Proceso “´Ndrangheta Stragista” en Reggio Calabria (Parte 4)

Fiscal Ignazzitto : "Los celulares de los mafiosos conectaron celulares calabreses"

Por Aaron Pettinari-7 de julio del 2020

Diciembre de 1993. En ese mes, según el análisis de los registros telefónicos, el jefe de Brancaccio Giuseppe Graviano viaja desde Calabria a Sicilia y el teléfono celular que tenía disponible (y que fue incautado el día de su arresto) se conecta a un celular de Calabria. Los datos fueron recopilados por los investigadores y esta mañana el fiscal Walter Ignazzitto los expuso ante el Tribunal Penal de Reggio Calabria, donde se celebra el juicio 'Ndrangheta Stragista, e informó además cuál fue el largo trabajo de reconstrucción de las "piezas" que encajan en el "rompecabezas" del diseño de la masacre.

"A partir de los registros telefónicos adquiridos en los procesos florentinos, hemos reconstruido una serie de informes y contactos en el frente siciliano y calabrés. No nos detuvimos en los usuarios encontrados en los contactos de Graviano el 27 de enero de 1994, sino que fuimos más allá, ampliando el círculo a los usuarios delos condenados en Florencia por las masacres en el continente y luego nuevamente a todos aquellos que, por cualquier motivo, entraron en contacto con los sujetos intervinientes en esas masacres. Por este monitoreo se supo que, entre octubre de 1993 y marzo de 1994, un celular calabrés fue llamado unas 1.300 veces. Comunicaciones de las cuales pudimos derivar la posibilidad de contactos también con respecto a los hechos que tratamos en este proceso (los ataques a los carabineros que ocurrieron entre 1993 y 1994 y en los que fueron asesinados Fava y Garofalo, ndr)".

Elementos todos que fueron ofrecidos en el juicio, así como la correspondencia de declaraciones entre Emanuele Di Natale, mafioso ladero de Giuseppe Graviano y Pasquale Nocera.

"Ambos informan de un elemento coincidente que nos debe hacer reflexionar -recordó Ignazzitto- El primero dijo que el explosivo que guardaba debía usarse en Calabria. El segundo informó de un plan de atentados, en el verano de 1993, y en el contexto de los ataques de Milán y Roma, contra jueces de Calabria". Elementos que restituyen su dimensión al proyecto unitario que vio unidas a las dos organizaciones criminales.

Un proyecto que el fiscal adjunto Giuseppe Lombardo va a ir reseñando a lo largo de cuatro audiencias.

Y esa presencia de Graviano en Calabria a mediados de diciembre "cobra importancia -recordó el magistrado- en el momento en que tuvo lugar la reunión con Rocco Santo Filippone en la que se le dijo a Calabrò: 'Debemos ser más despiadados debemos tener más muertos'".

Lo Giudice-Villani y la convergencia en "Cara de Monstruo"

Cuando se habla de colaboradores de justicia como Nino Lo Giudice, apodado Nano, o Consolato Villani, no podemos dejar de considerar lo que sucedió a lo largo de su camino testimonial. El propio Lombardo habló de una primera fase "que se extiende desde septiembre de 2010 hasta diciembre de 2012" y de una posterior.

Lo cierto es que el año 2010 en Reggio Calabria no es un año como cualquier otro, no sólo porque los dos jefes, a los que se agrega Roberto Moio, comienzan a hablar. "En ese año -le recordó Lombardo a la Corte- hubo eventos muy serios, comenzando por lo que sucedió el 3 de enero de 2010 con la explosión frente a las puertas de la Fiscalía General de esta ciudad". "Nino Lo Giudice -añadió- habló de esos eventos. Y también informó sobre sus relaciones con Giovanni Aiello, un ex policía retirado que durante años trabajó en Sicilia en un grupo dirigido por Bruno Contrada, con quien Lo Giudice dice que se reunió varias veces en Reggio Calabria cuando hubo ciertas tensiones entre él y el 'supremo'Pasquale Condello".

Él sería ese "Cara de Monstruo" del que hablan varios colaboradores de justicia, que habría desempeñado un papel en masacres y crímenes y que murió en agosto de 2017. Una muerte ocurrida "en circunstancias por verificar -dijo Lombardo- aparentemente de un infarto, pero mientras no tenga pruebas ciertas de lo que digo, mantengo el escepticismo típico del investigador, sobre todo a la luz del hecho de que esto sucede 15 días después de comenzado el proceso 'Ndrangheta Stragista".

Cuando testificó ante los magistrados, y también durante el juicio, Lo Giudice, que era un padrino dentro de la 'Ndrangheta, declara que conoció a Aiello por primera vez en un negocio y que se lo presentó el ex capitán Spadaro Tracuzzi. También proporciona una serie de detalles sobre reuniones relacionadas, e inserta a Aiello "en un contexto al que le tenía terror". Un terror que hará explícito con la retractación formulada después de las entrevistas investigativas en las que se desdijo de todas las declaraciones hechas en la primera fase.

Lo cierto es que de Aiello hablaron tanto Villani, que "reconoce a Aiello", comoGiuseppe Calabrò, quien, siguió Lombardo, "habla de un elemento perturbador cuando lo ve en las escaleras del negocio de termohidráulica de un hombre de los Libri: Demetrio Lo Giudice".

