la magistratura justo antes de las masacres. Viví todo el período de las masacres haciendo la pasantía en Palermo. Llevé por primera vez la toga apenas comprada en mitad de la noche, a las tres de la mañana, en el juzgado de Palermo, al lado del ataúd de Giovanni Falcone. Lucharé con todas mis fuerzas para que aquellos que, no solo en el poder judicial, ocupan indignamente las instituciones, no ensucien la memoria de los que murieron por nuestro país y por las instituciones a las que esas personas sirvieron en interés de los ciudadanos y del pueblo italiano".

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Foto © JacopoBonfili