Sobre la extradición de este narco, cuya figura delictiva fue mediática tanto en el Uruguay como a nivel internacional (debido a su prontuario como líder narco, fundamentalmente en México y en Estados Unidos) los medios periodísticos locales consignaron que alrededor de las cuatro de la madrugada del jueves 14 de mayo llegó en un vehículo blindado y fuertemente custodiado (procedente del Penal de Libertad, del departamento de San José, distante unos 50 kilómetros de la capital uruguaya) a la terminal aérea militar lindera al aeropuerto Internacional de Carrasco del Uruguay, para que finalmente fuera retirado del territorio nacional en un avión de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, cerrándose con este vuelo un capítulo de su vida dentro de nuestro país.

Revisando su pasado debemos señalar que una vez capturado se dio a conocer que él había ingresado al Uruguay en el año 2011 estableciéndose además que poseía propiedades millonarias y negocios en el balneario Punta del Este del departamento de Maldonado, distante unos cien kilómetros de la ciudad de Montevideo. En cuanto a cómo fue su captura, oportunamente se informó, que las autoridades le dieron la voz de alto en la playa de estacionamiento de un encumbrado colegio privado del barrio Carrasco, precisamente cuando él procuraba buscar a su hija (ya que ella concurría a ese instituto) para preparar su fuga, seguramente porque fue advertido por alguien de su custodia o de sus allegados, de que se cerraba el círculo policial sobre su persona tras haber sido detectado por INTERPOL, cuyo Comando venía siguiéndolo desde hace ya bastante tiempo.

Una vez en poder de la Policía uruguaya González Valencia fue derivado a la Justicia Penal y tras haber sido procesado por delitos relacionados con maniobras de lavado de activos (en el marco de sus actividades seguramente relacionadas con el narcotráfico) fue alojado en un establecimiento carcelario desde donde lanzó amenazas contra el Ministro Bonomi (según él fundadas, en virtud de que constantemente era víctima de abusos y apremios físicos) diciendo literalmente lo siguiente: “Me torturaron. Me tuvieron desnudo con temperaturas bajo cero. Si el Ministro del Interior Bonomi sigue mandando a sus guardias a torturarme que busque el puente más alto del Uruguay donde lo voy a colgar”.

En otro orden debemos señalar que el nombre de González Valencia salió a los medios en ocasión de salir a la luz pública las investigaciones sobre el caso Panamá Papers, coincidiendo además su captura con las actividades de otro par suyo: José “El Chepa” , dedicado a lavar activos para un clan criminal de América Latina, y que fue detenido en el Brasil.

Sobre el cártel “Los Cuinis” según lo reportado por los medios de comunicación del Uruguay y del mundo, debemos señalar que se trata de una organización criminal mexicana muy poderosa, por el caudal económico que cuenta y por sus influencias a diferentes niveles. Aún siendo de bajo perfil este cártel fue desarrollándose económicamente a pasos agigantados operando en el mercado exclusivamente asiático dentro de un contexto de operaciones financieras en el mercado inmobiliario. Trascendió además que los puestos jerárquicos del cártel lo integran siete hermanos de la familia González Valencia.

Se pudo saber que la familia Valencia era propietaria de cultivos de palta en los años 70 pero más adelante, a comienzos de la década del 90, hizo un giro importante en sus negocios: la familia optó por plantar marihuana a nivel masivo, fundándose el cártel del Milenio, siendo su principal artífice Armando Valencia Cornelio, considerado el patriarca de la organización.

Gerardo Gonzalez Valencia 2

Concretando, debemos decir que Gerardo González Valencia, luego del episodio relacionado con los apremios físicos que habría sufrido en el COMCAR (centro carcelario ubicado en los accesos a Montevideo) fue derivado bajo medidas de seguridad –y mientras se gestionaba la extradición a los Estados Unidos– a las instalaciones de la Guardia Republicana, precisamente cuando el narcotraficante italiano Rocco Morabito (integrante de la organización mafiosa `Ndrangheta) se encontraba cumpliendo prisión administrativa en Cárcel Central de donde finalmente se fugó en el marco de un escandaloso episodio que visibilizó los alcances de la corrupción a nivel del Ministerio del Interior.

Después de permanecer en la Guardia Republicana el “Cuini” Gerardo González Valencia fue derivado a la cárcel de Punta Rieles y en los meses previos a su extradición fue alojado en una celda del Penal de Libertad.

Cabe señalar un detalle importante, sobre el momento de su extradición: el alerta recibido por las autoridades uruguayas sobre la eventualidad de una operación de rescate para facilitar su fuga y en consecuencia para evitar su comparecencia a la justicia norteamericana.

Las autoridades uruguayas, en conocimiento de esa posibilidad de operativo criminal, redoblaron la custodia del extraditado y prácticamente a último momento incluso modificaron algunos parámetros de la seguridad en el traslado del detenido, desde el Penal de Libertad a la zona militar lindera al Aeropuerto Internacional de Carrasco a donde concurrieron algunos medios de prensa para registrar el hecho, que fue monitoreado personalmente por jerarcas policiales y el Ministro del Interior Jorge Larrañaga.

Lo cierto es que exactamente a la hora 6:20 del jueves 14 de mayo, finalmente despegó sin inconvenientes ni imprevistos el avión militar estadounidense llevando en su interior al narcotraficante.

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*Fotos: www.subrayado.com.uy