Por Jean Georges Almendras-17 de enero de 2018

¿Desde el 24 de noviembre del pasado 2017, momento en que se supo que los peritos médicos rotularon “definitivamente” que Santiago Maldonado había muerto ahogado en aguas del río Chubut (¿por arte de magia?) en medio de una represión de personal de Gendarmería, sin que la acción de los responsables del procedimiento fuera si quiera cuestionada o puesta bajo sospecha, el aluvión mediático en torno al caso Santiago Maldonado, entró en un agujero negro?. Probablemente lo mediático haya quedado un poco en bajo perfil, pero el caso en sí, no quedó en un agujero negro. Más bien, diría yo, sin temor a equivocarme, que el caso Maldonado (con todo su bagaje de impunidades, irregularidades y atropellos marcados desde la Casa Rosada) pasó a engrosar la bolsa de desastres ocasionados por la administración Macri, formando parte de su derrotero destructivo. Un derrotero plagado de desatinos y de mezquindades: ajustes varios, despidos en diferentes ámbitos, una reforma previsional (lograda a punta de palo y plomo), una muy grotesca aplicación de políticas sociales, laborales y económicas antidemocráticas y anti populares, con el plus de otras situaciones relacionadas con los represores de la dictadura militar, algunos de ellos detenidos, ahora en sus domicilios; y por si fuera poco, el caso del submarino Ara San Juan, desaparecido en circunstancias en extremo confusas y la arenga para que muchos trabajadores se borren de los sindicatos, así como así, porque es sugerencia de la gobernadora María Eugenia Vidal, de santa palabra. En definitiva, entonces, el agujero negro del caso Maldonado no fue tal. En su lugar, lo que ocurrió fue algo más grave: Mauricio Macri, además de tomarse una licencia vacacional como si nada estuviera pasando a su alrededor, siguió cumpliendo con su libreto de todopoderoso hacedor de “daños de Estado”, obviamente con el sello de la prepotencia, de la insensibilidad de los tiempos de la dictadura (aunque estemos en democracia) y con el descaro propio del “buen gobernante”, del “buen gobernante que busca mejoras para su pueblo, para sus conciudadanos” ¿Mejoras? ¿Qué concepto de mejoras maneja el presidente de los argentinos, si lo único que hemos visto a la fecha, han sido destrozos a todo nivel y en todo frente, y a costos muy altos?

Creo que no es necesario recordar al lector, que uno de los destrozos más perniciosos causados por la administración Macri en el pasado 2017 y en el año que corre, se cometió en perjuicio de los pueblos originarios, que viven dentro de las fronteras del territorio argentino.

Las comunidades mapuches, de la Patagonia argentina, en el antes, en el durante y en el después, de la arbitraria detención del Lonko Facundo Jones Huala, de la desaparición en la Pu Lof en Resistencia de Cushamen, del artesano y militante de la causa mapuche Santiago Maldonado aún sin serlo, y de la muerte del joven mapuche Rafael Nahuel, en la zona de Bariloche, vienen sufriendo una embestida estatal, de magnitudes inimaginables.

La más reciente fue la que llevó adelante el Ministerio de Seguridad. Su titular, la emblemática enemiga de esas comunidades, Patricia Bullrich se ocupó personalmente en emitir y en difundir un documento con una andanada de anuncios y calificativos en contra de las mismas.

Desde el Poder Ejecutivo se anunció el lanzamiento de un comando unificado para combatir la “lucha insurreccional” de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) en las provincias patagónicas; y por si fuera poco, también se anunció “la creación de listados de personas”, mapuches y no mapuches. Personas que están siendo criminalizadas por ser conscientes de la necesidad de sostener y de reivindicar la recuperación territorial.

Los villanos del poder se atreven a inventar villanos. Esos villanos que portan “peligrosas” armas que no son más que herramientas de trabajo.

Los villanos del poder dicen que esos pueblos son los enemigos internos y que están integrados por personas peligrosas, por personas terroristas. Inventos ventilados por los medios de comunicación, impunemente.

Los villanos del poder se atreven a desaparecer personas y a manipular medios, para justificar saqueos y más saqueos. Saqueos seguidos de muerte. Algo que siempre ha ocurrido, porque siempre han estado esos villanos. Los villanos de otra época, con diferentes vestidos, pero con las mismas mañas, y los mismos males, trayéndose entre manos.

Villanos del poder, del siglo XXI que hoy inventan villanos, y que también premian a los suyos propios: impunidad mediante, ascendieron a un grado superior, al gendarme Emmanuel Echazú, el único imputado en el caso Santiago Maldonado.

