Por una extraña burla del destino el clima que se respira hoy es muy similar al del 1992 cuando fueron atacados magistrados como Giovanni Falcone y Paolo Borsellino; de la misma forma, hoy, los magistrados que tienen en sus manos investigaciones muy delicadas padecen presiones fuertes cuando se alza el nivel de las investigaciones. Es parte de la crónica de estos días que exponentes de las instituciones están alarmados y preocupados por las incisivas investigaciones conducidas por los magistrados palermitanos e intentan “interferir” en el campo de la delicada investigación sobre la así llamada “negociación” Estado-mafia que adquiere ribetes cada vez más preocupantes.

Fue la petición del director Bongiovanni al intendente de la ciudad de Palermo Leoluca Orlando, para que los magistrados que investigan sobre la así llamada “negociación” sean defendidos a toda costa. Es un llamado a prestar atención y a vigilar, mientras que la alarma ha sido ignorada totalmente por la prensa. Subestimando injustamente las fuertes presiones a las que son sometidos estos magistrados que “están llegando a la verdad y están tocando cables muy peligrosos, como por ejemplo el de los altos cargos del poder institucional”. Es por ello que “están tratando de detenerlos” dijo Bongiovanni. Y entonces es necesario hacer prevención: “para evitar que nuevamente salte por los aires una autopista, una calle que ya no se llamará D'Amelio y que estos magistrados terminen siendo detenidos” porque si así fuera “la investigación misma sobre la 'negociación' terminaría siendo detenida” concluyó el director.
 
Ésta es la razón de la petición al intendente para que reúna a toda la ciudad y defienda a los magistrados para llegar finalmente a la verdad y evitar lo que ocurriera hace veinte años. Palabras que pesan como piedras retumban en el atrio de la biblioteca entre un público atento que responde con un fuerte aplauso liberador; probablemente muchos de ellos también se encontraban allí el 25 junio de 1992, cuando poco antes de morir, Paolo Borsellino pronunció su último discurso público después de que viera morir en sus brazos a su amigo y colega Giovanni Falcone.

En el transcurso de la velada se transmitió en exclusiva nacional, el documental “1367.  La tela strappata” del periodista de la RAI Giancarlo Licata que encierra los acontecimientos más importantes de aquellos 57 días que separaron el atentado de Capaci del de Via D’Amelio; posteriormente comenzó el debate.

Le tocó precisamente al alumno del juez Borsellino, Antonio Ingroia, recordar la emoción de ese día en “Casa Professa” y explicar que esas palabras (que luego se convertirían en el testamento moral y espiritual de Paolo Borsellino) escondían “probablemente una verdad que murió con él”.

Ingroia recordó que al día siguiente del atentado: “Todos sentimos y advertimos que había algo más, que detrás de ese atentado no estaba solo la mafia”. Ya antes de morir el mismo Paolo había dicho en varias ocasiones: “Recordaos que cuando me maten no habrá sido solamente la mafia”.

Hoy como ayer, en este diálogo entre Estado y mafia. según el adjunto Vittorio Teresi las partes que se enfrentan son “El Estado-Estado por un lado y el Estado-mafia por el otro. Este último es el que quiere convivir con la mafia y que encuentra  en la convivencia con la misma la red para seguir adelante. Y que interviene con medidas provisionales para decir a la contraparte: quédate tranquila no rompas ese equilibrio que nos sirve a ambos. Giovanni y Paolo fueron víctimas precisamente de este Estado” mientras “el Estado-Estado, formado por magistrados, policías, carabinieri y hombres de las Instituciones, sigue luchando tenázmente.

En estos veinte años que han pasado desde los atentados, el balance de la lucha en contra de la mafia claramente no es positivo. “Es limitado porque concierne solamente a la represión del fenómeno de Cosa Nostra desde el punto de vista militar – dijo el fiscal sustituto Nino Di Matteo - mientras sigue sin registrarse una reacción compacta de las Instituciones para realizar un salto cualitativo”. Desvíos de información, omisiones por parte de los políticos, vacíos de memorias y procesos falsos construidos de acuerdo a la necesidad, han caracterizado estos años. 

