Jefe de seguridad de selección de fútbol uruguaya denunciado como represor
Por Jean Georges Almendras-26 de abril de 2018

Puede sorprender, quizás. Puede molestar, quizás. Pero los hechos, fueron, y son contundentes.
Miguel Ángel Zuluaga, que hoy es un exitoso funcionario (de responsabilidad) en la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y que forma parte de la selección de fútbol del Uruguay (integrando el equipo del reconocido director técnico Washington Tabárez) , en el  ayer fue un hombre que formó parte del aparato represivo de la dictadura militar  uruguaya, con grado y con poder, en filas policiales de los servicios de Inteligencia. Un hombre que fue reconocido como represor por personas que estuvieron detenidas, encapuchadas y torturadas.

Pasado mediante, era de esperar la respuesta de quienes padecieron en carne propia el terrorismo de Estado: primero la denuncia, luego el escrache y finalmente una campaña para que sea apartado de la selección uruguaya de fútbol. Sencillamente porque la impunidad de ciertos personajes, duele y mucho. Más aún cuando en el Uruguay, la cultura de la impunidad para los violadores de los derechos humanos durante los días de la bota militar parece estar aferrada a nuestra cotidianidad, desafortunadamente. Y el hecho de que un hombre con ese pasado pueda estar libre y junto a la selección uruguaya de fútbol, formando parte de un equipo (en definitiva embajador de nuestro país en el próximo mundial) puede ser verdaderamente no solo un escándalo sino un acto de inmoralidad y de insensibilidad, nada grato para las familias de los uruguayos que fueron detenidos y desaparecidos

¿Y tal panorama, al tomar estado público, por una cuestión de sentido de ética y de justicia podría acarrear consecuencias? Pensamos que sí.

Como parte medular de una campaña de denuncia, de difusión y de obtención de firmas de adhesión, y de escrache, que anteriormente ya realizaron integrantes de importantes organizaciones de DDHH, en la jornada del pasado día miércoles se realizó una concentración a las puertas de la sede central de la AUF. Una concentración que fue mantenida a prudente distancia del edificio por un férreo vallado instalado por la policía, por decisión expresa del Ministerio de Interior.

En la oportunidad, y según lo consignado por el colega de La Izquierda Diario, Sebastián Artigas, una delegación entregó a las autoridades documentación y las adhesiones logradas que señalaban al represor.

Informó además que integrantes de organizaciones como Rebeldía Organizada, integrantes de la Comisión por la Memoria de los fusilados de Soca y Madres y Familiares de Detenidos y Desaparecidos mantuvieron una reunión con la directiva y el presidente de la AUF, Vilmar Valdez, a quien le entregaron unan carta con documentación anexa en la que se demuestra el pasado represor de Miguel Angel Zuluaga, nada menos que el jefe de seguridad de la selección uruguaya de fútbol.

El abogado de Derechos Humanos Pablo Chargoñia dijo a los periodistas que “la defensa de Zuluaga no dice que él no participó en la inteligencia militar” y que es significativo “que se responda aludiendo a un error en una foto”.

Trascendió que se presentaron tres carpetas con 9 pruebas documentadas inobjetables de que Zuluaga operó en la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII) en los tiempos de dictadura, alcanzado cargos de jerarquía, y en épocas que en dependencias de la esquina de las calles Paraguay y Maldonado se cometían secuestros, torturas y violaciones.

“El tema fundamental de la presencia de Zuluaga en la selección uruguaya pasa de que nuestra sociedad debe construirse en el respeto en los derechos humanos” es uno de los argumentos que se manejaron al plantear el tema a nivel público y a nivel de las autoridades de la AUF.

De acuerdo a los testimonios y documentos presentados a los directivos de la AUF, Zuluaga, çuya función desde el año 2000 es ser jefe de seguridad de los jugadores, durante la dictadura era sub comisario de Inteligencia.

Se pudo saber que en algunos de los contenidos las carpetas habían documentos de la investigación histórica sobre la dictadura y el terrorismo de Estado en el Uruguay, dirigida por el historiador Alvaro Rico, donde figura el nombre de Zuluaga en actas de interrogatorios con su firma y numerosos testimonios que confirman su participación en las operaciones realizadas por la Dirección Nacional de Información e Inteligencia.

