“Independientemente de lo que Graviano piense o diga sobre el punto, el tema de interés es otro. Me voy a referir a algunos hechos. Nuestra legislación, en el artículo 4 bis del ordenamiento penitenciario, preveía que estos descuentos y beneficios no podrían aplicarse a los condenados en forma definitiva por ciertos delitos, entre las que estaban incluidas las masacres, los homicidios de la mafia y el terrorismo”.

“Primer hecho: ese tipo de cadena perpetua es la única sanción penal verdadera que siempre ha asustado los mafiosos. No temen excesivamente las detenciones temporales, pero temen a la cadena perpetua porque consideran que es el verdadero obstáculo para el ejercicio de su poder dentro de las organizaciones criminales”.

“Segundo hecho: precisamente para obtener la abolición o aligeramiento de la cadena perpetua, al menos de la cadena perpetua sin beneficios y de cumplimiento efectivo, la mafia, en ciertos momentos de su historia, en particular durante el período de las masacres entre el '92 y el '94, chantajeó al Estado con una verdadera estrategia de tensión”.

“Ahora tenemos que tener en cuenta un fallo del Tribunal Constitucional al que debemos objetivamente respetar, incluso si no lo compartimos. Esto presenta puntos que, en mi opinión, pueden ser susceptibles de desarrollo, de un análisis profundo en el ámbito legislativo”.

-¿Cómo cuáles?

“En primer lugar, sería un error muy grave creer que la sola conducta carcelaria del condenado a cadena perpetua pueda constituir un elemento para evaluar la concesión de permisos y descuentos de pena. Creo, y espero, que el legislador se esfuerce para comprender cuáles son los elementos de hecho legitimantes para un posible acceso a los beneficios penitenciarios. Una evaluación positiva del comportamiento carcelario no puede ser suficiente. Se precisan pruebas objetivas, ciertas y concretas, no sólo del hecho de que el detenido haya interrumpido su relación con la organización criminal, sino que dicha organización criminal ha querido, definitivamente, poner fin a las relaciones con el detenido. Sólo en presencia de esta evidencia cierta y concreta, que destaca la ruptura mutua del vínculo asociativo, se podría evaluar conceder los privilegios siguiendo los lineamientos de la sentencia del Tribunal Constitucional”.

-Una ruptura con la mafia que se vuelve clara y evidente con la colaboración con la justicia…

“Ciertamente, en la práctica, el único punto de ruptura es la colaboración con la justicia. Pero no podemos excluir los datos concretos que, desde un punto de vista probatorio, señalen que la ruptura, incluso para aquellos que no han comenzado a colaborar con la justicia, realmente ha tenido lugar y es definitiva”

“Doy un ejemplo. Si un recluso de la mafia bajo cadena perpetua dice 'yo me desvinculo de la organización criminal' o 'ya no tengo contacto con la organización criminal y no quiero tenerlos', personalmente, a la luz de la sentencia del Tribunal Constitucional, sólo con eso no me sentiría tranquilo”.

“Sería diferente si se obtuviera alguna prueba de que ese prisionero no desea recuperar las relaciones, que ese prisionero y los miembros de su familia no han sido, durante años, asistidos financieramente, o de cualquier otro modo, por mafiosos en libertad”.

-¿Cómo podría obtenerse esa prueba?

“Puede hacerse a través de una actividad de intercepción ambiental o telefónica, o mediante investigaciones en el territorio. Investigaciones destinadas a demostrar que los miembros de la mafia ya no tienen ningún deseo de considerar a ese prisionero como uno de ellos o, incluso, tienen la voluntad de matarlo o, en cualquier caso, de excluirlo de toda posibilidad de conocimiento y relación con la organización”.

“Entonces, en ese momento, nos encontraríamos frente a situaciones concretas, inferidas no sólo de la conducta carcelaria, sino de una situación reconstruida de manera investigativa fuera de la prisión, y en la cual podemos evaluar la prueba concreta de la pérdida definitiva del vínculo. Es una situación extremadamente difícil de probar, pero espero que el legislador se mueva en esta dirección”.

