Cuando los números de la infección se estabilicen y la fase de la emergencia tienda a disminuir, la 'Ndrangheta tratará de comprender a fondo los nuevos escenarios económicos, en Italia y en el extranjero. Esta será la fase en la cual los analistas, designados por las grandes organizaciones criminales, serán llamados a identificar los sectores productivos más atractivos, en los cuales ingresar el enorme capital sucio disponible del sistema general de la mafia. Los principales miembros programarán, en ese punto, la más imponente operación de "dopaje financiero", generada por el capital de la mafia, que la historia reciente recuerde. La base de la organización criminal, en paralelo, trabajará para fortalecer su papel de "estabilizador social atípico" en las áreas más frágiles desde un punto de vista económico, dando rienda suelta a las iniciativas de "apoyo de tasa cero" para las personas y empresas en dificultades, que irán mucho más allá de los esquemas operativos tradicionales vinculados a la concesión de préstamos usurarios. La usura continuará existiendo sólo como un delito típico de manifestaciones criminales menos ramificadas y avanzadas. La mafia superior, por otro lado, adoptará estrategias destinadas a perseguir dos objetivos principales: el primero, a corto plazo, tendrá como objetivo garantizar formas de supervivencia para aquellas categorías que no tienen otros paracaídas financieros (pienso en las grandes franjas de no declaradas, irregulares o sin garantías). Obviamente, la oportunidad de aprovechar el crédito así acumulado tampoco se desperdiciará a fin de ampliar la base del consenso social entre aquellos que se han beneficiado de las ventajas, directas o indirectas, atribuibles a la estructura criminal de tipo mafioso.

El segundo objetivo en la fase dos, por otro lado, se interpretará como una proyección prospectiva a mediano y largo plazo: las grandes mafias buscarán consolidar, en una fase de muy baja liquidez global, su papel como componentes indispensables del sistema económico y financiero mundial. La ‘Ndrangheta, al igual que los otros miembros de la mafia de alto rango, es consciente de que sólo se puede colocar en el mercado capital sucio o irregular de forma ágil e inmediata, sin descontar los retrasos relacionados con el cumplimiento de los pactos de estabilidad o las reglas globales de colocación del crédito bancario. El gran peligro que enfrentaremos estará relacionado precisamente con el intento de implementación de las grandes mafias, aprovechando la profunda crisis mundial después de la epidemia y la conducta corrupta siempre progresiva, del proyecto nunca abandonado de crear un "sistema bancario paralelo" al legal, directo para proporcionar liquidez ya no directamente al propietario de la pequeña empresa, que la necesita con urgencia, sino al sistema financiero más amplio que canaliza recursos hacia la gran empresa. Cuando termine la emergencia, el sistema criminal de tipo mafioso comenzará la fase ejecutiva de este ambicioso programa criminal, destinado a hacer su papel baricéntrico en el nuevo escenario económico mundial. Será el momento en que comenzará una actividad de monitoreo aún más profunda de operaciones financieras sospechosas, que estará destinada, por un lado, a condicionar la libre gestión de la deuda corporativa y, por otro, a colocar las inversiones de la mafia en las áreas estratégicas con mayor rentabilidad.

En otras palabras, la ‘Ndrangheta ya no tendrá como objetivo adquirir sólo la gestión oculta de las empresas, pequeñas o grandes. Buscará, más que en el pasado, fortalecer su presencia en la gestión de servicios esenciales, que ya no estará limitada a la eliminación de residuos o al ciclo del cemento, sino también al sector crediticio, el sector de la salud, los suministros médicos o, en general, de necesidades básicas. Será esencial evitar que esto suceda, mediante la adopción de instrumentos regulatorios avanzados, con reformas a la legislación antimafia destinadas a actualizar los instrumentos de aplicación de la ley tanto sustantivos como procesales, para permitir la protección de la economía legal y facilitar no sólo la fase judicial en sentido estricto sino también, y sobre todo, el del análisis previo a la investigación, fundamental para identificar sin demora las tendencias evolutivas de los fenómenos criminales de tipo mafioso del tercer milenio.

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*Extraído de: www.ilfattoquotidiano.it 

*Foto de Portada: © Imagoeconomica