carcel“LA MASACRE DE CURUGUATY” REVELADOR LIBRO DE JULIO BENEGAS, EN SU 3ERA EDICION

Por  Jorge Figueredo. 11 abril 2015
Apelando al arte teatral y con el recurso musical de cantores paraguayos populares se llevo a cabo –el pasado 10 de abri-, en Plaza Italia, de la ciudad de Asunción, el lanzamiento de la tercera edición del libro “La Masacre de Curuguaty. Golpe sicario en el Paraguay” del periodista y amigo Julio Benegas Vidallet.  Esta edición, que trata sobre uno de los hechos más controvertidos en la historia de la lucha por la tierra en el Paraguay (los asesinatos de campesinos y policías en Marina Kue, departamento de Canindeyu)  fue prologada por el médico, periodista y escritor Alfredo Boccia Paz
El encuentro fue amenizado con la música de cantores populares, así como la dramatización de parte de un elenco de teatro de lo que fue uno de los hechos más controvertidos en la historia de la lucha por la tierra en el Paraguay: los asesinatos de campesinos y policías en Marina Kue, Departamento de Canindeyú.
En el prefacio de la obra, Boccia Paz  escribe: “La noche antes al 15 de junio de 2012 la población paraguaya ya se había acostado con la sensación  colectiva de que nada importante sucedería. El gobierno del ex obispo Fernando Lugo se acercaba al final de su cuarto año de mandato luego de haber sorteado innumerables intentos de juicio político. Intentos estimulados por grupos políticos y empresariales que nunca habían digerido el hecho de que un gobierno progresista esté al frente de la conducción del país. Lugo, sostenido por una gelatinosa alianza entre el Partido Liberal y una constelación de pequeños partidos y movimientos de izquierda, apenas había logrado rozar algunos de los privilegios que tradicionalmente detentaban los poderes fácticos, pero esos limitados avances sociales producían un  hondo  escozor en esos sectores. Contra Lugo, nada les había resultado como antes, pues, pese a las dificultades, este seguía gozando de un considerable respaldo popular… Lo valioso de este libro radica en el hecho de que, rehuyendo interpretaciones propias, Julio Benegas deja hablar a los protagonistas. Los relatos adquieren un tono intimista, personal, intransferible, hasta en las frases salpicadas de expresiones en guaraní. Hablan en este libro los que allí estuvieron, los que sintieron las detonaciones, el miedo y las muertes casi pegados a su piel…Quizás alguna vez conozcamos qué paso en Curuguaty en todos sus detalles. Es poco probable. Lo que queda claro es que Curuguaty es solo un episodio más, un poco más dramático quizás, de una historia muy vieja en el Paraguay. La lucha por un pedazo de tierra en el país de los inmensos latifundios y la de la criminalización y la represión a esa reivindicación justa por parte de un verdadero poder fáctico que sigue sosteniendo nuestra estructura feudal”

    Sin dudas, el caso de Curuguaty,  representa no solo el más nefasto episodio en la historia de combate de los campesinos por un pedazo de tierra contra los latifundistas -que hasta la actualidad concentra la mayor parte de las tierras de este país-  si no que podemos sostener con todos los indicios que se poseen, que se constituye  como parte del plan mafioso  que ha desencadenado la destitución por medio de un golpe parlamentario con ropaje legal del presidente Fernando Lugo.  La matanza colectiva en el lugar conocido como Marina Kue  formaría parte de una hoja de ruta siniestra muy bien planificada por los sectores más privilegiados del Paraguay ligados a la oligarquía ganadera, sojera,  industrial-comercial,  y financiera  que se enriquecieron durante la dictadura de Stroessner por medio de negocios legales pero sobre todo ilícitos, tales como el narcotráfico, tráfico de rollos, la evasión de divisas, el contrabando y principalmente el acceso fraudulento a grandes extensiones de tierras que debían ser destinados a los campesinos.  Estos dueños y amos de este país se sintieron perjudicados en sus intereses  por el gobierno de Lugo -a pesar de las pocas medidas tomadas por él para beneficiar al campo- al no autorizar  la siembra masiva de semillas transgénicas, el combate a los agro tóxicos, y la posibilidad que en el futuro  estos señores  puedan pagar más impuestos de acuerdo a su riqueza.
 