-¿Y qué efecto puede tener la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en las evaluaciones del legislador?

“Comparado con el del Tribunal Constitucional, el fallo del TEDH me pareció mucho más superficial. Parece que se mueve, siento decirlo, con una falta absoluta de conocimiento de la especificidad del fenómeno criminal mafioso. Desde este punto de vista, también debo decir que, en muchas de las investigaciones realizadas en la última década y también en las escuchas ambientales de personas condenadas a cadena perpetua, incluso por las masacres del período de dos años '92 -'93, surgió la esperanza de estos prisioneros de que a partir de los fallos de los tribunales europeos podría producirse algún cambio. Eran, desde este punto de vista, profetas fáciles. No se equivocaron en sus predicciones”.

“Uno de estos "profetas" fue, precisamente, Giuseppe Graviano, quien hablaba con su compañero de la hora de aire, Umberto Adinolfi. El jefe de Brancaccio, en las últimas semanas, aunque no es colaborador de justicia, está respondiendo preguntas dela Fiscalía, del fiscal adjunto de Reggio Calabria, Giuseppe Lombardo, en el proceso 'Ndrangheta Stragista, en el que está acusado, junto con Rocco Santo Filippone,de instigador de los ataques a los carabineros que ocurrieron entre fines del '93 y principios del '94, en los que murieron Antonino Fava y Vincenzo Garofalo. Según la hipótesis de la acusación, esos crímenes encajarían en el mismo contexto de masacres que usted reconstruyó en Palermo, primero en las investigaciones y luego en el juicio de la Tratativa Estado-mafia”.

-¿Qué opina de las declaraciones, entre mentiras y medias verdades, de Graviano? ¿Por qué está hablando?

“Expresar mi opinión sería irrespetuoso con los colegas que conducen ese proceso y que llevaron a cabo el debate. Sólo me limito a formular una consideración y un deseo, sin dar opiniones sólo sobre la base de informes periodísticos”.

“La consideración, más que una consideración evaluativa, es el subrayado de un hecho. Algunas relaciones, de las cuales Graviano habla hoy en el juicio, entre las familias de la mafia palermitana y Silvio Berlusconi, han sido el tema de las conversaciones que nosotros, como fiscales del proceso de la Tratativa Estado-mafia, habíamos interceptado en 2016 en la prisión entre Graviano y su compañero social Adinolfi. Pero esas relaciones, mucho más significativas sobre la base de toda una serie de elementos ciertamente mucho más amplios que el único ángulo visual que Graviano propone hoy, se han plasmado en sentencias”.

“Me refiero a la sentencia final de la Corte Suprema de Casación que sentenció a Marcello Dell’Utri por concurso externo en asociación mafiosa y me refiero a la sentencia de primera instancia del proceso de la Tratativa Estado-mafia”.

“En esas sentencias las relaciones entre Cosa Nostra palermitana y Silvio Berlusconi se consideraron existentes, duraderas y constantes, al menos en el período de 1974 a 1992 en lo que respecta a la sentencia definitiva Dell'Utri. Y también se detallan como relaciones que se han consagrado en pagos constantes y conspicuos de dinero por parte del empresario Berlusconi a las familias de la mafia de Palermo”.

“En lo que respecta, entonces, al fallo de la Tratativa Estado-mafia, se especifica que esas relaciones continuaron también durante el período en que Silvio Berlusconi se convirtió en Presidente del Consejo después de las elecciones políticas del '94”.

“Así que debo decir que hoy, la parte de la opinión pública que evalúa las declaraciones de Graviano, debería al menos saber que algunas sentencias ya han determinado la existencia de ciertas relaciones. Esta es la prueba”.

-¿Se puede esperar que los jefes de las masacres colaboren con la justicia?