Colegas de La Diaria informaron que una persona identificada como Luis Libschitz dijo que a Zuluaga  los demás policías lo llamaban “Zulú”. Se pudo saber que Libschitz, que se encontraba en la concentración frente a la AUF, estuvo detenido cuatro meses en las instalaciones de la DNII de la calle Maldonado, donde funcionaban los departamentos IV y V y que allí pudo identificar a Zuluaga.

“Estàbamos encapuchados, pero después de estar varios meses ahí, lo sentía nombrar y lo podía ver” agregando que Zuluaga “no cambió nada, está igual, solo tiene canas”. Otros testimonios se incluyeron en las carpetas, como por ejemplo los de Ruben Waisrub y Diego Damián.

Se consigno además que Zuluaga figura en una denuncia presentada por el Observatorio Luz Ibarburu en el año 2011 ante el juez penal Carlos García Guaraglia. El abogado Chargoñia aseguró que Zuluaga “aparece firmando documentos, en actas de interrogatorios, en varios departamentos de la DNII. Los sobrevivientes de las torturas no llegan a decir que él practicó submarinos, porque además estaban encapuchados, pero sí que estaba ahí”.

Chargoñia dijo también que algunos años atrás, en una inspección que hicimos del edificio de la DNII “todos pudimos ver que es un espacio en el que, por su distribución, es imposible que alguien que estuviera ahí no supiera  lo que ocurría. Los testimonios decían que por momentos el salón parecía un establecimiento liceal, por los gritos de los jóvenes que estaban siendo torturados”

Elena Zaffaroni, de Familiares de Detenidos Desaparecidos dijo categóricamente que el caso Zuluaga es un caso interesante porque pone en evidencia cómo se camuflan los torturadores y represores al día de hoy. Es un señor que va y viene con los jugadores y como él hay muchos docentes ,médicos, funcionarios del Estado, que viven sus rutinas en la impunidad”

Ignacio Errandonea, igualmente de Familiares, explicó  que la iniciativa adoptada respecto a esta persona , refiriéndose a Zuluaga,  busca “hacer lo que no ha hecho la justicia” manifestando que según su punto de vista la AUF “debe tomar medidas, porque Zuluaga tenía un cargo en un sitio que era de tortura . Hay por lo menos un acta en la que figura como interrogador, y nosotros sabemos lo que eso implica: eran los torturadores y los que ordenaban la tortura . Nos acostumbraron a convivir con torturadores como si fueran buenas personas, pero vamos averiguar donde están y los vamos a denunciar”.

Por su parte otro integrante de Familiares, Oscar Urtasún puntualizó: un tipo que violó los derechos humanos no puede participar en algo tan popular como el fútbol. Tiene que renunciar”.

Un integrante de “Rebeldía Organizada”, Richard Mariani dijo que las autoridades de la AUF se sensibilizaron con el tema y que quedaron de darles una respuesta, porque ellos también están comprometidos.

Mariani explicó: “Nosotros planteamos que Zuluaga sea separado del cargo¨

Por la AUF, al menos al término del encuentro no hubo pronunciamiento alguno, trascendiendo que participaron de la reunión, además de su presidente Wilmar Valdez, el vicepresidente Edgar Welker y el secretario de Selecciones Nacionales Roberto Pastoriza.

Puede sorprender, quizás. Puede molestar, quizás. Pero los hechos, fueron, y son contundentes.
Y todo pasa por la ética y por la conciencia, y por el valor justicia.

Un caso que nos compromete a todos, no exclusivamente a quienes padecieron en carne propia (y a merced de los torturadores) el terrorismo de Estado.

Miguel Angel Zuluaga, incluido, que ahora debe aceptar dos cosas básicas: la primera, que su pasado le juega en contra;  y la segunda,  que continuar junto al Maestro Tabárez favorece a la cultura de la impunidad.

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*Foto de Portada: www.ecoslatinoamerica.com