giorgiobongiovanniUSA: políticos y generales criminales gobiernan el Pentágono

Por Giorgio Bongiovanni-6 de abril del 2020

¿Qué valor tiene la vida para el presidente de los Estados Unidos de América, para el Secretario de Estado, para los altos líderes militares del Pentágono? Cero.

Lo demuestran la política imperialista y las innumerables guerras que han provocado la muerte de cientos de miles de civiles, millones de refugiados y miles de soldados estadounidenses muertos y heridos. Pero la locura "made in Usa" contra sus propios ciudadanos se manifiesta también en tiempos de emergencia sanitaria mundial. La noticia es de los últimos días.

La jefatura de la Marina de los EE.UU. removió al comandante del portaaviones nuclear estadounidense Roosevelt, Brett Crozier, por escribir a sus superiores pidiendo evacuar la nave para evitar que el coronavirus, que ya había golpeado a más de cien marineros, diezmara por completo a la tripulación.

El comandante fue acusado de no tener una "adecuada profesionalidad".

El histórico portaaviones estadounidense, protagonista de varias guerras, opera en las aguas del Pacífico. Después de una parada en Vietnam, el Covid-19 golpeó duramente a la nave, comenzando a reclamar víctimas. Crozier, en su carta, había destacado que la cuarentena en el portaaviones era imposible debido al espacio limitado del buque de guerra.

En el Roosevelt, de hecho, viven casi 5 mil personas en estrecho contacto. Debido a ello le pidió a sus superiores que tomaran una decisión clara: "Retirar gran parte del personal de un portaaviones en misión y aislarlo durante dos semanas puede parecer una medida extraordinaria. Pero es un riesgo que debe tomarse. Mantener a más de 4 mil jóvenes en el Roosevelt los expone a un peligro innecesario y destruye la confianza que tienen en nosotros. Necesitamos una decisión política, pero es lo correcto. No estamos en guerra, no hay necesidad de hacer morir a los marinos. Si no actuamos de inmediato, fracasaremos en el cuidado de nuestro bien más preciado: la tripulación".

Esa carta, sincera, afligida por la seguridad de los propios soldados, fue ignorada hasta que fue publicada en la prensa.

A pesar de esto, a nivel político, se prefirió tomar distancia de esa "posición humanitaria". Desde el ministro de Defensa, Mark Esper, hasta el subsecretario de Marina, Thomas Modley, criticaron al comandante y disminuyeron la alarma al afirmar que "la evacuación no es necesaria".

La decisión final fue hacer desembarcar a 2.700 hombres, mientras que el resto tendrá que garantizar el funcionamiento del portaaviones. Poco importa si, por el momento, no hay guerras a la vista. Porque la vida de la tripulación vale menos que el objetivo: estar en funcionamiento, a pesar del virus y las infecciones (93 de las cuales se confirmaron y hay otros 86 que tienen síntomas), mientras se muestran los músculos frente a China y Rusia.

Por su acción, Crozier ha sido removido. "Ha hecho sonar una alarma que no era necesaria –dijo el subsecretario Modley– permitió que la complejidad de lidiar con la epidemia a bordo le impidiera actuara profesionalmente cuando, actuar profesionalmente, era lo más importante de todo en este momento".

Pero la verdad es que, tal como sucedió en el Roosevelt, el virus se está propagando a otras unidades de la flota, afectando a generales y soldados.

En nombre de los intereses de los políticos y de los señores de la guerra, el coraje de un alto oficial ha sido literalmente degradado.

Otra prueba más de que el sistema político y militar estadounidense está impulsado por mentes insanas. Asesinos y criminales que no respetan la vida. Ni siquiera las de sus compatriotas. Incluso por esto, tarde o temprano, tendrán que rendir cuentas.

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*Foto de Portada: www.antimafiaduemila.com / El portaaviones nuclear norteamericano Roosevelt