RIINA, EL ESTADO Y LAS AMENAZAS A DI MATTEO
Por Salvatore Borsellino - 13 de Noviembre de 2013
Las amenazas por parte de la mano armada del Estado desviado, la mafia, aumentaron de nivel.
A través de Totò Riina, llegan mensajes de muerte a todos los miembros del pool antimafia de Palermo así como al Procurador Roberto Scarpinato.

Las Instituciones, hasta el mismo Jefe de Estado, cuyo último acto en relación al mencionado pool ha sido la implícita desestabilización causada por el conflicto de atribuciones planteado ante la Consulta (Corte Constitucional Italiana) por las escuchas telefónicas de una conversación entre él y un indagado en el marco del proceso judicial sobre la negociación mafia-Estado, callan. Siguen esperando  tener un nuevo héroe sobre el cual derramar sus falsas lágrimas, al cual llevarle nuevas coronas fúnebres en nombre del Estado, siguen esperando tener que disputarse las primeras filas en la catedral en la que se celebren los próximos funerales de Estado.

Siguen esperando tener nuevas viudas a las que marcarles el paso para estar seguros de que no sabían nada de lo que sus maridos sabían, como ya hicieron en los años inmediatamente posteriores al atentado de Via D’Amelio con Agnese Borsellino.

Y mientras tanto los fuertes reclamos realizados por quienes, por servicio, cotidianamente, ponen en riesgo sus vidas junto a estos servidores del Estado, condenados a muerte por el mismo Estado, los reclamos de que les sean otorgados los dispositivos “bomb jammer” que podrían impedir que sean perpetrados atentados de la misma forma como lo fueron los de Capaci y de Via D’Amelio, siguen siendo desestimados o ignorados; se niega su eficacia o se remarca su peligrosidad.

Y entonces ¿por qué los mismos motivos no valen para impedir o aún no han impedido la utilización de dichos dispositivos para el Jefe de Estado, para Berlusconi, para Schifanni, para De Gennaro, para Alfano?

¿Donde está la diferencia? ¿Por qué para determinadas personas, que no necesitarían de la protección, al menos de la mafia, se toman ciertas medidas y para otras, que corren verdadero e inmediato peligro de muerte, éstas les son negadas? La respuesta es simple.

Para salvar a Calogero Mannino y a otros poderosos a los que la mafia había condenado a muerte al considerar que no habían respetado los pactos, comenzó una perversa negociación que implicaba, para alcanzar su cumplimiento, el asesinato de Paolo Borsellino.

Para los servidores del Estado que han tenido el atrevimiento de llevar detrás de las rejas a algunos de los responsables de dicha negociación, se espera, para detenerlos, que la mafia ejecute la condena a muerte que ha sido decretada.

Pero el Estado no está formado solo de estos sepulcros blanqueados, el Estado somos también nosotros y nosotros no permitiremos que este mandato criminal sea llevado a cabo. Nosotros rodearemos a Nino Di Matteo y a los demás magistrados y lo haremos con todos los medios posibles. Preparémonos para hacer sentir, de todas formas, inmediatamente y con todos los medios nuestra voluntad de RESISTIR, nuestra voz, nuestra indignación.

Todos tienen que saber, todos tendrán que elegir de qué parte estar.
Nosotros ya hemos elegido, nosotros estamos con la parte sana del Estado, nosotros estamos con estos magistrados que han elegido, poniendo en riesgo sus vidas, seguir el ejemplo de Paolo Borsellino.

Extraído de: 19luglio1992.com