“La esperanza, que no es distinta a la que siempre he tenido, es que los líderes más importantes de la mafia –como Graviano –realmente comiencen a colaborar a partir de la admisión de su rol en Cosa Nostra. En el caso específico, y a partir de lo que ha sido definitivamente consagrado, creo sobre la base de evidencia incontrovertible que Giuseppe Graviano fue, entre los mafiosos, uno de los principales protagonistas de toda la campaña de masacres del '92 y del '93”.

“Graviano, y no es sólo lo que pienso sino lo que surge de tantos procesos, también es consciente de los hechos producidos detrás de escena y que afectan no solamente a Cosa Nostra sino también a quienes con Cosa Nostra concibieron, organizaron y ejecutaron las masacres. Por lo tanto, creo que siempre debemos, en la lucha por la verdad, esperar que los que saben colaboren con ésta en un sentido pleno y no parcial – o peor aún, que simulen colaborar – y que esa colaboración sea genuina, sincera y completa”.

-Al principio, al comentar las palabras de Graviano, usted recordó haber sido "señalado como un fanático visionario". ¿Qué quiso decir?

“Repito, sobre las palabras de Graviano, no hago ninguna evaluación. Simplemente quería decir que estoy asombrado de ciertas cosas. En el sentido de que este es un país, y no sólo sucede en el caso de la relación entre Cosa Nostra y el grupo Dell'Utri-Berlusconi, que muchas veces ignora lo que fue consagrado en sentencias definitivas. Lo peor es que cuando alguien, y no necesariamente debe ser un magistrado, recuerda esas conclusiones de las sentencias, es señalado como una especie de fanático que quiere perseguir quién sabe qué propósitos. Por lo demás, creo que se han dado muchos pasos en los últimos años y también se han logrado resultados notables. No nos debemos detener, pero para avanzar es preciso tener pleno conocimiento de lo que se ha hecho antes. Además, en la medida en que se pueda, es necesario divulgar lo que se ha hecho y lo que se ha adquirido en los procesos”.

-Entre los fugitivos más peligrosos, si no los más peligrosos, está el "jefe de jefes", Matteo Messina Denaro. Los procesos y las sentencias nos dicen que Graviano y Matteo Messina Denaro, además de tener la misma jerarquía en la comisión de Cosa Nostra, tenían una relación muy estrecha. Se iban juntos de vacaciones con sus esposas y novias. ¿Podría haber una estrategia compartida, todavía hoy, entre los dos jefes mafiosos?

“Solo sé una cosa, que ha sido probada en varios procesos. Giuseppe Graviano y Matteo Messina Denaro fueron los principales protagonistas de la campaña de atentados del '93 en Roma, Florencia, Milán, que luego terminaría con la madre de todos los ataques: la masacre en el Estadio Olímpico de Roma”

“En ese momento eran muy cercanos y actuaban juntos. Entonces, seguramente conocen todos los aspectos, incluso los más ocultos, de esa anomalía de las masacres traída al continente”.

“Otra cosa que creo que puedo decir es que un ocultamiento que se ha mantenido durante casi 27 años, como el de Matteo Messina Denaro, no puede ser sólo el resultado de la capacidad de quien evade la captura sino también de la protección, incluso institucional, que favoreció ese ocultamiento al menos en ciertos momentos”.

“Provenzano estuvo prófugo durante 43 años y luego descubrimos cuán variado era el mundo de personas ajenas a Cosa Nostra que, sin embargo, había favorecido esa fuga prolongada. Matteo Messina Denaro ha estado huyendo durante demasiado tiempo y es el principal conocedor de los secretos de las masacres, especialmente de las de 199”.

“Creo que no podemos correr el riesgo de pensar que este ocultamiento continúa solamente debido al poder de chantaje que Matteo Messina Denaro pudiera tener sobre funcionarios desviados del Estado y de las Instituciones. Es algo que no podemos permitirnos. Es por eso que, en la búsqueda de la verdad, pero también para salir de las sospechas de posibles connivencias o posibles sujeciones al chantaje de parte de las instituciones, sería una enorme señal que Matteo Messina Denaro finalmente fuera capturado”.

