Bruno Ezequiel Diaz recapturado

Bruno Ezequiel Díaz, que fue detenido en el Uruguay, aguardaba la extradición a la Argentina, ya que la justicia de ese país lo imputaba de un delito de homicidio. Díaz conoció a Rocco Morabito en Cárcel Central y en la noche del 23 de junio, ambos huyeron del sector carcelaje, acompañados del otro joven allí detenido. Nos estamos refiriendo a Matías Sebastián Acosta González, cuya extradición para el Brasil se encontraba pendiente. El mafioso de la ‘Ndrangheta y los dos jóvenes abandonaron el sector de las celdas a través de un boquete y luego de ganar la azotea de la Jefatura de Policía llegaron hasta el edificio lindero y una vez en el piso 5to ingresaron en un apartamento interior rompiendo una ventana; finalmente, allí sorprendieron a la única moradora de la vivienda, una anciana que no podía dar crédito a lo que le estaba pasando. Sin producirle daño alguno ni tampoco amenazarla de muerte le exigieron las llaves del apartamento para poder salir del lugar y ganar la vía pública. La dueña de la vivienda, que accedió al pedido y que además fue despojada de tres mil pesos que portaba en una de sus carteras, luego de abrirles la puerta de su apartamento llevó a Morabito y a los dos jóvenes a la puerta principal del edificio. Amparados en las sombras de la noche los jóvenes y Morabito ganaron la calle San José por una puerta que está a escasos metros del garaje de la Jefatura de Policía de Montevideo. Nadie se percató de la evasión en ese momento. En los minutos que siguieron, y mientras los tres hombres cruzaban la esquina con la calle Yaguarón en dirección a la rambla sur, la anciana del apartamento del piso cinco dio cuenta de la situación a los policías de la Jefatura que se encontraban allí.

Matias Sebastian Acosta Gonzalez recapturado

Casi simultáneamente, por una de las puertas de acceso cercanas a la escalinata principal del edificio de jefatura, por la calle Carlos Quijano (ex Yí), se daba a la fuga el otro hombre que estaba detenido junto a Morabito y a los dos jóvenes. Nos estamos refiriendo a Leonardo Abel Sinopoli Azcoaga, quien estaba detenido en Cárcel Central para ser extraditado al Brasil por falsificación de documento.

La evasión de estas cuatro personas generó un escándalo mayúsculo a diferentes ámbitos. A nivel del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) , a nivel de la Dirección de Cárcel Central, a nivel del Comando mismo de la Jefatura de Policía de Montevideo y a nivel del Ministerio del Interior, y más específicamente a nivel del Poder Ejecutivo, sin perjuicio de las repercusiones internacionales, y en particular del gobierno italiano a través de su Ministro del Interior Mateo Salvini, quien públicamente y sin disimular su malestar por la evasión, anunció que iba a pedir explicaciones al gobierno uruguayo.

Uno de los aspectos de la fuga que más llamó la atención se relaciona con el hombre que ganó la calle Carlos Quijano a través de una de las puertas laterales. Solo una persona que conozca al detalle el edificio de la Jefatura de Policía puede llegar a esa puerta. Desde el sector Cárcel Central el recorrido es sinuoso en pasillos y sectores que se encuentran compartimentados. Y hay mucha distancia entre los pisos superiores de Cárcel Central y las puertas de salida que dan a la calle Carlos Quijano. Es imposible pensar –salvo corrupciones de funcionarios de por medio- que nadie advirtiera la salida de Leonardo Abel Sinopoli, en la noche del domingo 23 de junio. Obviamente, que alguien indicó muy bien a Sinopoli, el camino a seguir, en ese verdadero laberinto de pasajes, puertas y escaleras que significa, en sus entrañas, el edificio de la Jefatura de Policía de Montevideo, capital del Uruguay.

Leonardo Abel Sinopoli Azcoaga recapturado

El otro aspecto que igualmente generó preocupación entre los investigadores de la fuga es que en la noche anterior a la fuga de Morabito y los tres hombres, por razones que se vienen investigando, fueron retiradas las cámaras de seguridad de la jefatura de Policía.

Lo cierto es que a excepción de Rocco Morabito, la suerte de los restantes evadidos no fue por carriles favorables: tres días después de la fuga (el 26 de junio) Leonardo Abel Sinopoli fue recapturado en la terminal de ómnibus del departamento de Salto, cuando se aprestaba a viajar al Brasil; y diez días después de la fuga (este 4 de julio) los jóvenes Bruno Ezequiel Díaz y Matías Sebastián Acosta fueron recapturados en la ciudad de Minas, en el departamento de Lavalleja, en la región Noroeste del interior del Uruguay.

En cuanto a Rocco Morabito, hasta el momento de publicación de éste artículo, su paradero es desconocido. No obstante, de acuerdo a cámaras de seguridad de la vía pública, las autoridades pudieron establecer –pero unas ocho horas después de la fuga del 23 de junio a la hora 23.30- que Rocco Morabito y los dos jóvenes se encontraban en un vehículo que se desplazaba en dirección a la Costa de Oro, por lo que no se ha descartado que Rocco Morabito debió haber barajado la idea de dirigirse hacia el Este como forma de llegar al Brasil. ¿Lo habrá logrado? Suponemos que sí.

Al tiempo que las tareas de búsqueda de los cuatro evadidos arrojaron resultados positivos respecto a tres de ellos, no así del mafioso italiano Rocco Morabito, integrante de la organización criminal ‘Ndrangheta, cuya principal agenda de actividades se relaciona estrechamente con el tráfico de cocaína desde Sudamérica a Europa, las repercusiones a nivel del Ministerio del Interior y del INR se hicieron sentir como un tsunami, en Montevideo, al extremo que el Ministro del Interior Eduardo Bonomi a pocas horas de la fuga, llegó a eludir al periodismo descaradamente para no contestar preguntas.