Posteriormente, Lombardo volvió sobre las vicisitudes de la retracción de Lo Giudice, luego de los coloquios investigativos con la Fiscalía Nacional Antimafia y el "miedo" que surgió de algunos episodios que ocurrieron en el área protegida de Macerata. "Dijo que estaba particularmente aterrorizado por los carabineros -recordó Lombardo- y también se lo dijo a su compañero. Temía que algo 'muy grave' le pudiera ocurrir después de la visita de sujetos que se habían presentado como del arma de carabineros". Pero la contribución de Nano no puede ser cuestionada, cuando cuenta hechos que también fueron directamente experimentados, como la historia del descubrimiento de la bazuca debajo del colchón cerca de la galería Spirito Santo, que debería haber sido utilizada para golpear al CEDIR, sede del Tribunal de Reggio Calabria, y que reanuda el camino interrumpido en 2013. Y entre las primeras cosas que dice es que en esos días estaba haciendo un "tercer memorial" en el que se refería a Rocco Santo Filippone como un sujeto a investigar "si se quería entender todo lo que había sucedido en los años de las masacres consumadas en Calabria".

El aporte de Villani

Quien puede ser señalado como el "hombre clave" del juicio es Consolato Villani, hoy colaborador de justicia, en el pasado 'ndranghetista y homicida, junto con Giuseppe Calabrò, de los carabineros asesinados en el ataque del 18 de enero de 1994. "Lo Giudice –explica Lombardo- vive con miedo y menciona la causa real de los ataques que tuvieron lugar entre diciembre y enero de 1994, sólo cuando percibe que Giuseppe Calabrò ha comenzado a hablar. Ese es el resorte que conducirá a revisar los eventos".

Lo cierto es que a partir de esos ataques realizados siendo menor, el rol de Villani dentro de la organización criminal tuvo un crecimiento repentino y fulminante, tanto que llegará a ser un "santo" y un "evangelista", teniendo en su nómina al propio Rocco Santo Filippone, hasta convertirse en hombre de confianza de Nino Lo Giudice y Giovanni Ghilà. Posiciones que le permitirán acceder antes de tiempo (después de todo era el hijo de Caterina Lo Giudice y Giuseppe Villani) a una serie de informaciones sobre las relaciones reservadas de la organización criminal.

La contribución de Villani se vuelve importante no sólo porque ofrece una nueva clave de lectura sobre los crímenes de los que es culpable, sino también porque informa sobre el papel de Rocco Santo Filippone como líder del mandato tirrénico. Son las referencias que años antes quiso contarle Pino Scriva al Fiscal de Palmi Giuseppe Tuccio (actualmente acusado en el juicio "Ghota" junto con los abogados Giorgio De Stefano y Paolo Romeo, ndr), pero habría sido detenido por el mismo magistrado que le dijo directamente que "Filippone es amigo de un amigo mío de Reggio Calabria". "Pesqué al vuelo -le dijo el arrepentido al fiscal- que Rocco Filippone podía dormir tranquilamente porque su nombre ni siquiera iba a constar en las actas".

"Villani dirá que Rocco Santo Filippone estaba en su nómina, que él era el jefe del mandato tirreno, vinculado a las grandes familias de esa área, los Molé-Piromalli -agregó Lombardo hoy- también dirá que cuando asciende a mayores niveles, el propio Filippone será su base. Que el mismo le fue presentado como un sujeto poderoso e importante dentro de los circuitos apicales de la 'Ndrangheta, especificando que, en su área, el mandato tirreno tenía un papel de mediación y comando. Una admisión muy importante que permite volver a leer el relato sucesivo en el que Villani explica que los ataques a los carabineros no fueron hechos extemporáneos. De hecho, fue Calabrò quien especificó que el objetivo eran precisamente los carabineros y dijo también que 'debían hacer como los del Uno blanco'y que se trataba de 'cosas más grandes que ellos'. Ese'golpe de gracia' es un mensaje claro y poderoso que las mafias le querían dar al Estado italiano, y que se le pidió a Graviano por parte de aquellos que 'no querían que la temporada de masacres terminara en ese momento'".

De Villani a Calabrò

En su acusación, Lombardo volvió sobre las declaraciones y retracciones de Giuseppe Calabrò. Una "colaboración pilotada" cuando "hace todo para proteger a su tío, Rocco Santo Filippone. Y trata de proteger a su tío porque fue sólo gracias a él que su familia pudo operar en el territorio de Reggio Calabria". Entonces recordó también la existencia de las conversaciones entre el colaborador de justicia y Maria Concetta Filippone, madre de Calabrò y hermana de Rocco Santo Filippone, quien en una conversación en la prisión hace referencias constantes a la familia, entendiendo como familia a la 'Ndrangheta ("fe... lealtad... lealtad. Boca cerrada... y no te equivoques más").

Prosiguiendo con la reconstrucción de ese camino declarativo, Lombardo recordó el interrogatorio que tuvo lugar el 7 de mayo de 2014, con la presencia de los magistrados Federico Cafiero de Raho y Francesco Curcio. Un diálogo donde Calabrò miente, después llora y finalmente admite que en el vértice superior de la familia estaba su tío, Rocco Santo Filippone.

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*Fotos: © ACFB