MALETIN Y AGENDA ROJA DE BORSELLINO: DUDAS Y CONTRADICCIONES
Por Aaron Pettinari - 14 de Mayo de 2013
Diecinueve de julio de mil novecientos noventa y dos. Podría haber sido un domingo como cualquier otro. Luego un estruendo, la cortina de humo que se eleva entre los edificios de Via D’Amelio. Es el atentado a Paolo Borsellino. Junto con el juez mueren los agentes de su escolta y la imagen que se presenta ante los servicios de urgencias es escalofriante, con pedazos de cuerpos por todos lados.
Una tarde de muerte que se convierte en el misterio a lo largo de los años de búsqueda de la verdad no solo con el colosal despistaje descubierto gracias a las revelaciones de los colaboradores de justicia Spatuzza y Tranchina, y que hoy lleva a la celebración de un nuevo proceso judicial, sino también con la desaparición de la agenda roja de Paolo Borsellino.
Hoy en el aula bunker de Caltanissetta fueron interrogados en el proceso Borsellino Quater, que se celebra ante la Corte Suprema, dos protagonistas de aquel 19 de Julio: el Coronel Giovanni Arcangioli y el ex Fiscal Giuseppe Ayala, que en diferentes momentos tuvieron el maletín del Juez palermitano en sus manos.
El primero fue incluso inmortalizado por una foto (y por un video de la RAI) con el maletín de Paolo Borsellino en sus manos, pocos minutos después del atentado. Elementos que, junto a otras contradicciones suyas, lo llevaron a ser investigado por el robo de la Agenda (absuelto definitivamente en Febrero de 2009) y por haber dado falso testimonio ante los Fiscales (decreto de archivación emitido el pasado 26 de Abril).
Eso no fue un impedimento para que fuera interrogado como testigo y por lo tanto tuvo que responder a las preguntas del Fiscal Sergio Lari, del Fiscal Adjunto Domenico Gozzo y del Fiscal Sustituto Stefano Luciani. En medio de la gran cantidad de “no recuerdo” de su declaración el oficial dijo inicialmente que no se acordaba quién le había dado el maletín y a quién lo entregó posteriormente.
“No recuerdo cómo ni porqué tenía el maletín del Juez Borsellino, así como tampoco dónde haya ido a parar – dijo ante la Corte -. Miré en su interior, probablemente junto al Juez Ayala. No había nada relevante, simplemente una insignia de los carabinieri. Es precisamente porque no encontré nada interesante en el sentido investigativo que no recuerdo que fue lo que hice luego con el maletín”.
Sin embargo en el acta del 5 de Mayo de 2005, entregada a las autoridades judiciales (de la cual se ha solicitado la adquisición en el debate), dijo: “Si no recuerdo mal abrí la puerta posterior izquierda y apoyada en el plano inferior, donde normalmente se apoyan los pies, encontré un maletín, creo que era de color marrón, de cuero, lo tomé y lo llevé hacia donde estaban esperando el Dr. Ayala y el Dr. Teresi”.
“Uno de los dos magistrados antes mencionados – especificó posteriormente el oficial – abrió el maletín y constatamos que en su interior no había ninguna agenda, sino simplemente algunos papeles. Una vez que verificamos eso, no recuerdo exactamente el desarrollo de los hechos. Por lo que puedo recordar, le encargué a uno de mis colaboradores, de quien no recuerdo el nombre, que depositara el maletín en el coche de servicio de uno de los magistrados. Se trata de un recuerdo muy lábil y podría ser impreciso”.
El testigo, muy tenso y nervioso, dijo varias veces que no recordaba los hechos y que temía volver a ser indagado. “No se lo que hice para merecer todo esto. He visto a muchos otros que cambiaron sus versiones y ni siquiera han sido investigados y yo terminé bajo proceso : hace 8 años que vivo en esta situación que me ha destruido y ha destruido a mi familia con los ataques de los periódicos y de la televisión”.
Ante la pregunta sobre porqué se desplazó con el maletín en la mano por más de 60 metros desde el lugar en el que se encontraba el coche de Borsellino respondió: “Yo daba vueltas continuamente para darme cuenta de lo que estaba ocurriendo. Al inicio pensaba que de la investigación sobre la masacre nos tendríamos que encargar nosotros los carabinieri, especialmente el ROS (Reagrupacion Operativa Especial), luego supe por parte del Capitán Minicucci (en esa época 
era su superior) que en cambio estaría a cargo de la policía. Puede ser que haya hecho ese recorrido varias veces. No tengo recuerdos del momento en el cual tomé el maletín en mis manos. No recuerdo si lo volví a poner en el coche pero pensaba que en el maletín no había nada relevante”.
Por lo tanto Arcangioli sostuvo que habló del maletín con su superior, el entonces Capitán Minicucci “diciéndole que había quedado impactado por el hecho de que tenía consigo una insignia de los carabinieri”. Y sobre el motivo por el cual no cumplió con un informe de servicio lamentó como “en estos años, se haya considerado extraño que no escribí un informe de servicio sobre el episodio solo porque no creía, probablemente equivocándome, que ese hallazgo fuera de interés y no se haya considerado extraño que el oficial de policía hiciera el informe 6 meses más tarde”.