El director del INR Alberto Gadea renunció al cargo, y en su lugar asumió Ana Juanche, quien además es persona de confianza del Ministro del Interior Eduardo Bonomi. Por otra parte la directora de Cárcel Central, Mary González viene siendo investigada y en el marco de esas investigaciones ella personalmente indicó a sus superiores y a los medios de comunicación, que en reiteradas ocasiones advirtió a sus mandos que Cárcel Central no contaba con las medidas de seguridad óptimas para tener en sus celdas a Morabito, advirtiéndoles además que Morabito tenía planes de fuga y que por esa razón solicitó que sea trasladado de ese lugar a instalaciones de la Guardia Republicana. En aquella oportunidad, según lo informado por Mary González, el Director Nacional de Policía, Inspector Mario Layera le negó ese traslado argumentando que en dependencias de la Guardia Republicana no podía albergar a Morabito porque en ellas estaba detenido un narcotraficante mexicano. Cabe consignar además que la Inteligencia carcelaria había advertido al INR y a Cárcel Central, en el año 2018, que Morabito tenía planes de evasión. Se ignora qué motivos reales existieron para que a nivel del Ministerio del Interior no se haya tomado en cuenta ese informe, actuándose en consecuencia. De hecho y se desprende de todos los episodios en torno a Morabito, que el Ministro Bonomi deberá dar explicaciones –en algún momento- a la opinión pública sobre el caso. En ese sentido, en los últimos días el Ministro fue convocado al Parlamento a tales efectos, pero aduciendo un quebranto de salud Bonomi estuvo ausente a la cita.

Las investigaciones de la fuga están a cargo del Fiscal de Delitos Económicos Ricardo Lackner, trascendiendo que hay por lo menos una veintena de funcionarios de diferente rango, que cumplen tareas en Cárcel Central, que se encuentran bajo sumario, desconociéndose aún las consecuencias administrativas y las responsabilidades judiciales.

La evasión en sí misma, y sin perjuicio de la modalidad adoptada para lograr el objetivo de fugarse de Cárcel Central, ya genera muchas interrogantes, tomando en cuenta que de los cuatro evadidos, el más peligroso es el italiano Morabito, en virtud de que fue una de las cinco personas más buscadas en Italia y en el mundo, a requerimiento de la Justicia de su país por su accionar delictual como integrante de una influyente y poderosa familia mafiosa de la ‘Ndrangheta. No hay que olvidar que Rocco Morabito se encontraba prófugo de la justicia italiana desde hace casi 20 años, siendo condenado en ausencia (de acuerdo a la legislación italiana) a 30 años de prisión. Una vez capturado en Montevideo, el 9 de setiembre del pasado año 2017, no se le constataron delitos relacionados con el narcotráfico en el Uruguay, pero igualmente la Justicia lo procesó por falsificación de documento, ya que Morabito desde que llegó al Uruguay en el año 2002 lo hizo con otro nombre (Francisco Capeletto, brasileño) y junto a su familia residió en el departamento de Maldonado, como un empresario de vida cómoda pero sin ostentaciones, y dedicado al rubro de la comercialización de soja. Detenido en Cárcel Central de la Jefatura de Policía de Montevideo desde setiembre de ese 2017, aguardaba ser extraditado a Italia.

Jefatura de Policia de Montevideo

Como decíamos al comienzo en torno a la fuga de Rocco Morabito las preguntas sobran. ¿Dentro de qué contexto (y a sabiendas de que era inminente su extradición a Italia) por qué él (¿junto otras personas?) optó por neutralizarla con su evasión? ¿Quién o a quiénes no convenía que fuese extraditado? ¿No convenía en Italia o en el Uruguay, o en otros países de la región? ¿Rocco Morabito fue acaso el único cerebro de la evasión? ¿Qué tipo de apoyos tuvo Morabito para poder fugarse de Cárcel Central? ¿Quiénes fuera de Cárcel Central aportaron logística y medios de corrupción para facilitar la fuga de Rocco Morabito y de los otros tres detenidos, que seguramente deben haber oficiado de señuelos para darle cobertura dentro de Cárcel Central y fuera?¿ Hay otros implicados en la evasión además de los presuntos guardias o funcionarios de Cárcel Central? ¿Y si es así, no será que su evasión está relacionada estrechamente con las actividades de la ‘Ndrangheta en el Uruguay, Argentina y Brasil?

Hoy, Rocco Morabito, nuevamente es uno de los diez delincuentes más buscados por las autoridades italianas y de INTERPOL. Y el Uruguay, desafortunadamente, ya forma parte de su circuito criminal, no solo porque su presencia aquí como prófugo y con otra identidad seguramente tuvo mucho que ver con sus presuntas actividades como pieza vital para el narcotráfico en manos de la ‘Ndrangheta sino porque desde el 23 de junio, él personalmente protagonizó una escandalosa (y cinematográfica) fuga de Cárcel Central, a cuyas espaldas dejó un muy relevante tendal de corrupciones y repercusiones a todo nivel.

--------------------

Foto Portada: Rocco Morabito, prófugo/ www.elcomercio.pe

Fotos de UNICOM Ministerio del Interior

Foto 2: Bruno Ezequiel Díaz, recapturado.

Foto 3: Matías Sebastián Acosta González, recapturado.

Foto 4: Leonardo Abel Sinopoli Azcoaga, recapturado.

Foto 5: Jefatura de Policía de Montevideo, calle Carlos Quijano, ex Yí (Foto de Diego Battiste de El Observador)