RIINA ORDENA: "ASESINAD A DI MATTEO" (¿Y AHORA DE QUÉ LADO ESTÁ EL CSM?)
En  la mira también se encuentran los Fiscales del proceso sobre la negociación y Scarpinato
Por Giorgio Bongiovanni y Aaron Pettinari - 13 de Noviembre de 2013
El “jefe de jefes”, Salvatore Riina, volvió a hacer sentir su voz. Lo habría hecho detrás de las rejas, detenido en el 41 bis, el régimen de cárcel dura, con pocas palabras gritadas a un compañero de cárcel hace algunos días: “Di Matteo tiene que morir. Y con él todos los Fiscales del proceso de la negociación, me están volviendo loco”.
Dichas palabras habrían sido escuchadas por un agente de la policía penitenciaria quien inmediatamente advirtió a sus superiores. La noticia ha sido publicada hoy por el periódico “La Repubblica” y claramente las nuevas amenazas generan que el enfoque de la atención esté alrededor del Procurador sustituto de Palermo y de todo el pool que está llevando a cabo las investigaciones sobre la negociación entre Estado y mafia, o bien el Procurador adjunto Vittorio Teresi y los sustitutos Roberto Tartaglia y Francesco Del Bene.
Según lo referido por el periódico el lunes pasado se reunió el comité para el orden y la seguridad presidido por la Comisaria Francesca Cannizzo.
Y para Di Matteo también se habría evaluado la solución extrema de un traslado a una localidad secreta junto con su familia. Lo mismo ocurrió para los Jueces Falcone y Borsellino cuando fueron trasladados hasta Asinara con sus familiares para ultimar la redacción del acta de acusación del maxi-proceso en forma segura.

Ya en el verano pasado el nivel de seguridad de Antonino Di Matteo había sido elevado al máximo nivel después de unas cartas anónimas que hacían referencia a un atentado que estaría listo para perpetrarse en su contra. Y también para los demás magistrados del pool, quienes también estaban amenazados de muerte con irrupciones en sus domicilios y con intimidaciones, la situación sigue siendo de estado de alerta. El comité estableció que se solicite al Ministerio del Interior un mayor empeño, hasta incluso dotando a la escolta de Di Matteo y de los demás con un “jammer” (dispositivo anti bomba que bloquea las señales de radio enviadas por control remoto en un radio de 200 metros).
Según lo publicado por “La Repubblica” Riina habría señalado como objetivos para asesinar además al Procurador general de Palermo, Roberto Scarpinato, quien hasta hace algunos meses tenía a su cargo en la Fiscalía de Caltanissetta la revisión del proceso judicial por el atentado de Via D’Amelio.
Sobre el porqué Riina haya pronunciado, ahora que está por cumplir 83 años (dentro de tres días es su cumpleaños, n.d.r.), esas frases se pueden hacer mil suposiciones. Quizás se ha cansado de pagar por todos y como último gesto tiene intenciones de emprender una nueva temporada de atentados. Quizás le hicieron enfadar las palabras del colaborador de justicia Francesco Onorato, que fuera interrogado la semana pasada en el marco del proceso judicial sobre la negociación, haciendo revelaciones sobre la muerte del General Carlo Alberto Dalla Chiesa, explicando que fue el Estado, y especialmente las figuras de Andreotti y Craxi, el que “usó” a Cosa Nostra para dicho homicidio. Quizás se trata de palabras preventivas por algo que pudiera llegar a decir Antonino Giuffré el próximo 21 y 22 de Noviembre. Lo que es seguro es que, en el momento que la noticia publicada por “La Repubblica” llegara a ser comprobada y confirmada por las autoridades competentes, esas son palabras pronunciadas por el verdadero jefe de Cosa Nostra porque, no hay que olvidarlo, hasta ahora nunca se ha reunido la Comisión para destituirlo. Este era el problema que se planteaban los mismos boss Capizzi, Adelfio y Scaduto, durante la operación policial “Perseo” en 2008, cuando querían formar una nueva Comisión provincial. Y Matteo Messina Denaro, que tomó las riendas como líder en el seno de la organización criminal después de Riina y Provenzano, pertenece históricamente al ramo de los corleoneses. Por este motivo las nuevas amenazas provenientes de la cárcel tienen que ser tomadas muy en consideración y hacen temer la reaparición de una nueva temporada de sangre.
Ahora esperemos que los lores del Consejo Superior de la Magistratura (CSM) y de las diferentes corrientes sectarias y arrogantes de la misma se esparzan ceniza sobre la cabeza como los ninivitas de bíblica memoria y que digan “mea culpa, mea máxima culpa”. Esperamos no solo que todas las medidas disciplinarias queden archivadas, si es que las hay, en contra de Di Matteo y del pool sobre la negociación, sino que además expresen su solidaridad en forma pública de manera tal de crear una cadena muy fuerte entre la magistratura para proteger la vida de estos colegas y la de sus familias que se encuentran en primera línea, para poder permitirles a los mismos que lleven a término su trabajo de investigación sobre una de las páginas más oscuras de la historia de nuestro País.  
De esta forma no se daría una señal tan solo a Riina y a Cosa Nostra, sino a todos aquellos poderes ocultos que han organizado los atentados junto a dicha organización. Sería una fuerte línea de protección junto a esa parte de la política honesta, y a la sociedad civil que realmente quiere descubrir la verdad protegiendo a los magistrados y opuesta a la que nunca ha querido derrotar a la mafia.