Silenciosamente la Fiscal de Estupefacientes de Uruguay Mónica Ferrero comenzó a investigar la posibilidad de que elementos de la organización criminal brasileña Primer Comando Capital (PCC) estuviesen operando en nuestro país. La investigación se llamó “Magnesio”. Esto fue el 30 de julio de este año, oportunidad en que datos de extrema confidencialidad aportados por la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) llegaron a su mesa de trabajo. Los informes aludían directamente a personajes del hampa uruguayo en estrecho vínculo con un referente del PCC. Esto hizo que Ferrero dispusiera la intervención de teléfonos y de esa forma se supo que algunos de los involucrados fueron Mario Bentancor (delincuente uruguayo poseedor de antecedentes penales en los años 2010 y 2014) y Fernando Otalivio Frabasil Gómez, delincuente brasileño poseedor de múltiples antecedentes penales y líder del Primer Comando Capital.

Líneas de investigación que surgieron a raíz de las escuchas telefónicas llevaron a determinar que la cúpula del PCC no solo había reclutado a unos 84 delincuentes uruguayos, sino que además en los últimos tiempos habían cometido diversos delitos, de diferente tenor. Precisamente en uno de estos hechos, el reciente asalto a una gasolinera de Montevideo, participó Mario Bentancor.

La Fiscal Ferrero entonces, con abundante información de la organización criminal brasileña, fue armando un tenebroso rompecabezas de sus actividades, en las que varias personas estaban involucradas, estableciendo además que el PCC estaba en la etapa de planificar una serie de acciones criminales en zonas del departamento de Canelones, preferentemente en las localidades de San Antonio y San Ramón, con el concurso de delincuentes que iban a hacer uso de uniformes policiales.

Cabe consignar, como dato ilustrativo para el lector, que el Primer Comando Capital es una organización brasileña de estricto ordenamiento y en la que se aplican parámetros rudos y rígidos, que tiene su base de operaciones en el sistema carcelario brasileño y que tiene aproximadamente unos 104 mil miembros, con un área de influencia (además del Brasil) extendida a países tales como Paraguay, Bolivia y ahora Uruguay. Según lo reseñado por los medios periodísticos uruguayos, dando información sobre la tarea desarrollada por la Fiscal Ferrero en torno al Primer Comando Capital, el Comando apunta directamente a contar con una mano de obra de delincuentes especializados en diferentes áreas: dominio del sistema informático, narcotráfico, robo de vehículos, ingreso de sustancias estupefacientes, comercialización de armas, etc. Trascendió además que el PCC tenía entre sus planes un acercamiento exclusivo al módulo 7 del establecimiento carcelario COMCAR cercano a Montevideo, con fines de ingreso de drogas, por considerar que esa actividad criminal en el Uruguay resulta sumamente rentable.

En definitiva, como resultado de las investigaciones de la Fiscal Mónica Ferrero, se dispuso la prisión domiciliaria de Fernando Otalicio Frabasil Gómez (quien ya cumplía prisión por otros delitos y además fue “padrino” del delincuente uruguayo Mario Bentancor, para que éste fuera ingresado al PCC y específicamente a su registro interno), de Bentancor mismo y de las parejas de cada uno de ellos (una de las cuales es policía penitenciaria), imputándoles “asociación para delinquir” Otros detenidos, tres en total, recuperaron la libertad por una cuestión de plazos legales, hecho que oportunamente fue cuestionado por el Fiscal de Corte.

Por último debemos señalar que Fernando Frabasil fue figura mediática en los años 90 en el contexto de las investigaciones en torno al crimen del empresario Luis Ernesto González, cuyo cadáver presentando un tiro en la cabeza fue hallado en el interior de un aljibe de la localidad de Cerrillos el 23 de agosto de 1993, siendo procesados oportunamente Walter Carmona (que murió años después al ser baleado en una salida transitoria) , Rolando Bentancor y el ex oficial de policía Washington De María, quienes habrían contratado sicarios para cometer el asesinato.. Por aquellos días Fernando Frabasil fue interrogado por la Policía y la Justicia, siendo que estaba vinculado al ambiente del narcotráfico y del robo de autos aunque después declaró que era un agente encubierto de la DEA, entre los años 1992 y 1994. De ahí en más Frabasil comenzó a despeñarse hacia el delito siendo procesado luego por la comisión de otros delitos, paralelamente estrechando lazos con integrantes del PCC al punto de transformarse en uno de sus referentes. En ese contexto ofició de padrino de Mario Bentancor para ingresar a la organización. Al momento de desarrollarse las investigaciones de la Fiscal Ferrero se constató oficialmente su vínculo con el PCC, de ahí que a su frondoso prontuario criminal debió sumar ahora el de “asociación para delinquir”.

Con este marco de investigaciones y resoluciones judiciales respecto a personas reclutadas en el Uruguay por el grupo criminal brasileño Primer Comando Capital, a nivel de las autoridades policiales reina un estado de alerta, ante le eventualidad de que se registren hechos delictivos dentro del territorio, de ahí que se dispusieron una serie de medidas preventivas y de control, para neutralizar el avance de la criminalidad brasileña, que a esta altura de los conocimientos parecería ser ya inminente (e inevitable).

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*Foto de Portada: www.subrayado.com.uy