Villanos del poder, que inventan villanos: el Juez Guido Otranto fue apartado del caso Maldonado; sin embargo, viene instruyendo una causa en la cual los gendarmes son querellantes por el corte de la ruta 40 (en aquel 1ero de agosto, en la Pu Lof en Resistencia de Cushamen) , y en la que es imputado precisamente el mapuche Matías Santana, testigo de importancia en la investigación por desaparición y muerte del joven Maldonado (Santana, que está disposición de la Justicia, y que se puso bajo la órbita del defensor oficial Fernando Machado, será indagado el 9 de febrero).

Villanos del poder, que inventan villanos: al finalizar el año 2017, pleno diciembre, en una conferencia de prensa Patricia Bullrich definió a la RAM como un grupo “etno nacionalista” que practica una violencia extrema, que no reconoce al Estado, ni a la Constitución, ni a las provincias.

Los mapuches de Cushamen le contestaron, como correspondía: “La Resistencia Ancestral Mapuche existe y existirá mientras el Pueblo Mapuche siga siendo oprimido por el estado argentino. Ninguna resistencia ha sido pacifica porque siempre hemos tenido que defendernos de los desalojos de nuestros territorios, de la represión, de la muerte y judicialización constante en los últimos 130 años”

Y siguieron contestándole: “Cushamen se alinea en el Movimiento Mapuche Autónomo de Puel Mapu (MAP) que reconoce la existencia de la RAM pero aclara que no es aquella de la que habla el mediocre informe del Ministerio, que pretende seguir con la estigmatización del Mapuche, como terrorista y un posible enemigo interno. Las acciones realizadas por la RAM fueron reivindicadas con comunidades donde expresan que no se llevan a cabo en ciudades ni tienen como objetivo atacar a los argentinos pobres como tampoco poner en riesgo a las personas”

Pero hubo una respuesta por demás clarificadora, para el gobierno y para la opinión pública: “no pretendemos crear un estado paralelo, nuestra lucha es contra los que pretenden enriquecerse a costa de la sociedad. Somos Mapuches, no somos anarquistas, no pertenecemos a ningún partido político de izquierda pero compartimos con estos sectores el mismo sentimiento revolucionario y, como nosotros, entienden que el sistema capitalista atenta contra los territorios y los pueblos que conviven con él. Y reiteramos que no recibimos financiamiento de ninguna organización nacional ni internacional”.

“La Resistencia nos ha permitido la permanencia de nuestra cultura, de nuestra espiritualidad. La Resistencia en nuestros territorios es parte de la cotidianeidad. Dejar los territorios no es una opción para el Mapuche, aunque esté en riesgo la vida misma, riesgo que supieron padecer nuestros antepasados y por los que hoy seguimos vivos. Somos una propuesta política y filosófica hacia el interior de las comunidades”.

Los villanos del poder, que inventan villanos: “Bullrich nos quiere hacer ver como terroristas y enemigos para continuar justificando la represión, la cárcel y los asesinatos, y para seguir entregando la tierra a las empresas transnacionales, mineras, hidroeléctricas, petroleras, forestales, etc”

Los villanos del poder, que inventan villanos y que son apoyados por más villanos: En las últimas horas, un comunicado difundido por la Red de Apoyo Comunidades en Conflicto-MAP daba a conocer a la Nación Mapuche y a la sociedad, que el juez Gustavo Villanueva negó la presentación realizada por la abogada Sonia Ivanoff parea acceder al arresto domiciliario del Lonko Facundo Jones Huala “por lo que el Lonko deberá continuar en prisión a la espera del nuevo juicio de extradición”

No hay peros que valgan. No hay nada que justifique el proceder de los villanos del poder, que inventan villanos. Porque hacer eso es un atropello criminal, cargado de una impunidad descarada y letal.

El caso Santiago Maldonado no está en ningún agujero negro. Está, presente, y está combativo. Porque por más villanos que se inventen los villanos del poder, las heridas no han sido cerradas. Siguen abiertas. Expuestas. A la vista pública local e internacional.

El caso Santiago Maldonado y la causa de las comunidades mapuches, están juntos. Y los villanos del poder, que lo saben, no podrán, ni separarlos ni distorsionar verdades, ni tampoco seguir inventando villanos

No podrán, porque hay que impedírselo. Tarea mía, suya y de aquel.

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*Foto de Portada: www.lavoz.com
*Artículos de referencia:
-DESPUES DEL 24 DE NOVIEMBRE, BUSCAREMOS LA VERDAD A BRAZO PARTIDO.
-CERTEZAS IGNORADAS E IMPUNIDADES REPUGNANTES.
-SIGUE LA CACERIA, SIGUE LA REPRESION, Y SIGUE LA MUERTE.