“Volviendo al tema de los secretos que Messina Denaro conocería, el colaborador de justicia Nino Giuffrè, ex miembro de la comisión provincial de Cosa Nostra, dijo que el archivo secreto de Totò Riina fue entregado al jefe de Castelvetrano. ¿Un elemento extraordinario de chantaje?”

“Más allá de este aspecto que, hasta donde recuerdo, Giuffrè reconstruyó más como una evaluación que como un conocimiento real, no podemos dejar de pensar en una cosa: Matteo Messina Denaro es quien, en una pequeña villa en Santa Flavia, habla con Gaspare Spatuzza y otros ejecutores materiales de los atentados del '93 y les señala los grandes objetivos a golpear”.

"Bueno, creo que es improbable que Matteo Messina Denaro lo haya decidido solo, sin "asesores". He ahí por qué esos "asesores" no podrían ser de Cosa Nostra. Es por eso que digo que él está al tanto de los secretos delicados e inconfesables que permanecen detrás de las masacres, especialmente de las de 1993. Y es por eso que digo que, al menos por esta razón, todavía puede ejercer cierto poder de chantaje contra partes infieles del Estado”.

-Hoy a menudo se cree que la mafia ya no comete atentados. Me disculpo por tocar un tema personal, que también es un hecho judicial. Matteo Messina Denaro es quien pidió llevar a cabo un ataque contra un magistrado de Palermo en el pasado reciente. Ese magistrado es usted. Y esto sucedió mientras, junto con otros colegas, estaba llevando a cabo la investigación sobre la Tratativa Estado-mafia. Más allá de la historia personal, en su opinión ¿puede Cosa Nostra reanudar la estrategia de atentados o ha abandonado la idea?

“Director, esta vez tengo que contradecirlo, esta no es una historia personal porque, como hombre de Estado, como magistrado y como estudioso del fenómeno, creo que todos tienen el deber correcto de entender que si bien una parte del aparato antimafia sostiene eso, es decir que en Cosa Nostra la estrategia de masacres ha sido definitivamente abandonada, también es cierto lo que informó un colaborador de justicia, considerado confiable en varios juicios y cuyas declaraciones se han utilizado para condenar a docenas de otros mafiosos. Es decir, que en el 2012-2013 ya habían comprado el explosivo para matar a un magistrado en Palermo”.

-El colaborador habla de un gasto por el explosivo de cientos de miles de euros.

“En la reconstrucción de esos flujos financieros, fueron condenados los sujetos que, según el colaborador Vito Galatolo, habían contribuido a recaudar la cantidad necesaria para comprar el explosivo. Entonces, si bien no quiero expresarme sobre el mérito, debo decir que es una contradicción lógica insuperable el hecho de los que, por un lado, creen que el ataque se encontraba en una etapa avanzada de organización y, por otro lado, dicen "no, ahora la mafia ya no comete atentados". Y me gustaría que en esto se vaya realmente a fondo”.

“Hablando de manera más general, siempre digo que, en el ADN de la mafia – y en especial de la mafia más evolucionada y estratégicamente más inteligente en la historia de todas las organizaciones criminales, que es la Cosa Nostra – siempre existió la lógica de adaptarse a los tiempos y a sus exigencias. Los momentos de aparente "bajo perfil" y, por lo tanto, de falta de ataque frontal al Estado, se alternaron con momentos en los que, en cambio, Cosa Nostra elevó el objetivo y mató a políticos, magistrados, oficiales de carabineros, policías y cometió magnicidios. No estoy convencido, precisamente porque conozco la historia de Cosa Nostra, que el paréntesis corleonés haya sido único e irrepetible. A la luz de esto y de la experiencia, digo que ciertamente, hoy, los golpes del pasado, con decenas de investigaciones y juicios al ala militar de Cosa Nostra, probablemente dificulten el hecho de que, en este momento, la mafia levante la cabeza y ataque frontalmente al Estado. Pero es una eventualidad que siempre debemos considerar como posible. Y también debemos pensar que dicha eventualidad puede materializarse en cualquier momento”.