Así mismo,  formarían parte de ésta conspiración mafiosa. poderosas multinacionales como la Monsanto,  entre otras, incluso el Pentágono,  que utilizaron a los políticos de los diversos partidos políticos como simples títeres a su servicio para derrocar a un presidente electo democráticamente por el pueblo. Evidencia de ello fue, como menciona el periodista Julio Benegas en su obra, que “…entre las primeras medidas que  fueron tomadas por Federico Franco como presidente sobresalen:  a) la habilitación de las negociaciones con la canadiense Río Tinto, interesada en absorber con subsidio estatal 17 por ciento de toda la energía producida en el país en la producción de aluminio, cuyo principal destino será el mercado industrial de Sao Paulo, Brasil. El contrato de cesión exclusiva de excedente de itaipú a Brasil termina en el 2023;  b) la habilitación de la semilla de algodón producida por la trasnacional norteamericana Monsanto y c) la concesión a la trasnacional norteamericana Dahava Petróleos para exploración y explotación de petróleo en el Chaco, lugar en el que se desarrolló una guerra entre Bolivia y Paraguay (1932-1935) impulsada, principalmente, por la también petrolera norteamericana Standard Oil. “

Para comprender el significado y las causas del crimen de Curuguaty - que ha constituido un  golpe mafioso a la vida, a la democracia, a la libertad, y sobre todo al derecho que tienen los pueblos a conocer la verdad-  es necesario  preguntarse. ¿Quienes se han beneficiado con  estos asesinatos? ¿Cuáles fueron  los sectores políticos y sociales que a partir de lo ocurrido tomaron el patrimonio del Estado como si fuera un botín de guerra? Se señala  al actual presidente Horacio Cartes- procesado por evasión de divisas en el pasado- que  al decir de Benegas “ es sospechoso  de ser el más importante lavador  de dinero proveniente del narcotráfico, elegido presidente en las elecciones de abril de 2013; como el principal articulador de fuerzas parlamentarias para la rápida destitución de Fernando Lugo”  .
A poco de asumir  Horacio Cartes ha impuesto el dictado de leyes que no favorecen precisamente a las mayorías sino al reducido círculo de poderes facticos que gobiernan este país desde hace décadas; como la militarización de los territorios donde opera una supuesta banda armada guerrillera cuyos miembros principales  no supera la decena, sin embargo en más de una década no se ha logrado acabar con ella pese a los ingentes recursos económicos gastados por el Estado; la aprobación de  una ley inconstitucional de  alianza pública-privada donde el presidente tiene carta blanca para proceder a la privatización del patrimonio nacional sin la intervención del parlamento como lo establece la constitución nacional;  el crecimiento peligroso de la deuda externa al recurrir a constantes créditos de millones de dólares supuestamente para financiar grandes obras públicas; hasta ahora inexistentes.
Tampoco podemos olvidar que a partir de la  masacre de Curuguaty y la asunción de Cartes a la presidencia, más que nunca, las actividades mafiosas como el narcotráfico, lavado de dinero, contrabando etc  han prosperado sin barreras, y los asesinatos sobre todo de campesinos y periodistas que luchan contra la mafia y el crimen organizado han proliferado sin que exista hasta el momento una política sería de parte del Gobierno, y principalmente del Ejecutivo  de combatir no solo al narcotráfico, sino  a la mafia en general  que cada día tiene una mayor inserción dentro de la sociedad y el Estado. Si los ciudadanos honestos, con ideales, no nos unimos contra esta lacra social como es la mafia, y sobre todo no defendemos a los justos que dan la cara por todos  al luchar cada día  por la Justicia,   nuestros hijos y nietos no tendrán ningún futuro y definitivamente el Estado paraguayo se convertirá en un Estado-Mafia.
*Foto de portada: E a PY
*Foto inferior: Julio Benegas Vidallet. Foto de www rel-uita.org