Posteriormente la Fiscalía, por medio de la utilización de un Ipad, mostró al mismo Arcangioli un video, que en parte era inédito, sobre el atentado de Via D’Amelio en el que en varios fotogramas aparece el entonces Capitán de carabinieri hablando con otras personas. En el primero habia al lado del coche blindado de Borsellino con una persona vestida de civil (sujeto no reconocido por Arcangioli n.d.r.) En el segundo con una persona con uniforme (acerca del cual el Coronel declara que podría reconocerlo ampliando la foto n.d.r.). En el tercero aparece retratado un poco más lejos, mientras habla con tres suboficiales de carabinieri, que en cambio si fueron identificados por el testigo. En este fotograma incluso parece que Arcangioli esté dando un objeto (aparentemente el mismo maletín) a uno de los suboficiales.
Luego del examen de Arcangioli llegó el turno del testimonio de Giuseppe Ayala quien, después de haber dado su opinión sobre la desaparición de la agenda roja de Borsellino (“Alguien abrió el maletín de Paolo Borsellino, tomó la agenda y decidió, traicionando al Estado, hacerla desaparecer”) dijo haber tenido, después del atentado, por pocos instantes, el maletín y haberlo pasado a un Oficial de carabinieri uniformado. Una tesis que efectivamente desmiente de hecho el relato del Coronel Arcangioli, quien, a pesar de que hoy no confirmara el hecho al cien por cien, no excluyó haber abierto el maletín en presencia de Ayala.
El ex parlamentario del PRI (Partido Republicano Italiano), Ayala, respondió a las preguntas de los Fiscales repasando los hechos de aquella tarde de Julio dando una versión igual a la primera, dada el 8 de abril de 1998, en cuanto a los contenidos, pero diferente en orden cronológico.
Después de haber declarado que oyó perfectamente la explosión del coche bomba, ya que vivía en el Residence Marbella, a menos de 200 metros de Via D’Amelio, dijo que se dirigió hasta el lugar del atentado. “Llego a Via D’Amelio y veo los coches blindados. Reconozco los de la dotación de la Fiscalía. Luego fui hasta el ingreso cuando tropecé con un pedazo de cuerpo humano. En un segundo momento, recuerdo que también llegó el Juez Lo Forte, reconocimos que se trataba de Paolo Borsellino. Después volví hacia el coche y noté la puerta posterior izquierda abierta.
Apoyado en los asientos, más hacia el lado del conductor, vimos el maletín”. Una pequeña diferencia con respecto al informe en el que Ayala había colocado el maletín del Juez en otra posición (“Miramos juntos principalmente hacia el asiento posterior donde notamos que entre éste y el asiento delantero había un maletín de cuero marrón oscuro con algunas partes quemadas pero sin embargo estaba íntegro”).
Ayala recuerda sobre el maletín de Borsellino: “Estaba allí y lo encontré en mis manos. Me parece que había un Oficial de carabinieri. Yo no tenía ninguna competencia como para tener ese maletín por lo tanto ni siquiera el tiempo de tomarlo por el asa y ya se lo di al Oficial de carabinieri que tenía puesto el uniforme (que no era el de verano). De mi lado izquierdo estaba Felice Cavallaro, perturbado, que me decía que corriera a ver a mis hijos, que les avisara, porque en Palermo había corrido el rumor de que el que había sufrido el atentado era yo”.
Otro aspecto que no convence es precisamente el repaso de los tiempos. A pesar de que fuera un momento muy trágico y dramático Ayala, ante los Jueces, sostiene que estuvo pocos minutos en Via D’Amelio.
Y sin embargo en su primer declaración de 1998 dice haber estado presente alrededor de una hora, mientras que en la de Septiembre de 2005 afirma “haber permanecido en Via D’Amelio por no más de 20 minutos”. Hoy declaró haberse quedado menos tiempo aún “porque fui inmediátamente a Mondello a ver a mis hijos para calmarlos y tranquilizarlos, porque la noticia que me habían dado era real y concreta”.
Esta es otra contradicción con respecto al pasado, cuando declarara haber vuelto en un primer momento a su casa y que a sus familiares los llamó por teléfono, así como en cuanto a la modalidad con la que se dirigió a Via D’Amelio. De hecho en la declaración del 8 de Abril del ’98 Ayala dice que llegó al lugar a pie, mientras que hoy sostuvo que lo hizo acompañado por su escolta, en coche. “Probablemente la referencia a pie de la declaración esté referida a mi caminata en Via D’Amelio. Yo no daba un solo paso a pie en Palermo” – declaró. Por lo tanto el ex magistrado declaró además que no recuerda en lo más mínimo a Rosario Farinella, identificado como miembro de su escolta.
“Es un nombre que no me dice nada. Quizás lo haya sido”.
Y ante la pregunta sobre si sabía algo de la agenda roja de Borsellino respondió: “Sabemos de la existencia de la agenda roja por sus familiares y por las declaraciones de sus colaboradores más cercanos. Nunca se encontró y probablemente haya estado en el maletín. Claro que no puedo saberlo. Hacía 6 años que no tenía relación con él y no tenía idea de lo que tenía escrito allí. Quien la haya tomado tenía que tener el tiempo de leer el contenido y allí, en Via D’Amelio, no se podía. Además el día del atentado era domingo y no se podía pensar que ese maletín, que tuve en mis manos por pocos segundos, pudiera contener documentos tan importantes”.
Y así es que la agenda nunca se encontró como ocurriera en el pasado con otros documentos importantes como los que se encontraban en la caja fuerte y en el maletín del General Carlo Alberto dalla Chiesa, así como los que desaparecieron de la computadora del Juez Falcone. Pero la excusión de Ayala no termina aquí con los Fiscales que continuarán con las preguntas el próximo 21 de mayo mientras que el día anterior igualmente habrá una audiencia con otros testigos.