-Consejero, una pregunta sobre las masacres de Capaci y via d'Amelio. Usted ha logrado, en la masacre en via d'Amelio debatida en el Borsellino ter, cadena perpetua para toda la comisión de Cosa Nostra, abriendo pistas importantes sobre los llamados ideólogos externos. Un ex colega suyo, Antonio Ingroia, en el pasado habló de una puerta medio cerrada a la verdad. Luego afirmó que, aunque logró entrar en la habitación, en su interior la luz estaba apagada. Una habitación, donde alguien había bloqueado las ventanas y las luces artificiales no funcionaban. Una habitación donde se alumbraba con velas. Un poco de luz se ha hecho gracias a su trabajo, al suyo y al de sus colegas, porque se han reabierto nuevas pistas, con investigaciones en curso. Pienso, por ejemplo, en las investigaciones de Florencia, iniciadas justo después de las escuchas de Graviano, dispuestas por usted, que trabajaba en la Fiscalía de Palermo. Fue ese un juicio, el cuarto sobre via d'Amelio, que puso en evidencia el desvío realizado en los indicios del atentado y hoy, en Caltanissetta, se está llevando a cabo un proceso contra algunos policías. ¿Puede ese desvío agotar el problema de los ideólogos o autores intelectuales externos a la mafia que cometieron esa atroz masacre?

“Desde afuera, veo algunas señales que no me parecen positivas. Espero estar equivocado, pero tengo la impresión de que la atención se ha centrado en un segmento inicial, ciertamente importante, que fue el de la colaboración de Scarantino y que más tarde resultó ser falsa. Así se obtuvo el efecto, al menos a nivel mediático, de hacer creer que todos los misterios de Via d'Amelio estuvieron vinculados a ese segmento inicial de la investigación. También hay otros aspectos a explorar y, cuanto menos, de igual importancia. También creo que ciertos aspectos importantes, como medidas de prueba recientes, deben analizarse de forma muy intensa a nivel investigativo; posiblemente incluso antes de su representación pública en los juicios, mediante la presentación de los testimonios a los defensores y, por lo tanto, a través del conocimiento de todos. Pero esta es mi opinión desde el exterior”

“Personalmente, con más razón en mi calidad de consejero del Consejo Superior de la Magistratura, ante todo mantengo y siempre mantendré, una máxima atención hacia el trabajo de los colegas que se ocupan del fenómeno de la mafia y las masacres. En particular, me gustaría que todas las instituciones – al menos nosotros en el CSM nos comprometemos a hacerlo – apoyaran efectivamente a aquellos que realmente quieren buscar esa verdad. No quiero decir nada más. Ya dije lo que pienso. No todas las señales que he notado en los últimos años me dejan esperando que esa puerta de la que hablaba se abra permanentemente y que la luz esté encendida”.

-La última pregunta, conectada a la anterior y formulada en forma abstracta. En su opinión, los ideólogos externos que querían las masacres, sean quienes sean ¿todavía mandan en Italia? Los que pidieron, ordenaron, acompañaron yayudaron en las masacres de los mártires Falcone, Borsellino y otros ¿aún tienen peso y poder? ¿Siguen allí o hay otros al mando?

"No lo sé. Pero el poder, especialmente cuando está podrido, es una bestia difícil de erradicar, que se alimenta y se transmite de generación en generación. Estoy convencido, basado en la experiencia adquirida del poder judicial en su conjunto, especialmente en el tema de las masacres de la mafia y el terrorismo, de que ciertos entornos, si no las mismas personas, que condicionaron las páginas oscuras de nuestra historia republicana, no han sido definitivamente erradicadas con las investigaciones y los procesos, permanecen en forma residual y, desafortunadamente, siempre al margen del espacio que la gran prensa y la opinión pública le dedican a esos eventos”.

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