Es la misma hermana del juez fallecido, Rita Borsellino, quien vuelve sobre el tema del desvío de información de las investigaciones sobre el atentado de Via D'Amelio y se plantea un interrogante “Hace casi veinte años ni un solo magistrado se dio cuenta de cómo se estaban realizando las investigaciones sobre el atentado de Via D'Amelio. ¿Pero cómo es posible?  Esta es la pregunta que hoy me inquieta y me aflige”. Pero “si hay algo que hemos comprendido con el paso de estos 20 años es que nos han dicho un montón de sandeces sobre los atentados – continúo – fue creada una red  por parte de quienes difundieron las mentiras de propósito para ocultar la verdad”.

Ya está más que consolidado el concepto de que no era sólo la mafia la que deseaba los atentados del '92 y '93. Y hoy podemos decir que, a distancia de años “estamos mucho más allá de la antecámara de la verdad en la cual hasta hace poco tiempo era apenas un deseo el que teníamos de poder entrar, pudiendo delinear un cuadro en el que no está solo la mafia” dijo Ingroia. Pero “todavía estamos lejanos de la verdad completa porque ha prevalecido una cierta alergia, mientras que la verdad tiene que ser ayudada”. 

Pero tenemos que ser claros dijo efectivamente el juez Giovanbattista Tona “porque ya no se puede hacer marcha atrás” y entonces es necesario hacerse una pregunta fundamental: “¿queremos aceptar el riesgo de descubrir verdades aunque sea desagradable? Porque “los continuos ataques a los magistrados, acusados de ser esquirlas enloquecidas”, parecen “pedir a la magistratura que disminuya el paso. En cambio también la política tiene que dar un paso adelante en la dirección de la verdad histórico-política”. Dice también Nino Di Matteo: “Basta con los ataques”. Haciendo referencia a los muchos olvidadizos que dicen “no recordar” en el marco de la investigación sobre la “negociación”. 

La búsqueda de la verdad debe ser ayudada. Es algo que Salvatore Borsellino sabe perfectamente y en la gran cantidad de conferencias que realiza alrededor de toda Italia grita su deseo de verdad: “Paolo Borsellino no fue asesinado solo por la mafia” e invita a los magistrados para que el próximo 19 de julio lean cada uno una carta dedicada a Paolo en la conmemoración del atentado en Via D'Amelio. 

Y entonces para ayudar a este “proceso de verdad” usando las palabras del juez Guarnotta no tenemos que olvidarnos de hacernos todos los días la siguiente pregunta: “¿si nosotros hemos sido capaces de cumplir todos los días con nuestro deber como lo hicieron Giovanni y Paolo hasta el sacrificio supremo de la vida por aquellos ideales de justicia y legalidad?” porque “el sueño de aquel grupo pequeño (refiriéndose al pool antimafia n.d.r.) era el de liberar a esta tierra de la mafia para reservar a jóvenes un futuro mejor del que nos tocó vivir a nosotros, y de no tener que pedir por favor aquello que os corresponde por derecho, porque el sueño de Paolo era que vosotros pudierais sentir el perfume de la libertad”.

La velada concluyó con la proyección inédita de todo el discurso realizado por Paolo Borsellino en la Biblioteca Municipal el mismo 25 de junio de hace veinte años. Una imagen de la que trasluce todo el dolor de un hombre que sabía que había sido condenado a muerte pero que a pesar de todo continuó con su trabajo hasta al final de sus días porque quería liberar a su tierra de la arrogancia mafiosa de Cosa Nostra.

Para ver los videos de la conferencia

http://www.antimafiaduemila.com/cronaca/ventanni-dopo-alla-biblioteca-comunale-non-e-solo-mafia.html

http://livesicilia.it/2012/06/27/ventanni-dopo-non-solo-mafia