Hoy el PCC, además de funcionar como una agencia reguladora del crimen organizado y actuar con diversos grados de influencia en todo el territorio brasileño, expande su presencia en el exterior. Según la investigación del ministerio público federal, el número de integrantes sobrepasa los 30.000. En Paraguay, el país vecino, el PCC es la mayor amenaza, según el ex procurador Hugo Volpe, quien fue amenazado de muerte por este grupo durante un programa de radio Amambay AM 570 en vivo, muy cerca de la frontera con Brasil; el funcionario era uno de los principales responsables de las investigaciones en el país.

Hoy el PCC es la mayor organización criminal que actúa en el territorio paraguayo y según Volpe, detrás del PCC está también el “Comando Vermelho”. El CV, es otra organización criminal fundada en Rio de Janeiro, que también actúa en distintas regiones de Brasil y otros países.

Tal es su poder que continúan actuando aún estando encarcelados en la P2, la penitenciaría de Presidente Venceslau, a 600 km de la capital paulista, una de las pocas prisiones que no sufren con el hacinamiento y que cuenta con un dispositivos de seguridad extrema, como bloqueadores de celulares, scanner corporal y puertas de celdas automatizadas. La cúpula del PCC transmite sus órdenes a sus “soldados” y logra coordinar el proyecto de expansión en todo el país, como fue comprobado en la famosa operación “Echelon” que pudo mapear todo ese proceso de crecimiento.

Una investigación internacional en conjunto con fuerzas policiales de otros cuatro países de Europa, identificaron una conexión entre la ‘Ndrangheta y el PCC, que hoy exporta drogas a otros continentes y, según la investigación, negocian directamente la exportación de la mayor parte de cocaína que sale de Sudamérica con destino a Europa.

El interés de la ‘Ndrangheta en San Pablo -en negociar directamente con el PCC- está dado por el hecho de que es la única organización criminal brasileña que exporta cocaína a otros continentes. Desde el puerto de Santos sale parte de la droga importada por la ‘Ndrangheta que obviamente lucra con la reventa en Europa.

Según investigaciones, entre 2017 y 2018 fueron enviadas hacia Europa, cerca de dos toneladas de cocaína, valuadas aproximadamente en un millón de reales. Los principales puertos del país donde opera la organización criminal, serían los de: Santos (San Pablo), Salvador (Bahía), Itajaí (Santa Catarina) y Río de Janeiro.

De acuerdo a los archivos obtenidos en la operación italiana el capo de la mafia Domenico Pelle estuvo dos veces en San Pablo. Durante una interceptación telefónica realizada por la policía italiana en diciembre de 2016, Domenico Pelle y Giovanni Gentile, su aliado, hablan sobre 17 kg de cocaína que saldría de Brasil, pero que fueron aprehendidos por la policía en el puerto de Gioia Tauro, en la región de Calabria, Italia.

En la conversación, cuando Pelle descubre que la carga fue decomisada, pregunta a Gentile si los proveedores brasileños eran confiables y Gentile le contesta dándole un perfil del “tipo” de proveedor en Brasil. Según él, era un ciudadano boliviano “negro”, jefe de un grupo de venta de drogas, que estaba prófugo de la policía brasileña y que exportaba al menos cuatro toneladas de cocaína al mes.

Para el Ministerio Público de San Pablo, el ciudadano boliviano que en realidad es brasileño, vive en Bolivia y viaja muchas veces a Brasil para negociar la droga. Se trata de Gilberto Aparecido dos Santos, conocido en PCC como “Fuminho”, y es el brazo derecho del líder del PCC, Marcos Willians Herbas Camacho, el “Marcola”.

Gentile convence a Pelle de hacer un nuevo cargamento y esa vez un hombre italiano que estaría viviendo en San Pablo, llamado Giani, los habría ayudado en el proceso. Giani empezó a hacer un puente entre los proveedores brasileños y la mafia. Según la investigación Gianni se presenta como empresario de un negocio de toallas en la capital de San Pablo y la utilizaba para el lavado de dinero.

En enero de 2017, Gianni organizó un encuentro en San Pablo, entre Pelle y proveedores de drogas brasileños. Pelle llegó al aeropuerto Internacional de Guarulhos en San Pablo, usando un pasaporte falso, de nacionalidad argentina y de nombre Javier Varela. Durante sus días en San Pablo, Pelle tenía un celular encriptado, sin cámara y sin GPS. Por ese motivo la policía italiana no pudo escuchar sus conversaciones.

Un mes después de ese encuentro, Pelle volvió a San Pablo, con la ayuda de Gianni, ahora para dejarles una parte del pago a los proveedores de droga, según la investigación, cerca de 50 mil dólares.

La Policía Federal de Brasil aún sigue las investigaciones para entender cuál es la relación entre la ‘Ndragheta y el PCC, pero ya se sabe que para la ‘Ndragheta, Brasil es la “Nueva Colombia”. Uno de los personajes más conocidos por la justicia italiana, Nicola Assisi, fue detenido junto a su hijo, Patrick Assisi, en julio de 2019 en “Praia Grande” en la costa de San Pablo, en un departamento de lujo, lugar que según la policía de Brasil es controlado por el PCC.

Entre 2014 y 2015, Nicola y Patrick Assisi, lograron importar cerca de dos toneladas de cocaína desde Sudamérica hacia Italia, recibiendo una media de 240 mil euros cada uno en cada cargamento realizado. Luego, fueron encontrados 3,9 millones de euros en dinero y 29 relojes marca Rolex que estaban enterrados en el jardín de la mansión en San Giusto Canavese, que fue confiscada en septiembre de 2019, por el consejo metropolitano de Turín.

Según la sentencia, Assisi dirigía y organizaba un grupo que opera entre Turín y Calabria, y además de mantener relaciones con traficantes sudamericanos, era conocido como el “bróker” que compraba la cocaína en Latinoamérica y realizaba el transporte a Italia.

Hoy Assisi se encuentra en la penitenciaría federal de Brasilia y pide que lo transfieran a una prisión de mejor “calidad”; a su vez Italia aguarda la decisión del Supremo Tribunal Federal de Brasil que autorice su extradición. Por su parte Doménico Pelle se encuentra detenido en Italia, Gentile está prófugo y Gianni todavía no fue identificado.

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Foto de portada: www.super.abril.com.br