GIUSEPPE DI LELLO Y EL FUEGO “AMIGO”
por Giorgio Bongiovanni - 13 de octubre 2014
Había una vez un juez, miembro del primer pool antimafia del despacho instrucción de Palermo con Giovanni Falcone, Paolo Borsellino y Leonardo Guarnotta. No era nadie más que Giuseppe De Lello, el cual, actualmente, ha concedido una entrevista al diario La Stampa, que la ha publicado en sus columnas, donde ataca indignamente la forma de obrar de los fiscales de Palermo acusando de tomar decisiones "inquietantes" a sus viejos colegas de la Fiscalía.

"El proceso que se está celebrando en Palermo - ha dicho - sobre la así llamada negociación entre el Estado y Cosa Nostra tiene una impostación periodística que no tiene fundamento desde el punto de vista técnico jurídico. Y me parece inquietante que el Jefe del Estado se haya convertido en el blanco de esta variada compañía compuesta por profesionales del espectáculo, del mundo editorial y también de magistrados que se creen ser los depositarios y herederos exclusivos de una trágica y al mismo tiempo exaltante periodo de la vida de nuestra República”.  
Juicios dados sin haber léido, hasta prueba contraria, ningún papel del debate sobre la ‘negociación’, ni sobre la investigación. Habla de proceso "mediático" y de "reconstrucciones periodísticas", cuando en cambio en los expedientes resultan elementos mucho más graves que demuestran que en todo caso hubo un diálogo entre mafia y Estado, así como ha sido ratificado en sentencias anteriores. Y, hay que recordar, que la acusación de este proceso no es por la "negociación" en sí, sino por "atentado al cuerpo político del Estado”.  
La sospecha que tenemos es que De Lello haya caído en un error de arrogante presunción, como tantos otros magistrados, que después han elegido otros caminos como la política, aceptando las lógicas de poder. Después de dimitirse del pool en el 1988, entró en las filas del Partido de Rifondazione Comunista, a partir del 1999, fue elegido para el Parlamento europeo hasta el 2004 y senador hasta el 2008. A diferencia de otros magistrados que han vivido esta experiencia (un ejemplo reciente puede ser Antonio Ingroia, ndr.) De Lello, en vez de defender a aquellos fiscales que se han hecho proseguidores de la obra de Falcone y Borsellino, siempre ha atacado con cierta vehemencia las grandes investigaciones procedentes de la Fiscalía de Palermo en el periodo "después de los estragos".
Ya en una entrevista en el 2012, siempre en “La Stampa”, criticó el proceso penal sobre la ‘negociación’ relacionándolo con el pasado y diciendo que "muchas decisiones judiciales (de la Fiscalía de Palermo), han terminado en un boomerang". Decisiones judiciales que, según dice él, “después han vuelto a legitimar a los políticos procesados". Y se sabe perfectamente que en aquellos años los procesos más importantes fueron el proceso Andreotti y el proceso Dell’Utri.
Este último ha sido condenado definitivamente por concurso externo en asociación mafiosa mientras en lo que concierne al primero la sentencia de Casación reconoció che "el senador vitalicio Giulio Andreotti había sido reconocido responsable hasta el 1980 de relaciones con la mafia", no obstantee la absolución por la prescripción del delito. Pero por lo demás De Lello ya en el 2012 dijo: "Quiero precisar que siempre estuve contra la negociación porque creo que es inmoral tratar con la mafia. Pero dicho esto, para mí la negociación debe ser vista, encuadrada desde un punto de vista político. Debe entenderse como extrema ratio de un gobierno para hacer salir al País de una situación de extremo peligro en la que estaba en juego la incolumidad de todos”.  
Son estas declaraciones "pilatescas" las que más daño hacen. Ese "fuego amigo" que mata y que dejó aislados poco a poco a Giovanni Falcone y Paolo Borsellino.
¿Qué habrían hecho ellos en este momento histórico? ¿Cómo habrían actuado o qué habrían dicho ante un presidente de la República que interviene con la pierna bien derecha en las investigaciones, habla por teléfono con un indagado (que hoy es acusado, ndr.) como el ex senador Mancino? Qué habrían dicho sobre Loris D’Ambrosio* que habla en una carta al Jefe del Estado de "indecibles acuerdos"?
Quizás sea mejor que Giuseppe De Lello deje de lanzar juicios de mal gusto y de disparar sentencias sobre la forma de obrar de colegas suyos que arriesgan la vida. Ciertas cosas no le hacen bien a si mismo, a su historia, y no rinden honor a la memoria de sus amigos mártires caídos por todos nosotros.  
Nota:
Loris D’Ambrosio, consejero jurídico de la Presidencia, que había escrito una misiva al Presidente Napolitano donde decía que había sido un “ingenuo y útil escribano de acuerdos indecibles”. D’Ambrosio murió de infarto en el 2012.